Cristo utilizó algunas palabras solamente cuando había llegado su “hora,” es decir, en el contexto de la Cruz, de la redención y del amor hasta el extremo. Una de esas palabras, en cuanto referida a los discípulos, es “madre.” La verdad es que sólo a través de la lente de la Cruz podemos aprender a mirar a los demás como Dios los ve.
En particular, el misterio de la Cruz abraza por igual a Juan, el discípulo amado, y a María. Uno ve que la mejor manera de entender qué es una madre, y de sanar la relación con la madre, es descubriéndola primero como hermana, es decir, peregrina en la fe junto a nosotros.
Eso vale también para las relaciones intrafamiliares. Si el hijo se obstina en mirar al papá en primer y único lugar como “papá,” termina leyendo la vida de él sólo desde la óptica de los deberes que tendría que haber cumplido como papá; y lo mismo si el papá se queda viendo al hijo en primer lugar como “hijo.”
Por eso, la mejor forma de reconciliarse dentro de la familia es buscar que el otro primero se encuentre con Dios, sin pretender hacer valer los supuestos derechos que uno cree tener frente a la otra persona.
Fray Nelson, gracias por compartirnos esta hermosa predicación.
Que Dios te siga bendiciendo!!!
Fray Nelson, cuantos temas ha tocado en está predicación de una forma tan jovial y amena pero muy profundas. Me ayuda mucho el ver a la Santísima Virgen también como una hermana. Espero que a mucha gente le pueda llegar esta predicación.