St. Martin de Porres (1 of 9)

Why Do We Celebrate the Saints?

  1. We celebrate the Saints because they are living pages of the Gospel of Christ. In them we learn that the Gospel is not a fable; it is not a fairy tale but something real, as real as the bones and flesh of these heroic men and women.
  2. We celebrate them because no joy could be more justifiable. What profit is to conquer this Earth if we were to lose Heaven? The Saints are people that won the true battle and deserve the true prize.
  3. We celebrate them as a means of inspiration for each one of us. Life has been likened to a road, and as travelers we constantly need new strength, advise and direction. We get them from the Saints.

Basic Facts about St. Martin de Porres’ Early Life

  1. Martin was the son of a freed slave woman from Panama and a Spanish conquistador, who abandoned the young mother and son for many years.
  2. He was born during the Colonial period of the Spanish dominion over South America. Poverty, racism and illiteracy pressed heavily down on the young boy.
  3. He was particularly discriminated against, for he would not be seen as neither Spanish nor native south American. His neighbors would call him “Blackish Dog!” just to enrage him.

What We Can Learn from St. Martin To-day

  1. Martin was an ideal candidate for hatred and resentment. Yet neither could really grab his heart. We are not defined only by the circumstances, no matter how difficult they are.
  2. Martin is remembered as a joyful man. He had the capacity of picking the best from everybody. How did a rich man get his riches? Collecting them. To be rich in virtue we have to collect virtues, as we can find them in others. It is our choice, whether we focus our attention in the good that others have or only in their defects, faults and failures.
  3. Life is not what happens to you; is what you do with what happens to you. Many people have gone through situations similar to St. Martin’s. Most of them left no trace of their path. We are happy to celebrate someone that threw himself so completely in God’s hands, as to receive from God his victory–and a well deserved place among the Saints.

El Limbo (4 de 4)

4. Algunas consideraciones pastorales

Las palabras fundamentales en todo esto creo yo que son tres: misericordia, esperanza y caridad. Misericordia por parte de Dios, que es el fundamento de la esperanza que puede tener la Iglesia. Una esperanza que ha de ser particularmente activa porque, según lo dicho, es de la caridad de la misma Iglesia, tomada de su fuente en Cristo, de donde se hace posible la esperanza de bienaventuranza para estos infantes.

Dicho de otro modo, hay una analogía entre la situación de las almas del purgatorio y los infantes muertos sin bautismo: en ambos casos se requiere una corriente de amor desde el seno de la Iglesia peregrina que perfeccione en el orden de la gracia lo que falta tanto a unos como a otros. Esto no lo hace la Iglesia por sí misma ni sólo desde sí misma sino unida a su Esposo y Señor, y como fruto propio del Espíritu que habita en Ella.

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Cinco Minutos de Sensatez, cap. 6

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El Limbo (3 de 4)

3. ¿Por qué no el cielo, entonces?

Bueno, y si no se condenan los infantes que mueren sin bautismo, ¿no es más sencillo y directo decir que sí van al cielo, como quieren tantos teólogos actuales?

Hay razones pastorales que parecen desaconsejar notablemente que la Iglesia adopte una enseñanza semejante. Pensemos en la llamada Fecundación “In Vitro,” que como se sabe implica la producción de una serie de embriones humanos, y que a menudo deja embriones “de repuesto.” Si todos esos van para el cielo, no parecerá grave producirlos y luego desecharlos… Pronto se les unirán los abortados, los muertos por falta de alimento, y por supuesto los embriones usados para clonación: todos ellos tienen tiquete a la gloria celestial.

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36. El Desierto De Cristo

36.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

36.2. Hoy quiero meditar contigo sobre la presencia de Cristo en el desierto. Ante todo has de saber que el desierto no fue un accidente o una circunstancia temporal en la vida de Nuestro Señor. Desierto de amor rodeó su nacimiento, desierto de acogida sus palabras, desierto de gratitud su ministerio, desierta de vuestra compasión tuvo que alzarse su Cruz.

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Some Ideas about Recruiting

1. Recruit or die. There is no ‘Plan B’ once recruiting fails–besides fixing it and doing it better.

2. Recruiting is akin to selling. You have to believe in your product. Only convinced people can be convincing.

3. Do know thoroughly your ‘product.’ Do not sell illusions, yet speak openly of the positive effects of your proposal.

4. Give a face to your selling. In most cases testimonies are everything. Quote well crafted sentences especially when they come from ‘representative’ people. For example: a good quotation from a committed young man would do more than a grumbling argument about ‘fading out faith among men in modern times.’

