Esta meditación es la segunda de tres, de un Retiro en agosto 2007 a un grupo de Vírgenes Seglares. Conocer el Corazón de Jesús es tratarlo como lo que es: Señor y Esposo de la Iglesia, esposo también del alma creyente. Así como una esposa amantísima se esfuerza por conocer los gustos, preocupaciones, proyectos y sueños de su amado, así el alma consagrada descubre varias puertas que le llevan a saber cómo es Aquel que la ganó a precio de su Sangre.