79.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
79.2. En alguna ocasión en que acababas de confesarte te dije que olías a Jesucristo; hoy que también te has confesado te lo repito, pero quiero comentarte un poco qué significa esta expresión.
79.3. El olor o aroma de una persona es la señal de su presencia próxima. Nota cómo Dios hizo que por el mismo órgano que recibe el aire vital llegan los olores y fragancias. Así lo quiso el Creador porque a menudo un mal olor es señal de un peligro mortal, como cuando un alimento descompuesto impide con su hedor que alguien lo coma.

Lo que hoy conocemos como ciencia quizás debería ser visto más como un fenómeno social que otra cosa. Este enfoque debe unirse a otros dos posibles y más frecuentes, a saber, aquel que mira a la ciencia como un cuerpo de conocimientos y aquel que juzga de la ciencia como un método de acceso a la realidad, el ser o la verdad.
78.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.