5. Keep your language simple and straight-forward. It should require no-effort to understand the structure of your discourse and your examples or related stories should come to the point and be really ‘sticky.’ It should remain well to the front what you are proposing.

6. Know as well as possible your ‘client.’ Most people you meet are mainly or only interested in themselves. Unless you connect to their focus of interest you are just speaking to yourself.

7. Eye-contact cannot be overestimated. Even if people deny the importance of your proposal they more likely will not reject the sincerity and kindness of your message. Moreover, from their eyes you will know well how much impact you are having in them.

8. People are highly sensitive of anything that could look as accusing or condemning them. Most simply feel that their relationship to God and to the Church is not in a good state. Whatever you say should come from a real understanding of their fears, prejudices… and excuses. Speak as someone that is on their same side and fighting the same battle.

9. Be ready not only to speak but also to hear. Pay real attention to their problems and small things, even if they are not immediately related to your proposal. If you look as only concerned in completing your quota of recruiting they will notice–and act accordingly.

10. Generally speaking is not a good idea to mix inviting to a meeting and selling a particular item (say a book, a rosary, or similar). Many people will feel that in buying your small item they are also getting rid of you.

11. Do insist. Be always nice and friendly while keeping your invitation open and relevant. It is not a good idea to repeat the same words over and over but it is perfectly right to knock the door more than once. Later on, they will be grateful.

12. Pray. Pray before, during and after the meeting with your ‘clients.’ Pray always with faith, hope and utmost charity. Pray with spirit of confidence, thankfulness and keep praising the Lord, who has called you to work at his vineyard.

El Limbo (2 de 4)

2. Mínimos y máximos

Algunos teólogos recientes creen que, en cuanto al destino de los niños muertos sin bautismo, sí se puede decir más procediendo como por descarte: ¿qué es lo mínimo y qué es lo máximo que cabe esperar como respuesta a esta cuestión?

El máximo queda claro en la enseñanza oficial del Catecismo, n. 1261: “un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo.” Dicho de otra manera, el máximo es la visión beatífica como tal. ¿Hay un mínimo?

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Cinco Minutos de Sensatez, cap. 5

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No preguntes si es el viento (Un Ángel se Despide)

Si de pronto por la noche
tú escuchares esta voz,
o llegare a tu ventana
mi susurro y mi oración,
/ no preguntes si es el viento,
no preguntes si es el mar,
aunque tú no puedas verme,
junto a ti me encontrarás. /

Por el campo y el desierto,
por el valle y el trigal,
hay un canto que se escucha
y te acompaña sin cesar,
/ mas si quieres retenerlo
cuando vuelves, ya no está. /

El Limbo (1 de 4)

Uno de los temas que está tratando la Comisión Teológica Internacional por estas fechas es la enseñanza de la Iglesia Católica sobre el destino de los niños muertos sin bautizar. La tendencia en muchos teólogos contemporáneos es afirmar que esos niños gozarán de la visión beatífica (“irán al cielo”). En favor de ello se aduce que no cabe suponer que falte la misericordia de Dios, que quiere que todos se salven (1 Timoteo 2,4), ni se puede suponer que el mismo Jesús que dijo: “Dejad que los niños vengan a mí” (Lucas 18,15-16) vaya a rechazarlos, incluso si carecen de bautismo, pues ciertamente estaban sin bautizar los que él atrajo en ese pasaje del Evangelio.

Para examinar esa respuesta hay varias cosas a tener en cuenta. Primero, que la Escritura no trata expresamente del problema en su singularidad: niños anteriores al uso de razón que mueren sin ser bautizados. Segundo, que hay elementos en la tradición que no van en la dirección contemporánea, sino todo lo contrario: El Segundo Concilio de Lyon (1274) y el Concilio de Florencia (1438-45) explícitamente definen que aquellos que mueren con “sólo el pecado original” no alcanzan el cielo. Ese parecería ser el caso exacto de los niños muertos sin bautizar.

En tercer lugar, hay una doctrina previa, que es la del limbo. Aunque nunca ha sido definida dogmáticamente ha tenido un lugar importante en la enseñanza de la Iglesia, quizá por ser la respuesta de la “gran escolástica” con Santo Tomás a la cabeza. Para este modelo de teólogos, el limbo sería un lugar de una felicidad natural, sin la visión beatífica pero con un conocimiento natural sobre Dios, como el que pueden alcanzar las solas fuerzas de la naturaleza humana, es decir, sin la acción de la gracia.

