Homilia para el miercoles de la décimo tercera semana del Tiempo Ordinario, con una invitacion de Jesus a reconocer el pecado
[Si estás leyendo esto en Facebook y deseas escuchar la predicación a la que aquí se hace referencia, haz click en “Ver la publicación original.”]
Que cierto es ver como se aplica el lema “No cambiaremos las cosas por uno”….aun asi se esten haciendo las cosas mal, aun asi se segreguen a otros, aun asi se este haciendo danio solo por no tomarse el tiempo de meditar si las cosas tal cual como son “estan bien o estan mal”….
Y es que hay una aferracion social a las reglas votadas a nivel general pareciendo que al seguirlas sin negarse a la masa es sinonimo de seguridad, de tranquilidad, de paz en lo “normal”.
Y de pronto, escuchar a “uno” diciendo que algo esta mal es crisis, en primera instancia cuando invita a pensar distinto mostrando una realidad opuesta a la presente, segundo cuando motiva a obrar apareciendo la reticencia al cambio dada la comodidad con la que uno se acostumbra a obrar mal,y por ultimo la molestia de que la verdad sea expuesta en forma reiterativa…resultado, la persona es excluida..
Claro es recordar el ejemplo de aquella musulmana de Espania que se fue de una escuela en la cual no le permitian usar burka, con el cual cubria solo su cabeza..y de pronto luego de exponerse un monton de planteamientos, una docente comento en los medios que “las reglas son las reglas, y que no se cambiarian porque una sola persona quiera cambiarlas”……y el problema que no se vio de fondo, es que no es solo una persona la que usa burka en Espania, sino que son muchisimas adolescentes musulmanas las que hoy en dia por seguir su fe son segregadas de una escuela que anuncia defender los derechos igualitarios de todos……..
Por ende, bien deberemos ser precavidos cuando una persona cuestione nuestras reglas, y tomarnos unos momentos para meditar sobre lo que correcto o no dentro de lo establecido, no sea que estemos tan atados a los esquematismos y sistemas tan caducos en el tiempo que con ello estemos haciendo danio a otros aun sin proponernoslo.