Meditaciones de Fr. Rufino María Grández, un enamorado de Dios y de su Palabra.
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Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
El ser interior de María ha sido tomado y transformado por Dios, que ha querido servirnos la salvación; por eso Ella se vuelve servidora amantísima, y mensajera del amor que ha recibido.
El secreto del adviento consiste en tener hambre y certeza de Cristo a la vez.
No importa qué tan lejos te ha extraviado el pecado; de allí puede sacarte la mano de tu Dios.
No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad. – Aristóteles
La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad. – Epicteto de Frigia
Los que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error. – San Agustín
La verdad no se deja impresionar por gritos. – Rabindranath Tagore
Media humanidad lucha por encontrar la verdad; la otra media, por ocultar la verdad encontrada. – Anónima
Capacidad de escucha; sentido de obediencia y de lo hay que hacer; luz para reconocer las necesidades y aportar a su solución; una boca abierta para contar las maravillas de Dios, y cerrada para agrandar el reino del mal; un corazón dispuesto a leer la vida y ver el paso de Dios en ella: cinco lecciones preciosas de un adviento y de una vida cerca de la Virgen Madre de Jesús.
Nuestro Dios es capaz de ofrecer bienes que son tan grandes que cuesta trabajo creer que son verdad.
La revista Time escogió como “personaje del año” a los miles o millones de personas que durante el 2011 han expresado su rabia, frustración, indignación frente al modelo de economía, de política e incluso de sociedad que se han impuesto como estándar por todas partes.
Es curioso el nombre que dicho movimiento, por ahora bastante anárquico y acápite, ha tomado en el mundo anglosajón. De lo que se trata es de “ocupar” (occupy) lugares emblemáticos del mundo financiero y del poder, como decir la muy famosa Wall Street. “Ocupar” que en el fondo quiere decir “reclamar,” recuperar, tomar de nuevo en posesión algo que se ha enajenado en manos de tecnócratas y burócratas.
Se diría que la gente se siente globalmente estafada y desposeída, y de un modo tentativo, y bastante manipulable, para ser sinceros, despierta de ese sueño adolescente llamado “postmodernidad.” Al fin resultó que los “grandes relatos” sí hacen falta, como podía esperarse, porque no se maneja una economía global con relatos locales.
La gran paradoja es que la gente quiere un sistema objetivamente más justo y a la vez no quiere sacrificar una concepción completamente subjetiva del bien y del mal. Esa contradicción interna despierta vandalismo pero es incapaz de construir algo firme.
Es hora entonces de buscar cimientos más consistentes. Es hora de preguntarse de nuevo, y con mayor seriedad que nunca por lo verdadero, por lo bueno, por lo duradero; también por lo santo.
El origen de Cristo se remonta a tiempos antiguos. Mucho antes de María, el pueblo entero estaba “embarazado” del Mesías, en virtud de la promesa que Dios hizo al rey David, por boca de Natán.
47. El bienestar de la persona y de la sociedad humana y cristiana está estrechamente ligado a la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar. Por eso los cristianos, junto con todos lo que tienen en gran estima a esta comunidad, se alegran sinceramente de los varios medios que permiten hoy a los hombres avanzar en el fomento de esta comunidad de amor y en el respeto a la vida y que ayudan a los esposos y padres en el cumplimiento de su excelsa misión; de ellos esperan, además, los mejores resultados y se afanan por promoverlos.
Sin embargo, la dignidad de esta institución no brilla en todas partes con el mismo esplendor, puesto que está oscurecida por la poligamia, la epidemia del divorcio, el llamado amor libre y otras deformaciones; es más, el amor matrimonial queda frecuentemente profanado por el egoísmo, el hedonismo y los usos ilícitos contra la generación. Por otra parte, la actual situación económico, social-psicológica y civil son origen de fuertes perturbaciones para la familia. En determinadas regiones del universo, finalmente, se observan con preocupación los problemas nacidos del incremento demográfico. Todo lo cual suscita angustia en las conciencias. Y, sin embargo, un hecho muestra bien el vigor y la solidez de la institución matrimonial y familiar: las profundas transformaciones de la sociedad contemporánea, a pesar de las dificultades a que han dado origen, con muchísima frecuencia manifiestan, de varios modos, la verdadera naturaleza de tal institución.
Por tanto el Concilio, con la exposición más clara de algunos puntos capitales de la doctrina de la Iglesia, pretende iluminar y fortalecer a los cristianos y a todos los hombres que se esfuerzan por garantizar y promover la intrínseca dignidad del estado matrimonial y su valor eximio.
[Constitución Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II, n. 47]
Hoy empieza la segunda parte del adviento. La primera estaba centrada en el retorno de Cristo. A partir del 17 de diciembre el adviento mira más a celebrar la memoria del Nacimiento del Señor.
“Catedrático de filosofía budista en la Universidad de Bristol y budista practicante, ha sido durante más de 30 años una de las principales autoridades académicas sobre budismo en el Reino Unido. Pero en 1999 se convirtió al catolicismo, al reflexionar sobre el karma y la vida tras la muerte…”
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Al concluir una breve homilía, el sacerdote señala:
Nos visita una hermana consagrada, una misionera apóstol de la Palabra, que quiere compartir un breve tema con nosotros: ¿Podemos tener y venerar las imágenes de Jesús y de los santos?
Hermana consagrada:
Estimados hermanos: ¿Qué piensan ustedes? ¿Podemos tener y venerar las imágenes de Jesús y de los santos? ¿Qué dirá la Biblia al respecto?
Una católica confundida levanta la mano y, desde su lugar, responde:
Yo creo que no debemos tenerlas, ni mucho menos venerarlas, hermana. Yo soy católica de hueso colorado, pero tengo una prima evangélica que me mostró este pasaje bíblico muy claro:
No te harás estatua ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, abajo, en la tierra, y en las aguas debajo de la tierra. No te postres ante esos dioses, ni les sirvas, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso (Ex 20, 4-5).
Para mí es un texto muy claro. Aclaro que yo soy católica, pero desde que leí este texto ya no tengo imágenes y pienso que todos los católicos debemos desecharlas.
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