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35. Sed Perfectos

35.1. Sobre las ruinas desoladas del mundo, después de que todo haya sucedido, podrás contemplar aún a los Ángeles. Nosotros somos como el marco que rodea la creación visible, en todo sentido. No debes decir que allí donde lo visible alcanza su límite empieza Dios, porque, por una parte, lo visible ya le manifiesta, y por otra, lo invisible no le oculta.

35.2. Hay, es verdad, una jerarquía en los seres, una jerarquía que no termina en lo que ven vuestros ojos. En el Universo, obra de Dios, esa jerarquía comprende también lo que nosotros los Ángeles somos, hasta los más altos y perfectos, a quienes la Iglesia suele llamar «Serafines».

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Towards Contemplation through Admiration

A friend of mine, who also taught me Christology, when I entered the Order, used to say: “We have teachers, we lack Spiritual Guides.” There is a lot of discussion about Spiritual Direction in the context of the Dominican Order and I will not tackle that problem. My approach tonight is a simpler one: Is there anything practical we can do to improve our spiritual life? Can we get any closer to the great joys and magnificent riches we have been told regarding a contemplative life? My personal conviction is that we can give a decisive “yes” to these two questions.
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Mitos Modernos

Dios me ha permitido vivir lo suficiente como para ver caer algunos de los mitos culturales que hacían furor cuando yo era niño. En aquella época, digamos hace treinta años, la energía nuclear todavía se miraba como la opción maravillosa para satisfacer todas las demandas energéticas del mundo. Poco después, el despertar de la conciencia ecológica puso las cosas en perspectiva. Pronto llegó Chernobyl, la Guerra Fría cedió y declinó dejando tras de sí sólo una cosa clara: la fuerza del átomo no es neutra. Lo que suceda en la política sucederá con los isótopos y las bombas nucleares. El resultado neto de todo ello fue el mito cultural que decía: “Estamos a punto de solucionar los problemas de la energía” cayó por tierra.

Lo que más me llama la atención de esta clase de ideas compartidas es que se vuelven dogmas tácitos. Son “verdades” de tal obviedad que pocos se atreven a cuestionarlas. Uno llega casi a “vivir” dentro de esas afirmaciones, no importa cuán disparatadas aparezcan después, cuando la fiebre colectiva pasa. Supongo yo que es el mismo tipo de “embrujo”que logran conseguir líderes como Hitler: naciones enteras pierden la capacidad de criticar lo que se dice, y las pocas voces aisladas sólo pueden naufragar en un mar de consenso, aplausos abiertos, temores tácitos y ventajas parciales de las que muchos logran sacar provecho.

También en términos de tecnología, hace treinta años se veía de otra manera la exploración del espacio. Mi generación alcanzó a pensar que moriríamos viendo cómo ya florecían grandes colonias de seres humanos en inmensas ciudadelas espaciales. Pero ellas no despegaron del suelo como tampoco lo hicieron los carros voladores que, si existen, deben estar bien parqueados en un garaje de abastecimiento nuclear.

Todo ello, si uno lo piensa juicio, sólo puede llevar a una pregunta: ¿Y cuáles son nuestros actuales engaños? ¿O es que vamos a dejarnos engañar tanto que ya creemos que en nuestra época no hay más mitos culturales? Me he puesto en la tarea de revisar literalmente centenares de fuentes de información, desde agencias de noticias hasta avisos comerciales en la televisión; desde debates con grandes pensadores hasta videos de la recientemente adquirida YouTube. Hice una lista. Lo que siguen los Doce Mitos Contemporáneos. De acuerdo con las peticiones que aparezcan en los comentarios a este post, iré desarrollando uno por uno de ellos.
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Cinco Minutos de Sensatez, cap. 4

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Por la noche

Por la noche
yo miro las estrellas,
y mil palabras nuevas
se agolpan en mi voz.

Por la noche
mi mente busca a tientas
y escribe, canta y sueña
danzando para Dios.

En la noche
hay un mensaje nuevo,
pues de noche
la luz es interior.
/ ¡En la noche, Señor,
en la noche…
tu Palabra de fuego yo soy! /

Por la noche
mi corazón te espera,
Jesús, hasta que vuelvas
a recoger mi amor.

Por la noche
no duermo si tú velas,
ni callo hasta que vengas
en tu gloria, Señor.