La reproduccion de estos textos y archivos de audio, para uso privado o publico, esta permitida, aunque solamente sin fines de lucro y citando la fuente: http://fraynelson.com/homilias.html.
Sobre las fechas y horas de publicación de estas oraciones mira aquí
Ten presente en tus intenciones de este día:
Haz click en los nombres para ver más información:
San Hilarión, Santo de la abstinencia y del ayuno perpetuo, nació en Palestina. Viajó a estudiar a Alejandría en una escuela cristiana, instancia de su conversión.
Al escuchar noticias del famoso monje, San Antonio Abad decidió visitarlo en el desierto. Estuvo en su compañía durante dos meses, quedando admirado de la gran santidad y bondad exquisita del Santo.
También se sorprendió de los ayunos y mortificaciones que hacía, por lo que se propuso imitarlo en cuanto más le fuera posible.
Pero, viendo que en Egipto eran muchas las personas que iban a visitar a San Antonio para pedirle consejos, tras vender las posesiones que le había dejado su padre y repartirlas entre los pobres, regresó a su patria, Palestina, con el fin de vivir en perfecta soledad en el desierto, meditando y orando.
Cuando ya llevaba 20 años haciendo penitencia, unos esposos acudieron a él a pedirle oración, para que en su hogar hubiera hijos, pues eran estériles.
San Hilarión oró por ellos y Dios les concedió la gracia de tener varios hijos. Este milagro del Santo conllevó a que éste se volviera sumamente popular en los alrededores. De todos lados empezaron a llegar multitud de personas para visitarlo y escucharle consejos y oraciones.
Imitando su ejemplo, muchos fueron a vivir en cabañas desoladas para meditar bajo la dirección y guía del Santo, quien además les enseñaba el arte de orar, reflexionar y saber dominar el cuerpo por medio de mortificaciones costosas.
Al cumplir los 65 años, San Hilarión se dio cuenta de que no le era posible vivir solo, pues un gran número de monjes le pedía dirección espiritual, como también muchos peregrinos le suplicaban oraciones y consejos. Decidió, entonces, retirarse a un lugar más alejado y solitario en los desiertos de Egipto.
A causa de una severa sequía en la región, el Santo se vio obligado a mudarse a la Isla de Sicilia, estableciéndose con varios de los discípulos en un sitio muy deshabitado.
Tras ganarse el cariño y la estimación de los habitantes de lugares aledaños, quienes admiraban su santidad, milagros y sencillez, se trasladó junto con sus monjes, a la isla de Chipre.
Nuevamente, su fama de milagroso y santo se extendió por toda la isla, debido a que logró impedir un gran maremoto en la costa de la ciudad.
Sus últimos días los pasó en una altísima roca, sumido en la oración y las meditaciones, falleciendo a la edad de 80 años.
Así dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano: "Doblegaré ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes, abriré ante él las puertas, los batientes no se le cerrarán. Por mi siervo Jacob, por mi escogido Israel, te llamé por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías. Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios. Te pongo la insignia, aunque no me conoces, para que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro."
Llevó de la mano a Ciro para doblegar ante él las naciones (Isaías 45,1.4-6)
Salmo
Cantad al Señor un cántico nuevo, / cantad al Señor, toda la tierra. / Contad a los pueblos su gloria, / sus maravillas a todas las naciones. R.
Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza, / más temible que todos los dioses. / Pues los dioses de los gentiles son apariencia, / mientras que el Señor ha hecho el cielo. R.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor, / aclamad la gloria y el poder del Señor, / aclamad la gloria del nombre del Señor, / entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. R.
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado, / tiemble en su presencia la tierra toda; / decid a los pueblos: "El Señor es rey, / él gobierna a los pueblos rectamente." R.
Aclamad la gloria y el poder del Señor. (Salmo 95)
2a.
Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordemos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados en Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda.
En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?" Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: "Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto." Le presentaron un denario. Él les preguntó: "¿De quién son esta cara y esta inscripción?" Le respondieron: "Del César." Entonces les replicó: "Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios."
Pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios (Mateo 22,15-21)
Los fariseos quieren atrapar a Jesús porque lo que Jesús enseña desautoriza la predicación de ellos sobre la necesidad de la estricta observancia de la Ley--enseñanza que ni ellos mismos podían cumplir. 4 min. 40 seg.
La grandeza de Dios obra, toca y transforma a través de diferentes caminos; Él no está limitado a lo que alcanzan a ver nuestros ojos o a entender nuestra mente. 6 min. 41 seg.
Peligros en la relación entre Iglesia y estado: cuando el estado intenta endiosarse, cuando la Iglesia pretende reemplazar al estado, cuando el estado quiere amordazar a la Iglesia y cuando la Iglesia denuncia solo un lado de las ideologías políticas. 5 min. 31 seg.
El señorío de Jesucristo no se limita a lo privado, a lo personal o individual; el señorío de Jesús es universal, en todas las realidades privadas y públicas, incluyendo el mundo civil y político. 9 min. 52 seg.
Haz una donación
para que esta obra continúe, y llegue a más personas! ¡La gloria sea para Dios!
1.1 ¿Se las arregla Dios para gobernar, siendo así que hay tantos que gobiernan a su antojo en esta tierra? En esa pregunta podríamos buscar el punto central de las lecturas de este domingo.
1.2 La primera lectura muestra cómo las decisiones, a primera vista caprichosas, de los reyes caldeos o persas, en últimas sirven al plan de Dios. Un rey caldeo, Nabucodonosor, deportó a los judíos; ahora un rey persa, Ciro, los devuelve a su tierra. Las dos cosas pueden ser vistas como accidentes de la política internacional, o como episodios de decisiones de la gente que tiene poder. O pueden ser leídas desde un ángulo teológico: la deportación tiene el sabor de un castigo, y el retorno es la victoria de la fidelidad de Dios y el comienzo de una nueva etapa, más humilde, para el pueblo.
1.3 Una frase que uno no esperaría encontrar en la Biblia, si podemos usar esa expresión, es aquello que Dios dice a Ciro: "Te hago poderoso, aunque tú no me conoces, para que todos sepan, de oriente a occidente, que no hay otro Dios fuera de mí." Es un modo singular de proclamar la soberanía de Dios en momentos en que el pueblo está en manos de un rey que, según los registros históricos, nunca manifestó ningún interés por la religión de unos pocos judíos. Puede parecer que es pura ilusión o contentillo mental de los judíos, pero, para segunda sorpresa nuestra, la Historia mostraría que de ese puñado brotó un mensaje de vida que llega hasta nosotros mismos.
2. El Tributo al César
2.1 El evangelio de hoy trae otro tema, sobre el cual, por cierto, ha corrido abundante tinta. Cristo es confrontado con una pregunta capciosa entre todas: ¿hay que pagar impuesto al emperador romano? Estar a favor era aprobar la ocupación extranjera; estar en contra era declararse en rebeldía contra los romanos y poder ser denunciado como amotinador. La respuesta de Jesús fue inesperada para ellos y ha servido de inspiración a muchos. En su brevedad, esta respuesta deja abiertas varias interpretaciones, todas interesantes.
2.2 Una, la más inmediata: "Hay cosas que son propias del orden temporal (lo del César) y cosas del orden espiritual (lo de Dios); hay que atender a ambos órdenes." Esto implica: las responsabilidades civiles no deben suplantar ni impedir, ni pueden ser suplantadas o impedidas por las responsabilidades que conlleva la fe. Un poco más allá, y arribamos a la teoría de los Dos Reinos de Martín Lutero, o a la separación estricta entre Iglesia y Estado.
2.3 Otra, semejante: "no está mal pagar los impuestos a quien tiene la autoridad como gobernante, pero eso no excluye aportar para el templo y el culto."
2.4 Y una última, más sutil: "Devuelvan al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios." El uso del verbo, muy fuerte, "devolver," es perfectamente lícito partiendo del verbo griego "apodídomi." En este caso, el sentido sería: "Ustedes que reciben de los romanos (tantas cosas) paguen primero por lo que reciben o no lo reciban; y con tantas cosas que de Dios reciben, den en proporción a lo que Dios les da."