Nueva pagina de la Congregacion para la Doctrina de la Fe

“La Congregación para la Doctrina de la Fe, originalmente llamada Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición, fue fundada por Pablo III en 1542 con la Constitución “Licet ab initio”, para defender a la Iglesia de las herejías. Es la más antigua de las nueve Congregaciones de la Curia. En 1908, el Papa San Pío X cambió su nombre por el de Sagrada Congregación del Santo Oficio. Finalmente, en 1965, recibió el nombre actual bajo el Pontificado de Pablo VI. Hoy, según el Artículo 48 de la Constitución Apostólica sobre la Curia Romana “Pastor bonus”, promulgada por el Santo Padre Juan Pablo II el 28 de junio de 1988, «la tarea propia de la Congregación para la Doctrina de la Fe es promover y tutelar la doctrina de la fe y la moral en todo el mundo católico. Por esta razón, todo aquello que, de alguna manera toca este tema, cae bajo su competencia»…”

CDF

Click!

No comparto la postura de Gelabert sobre Torres Queiruga

Lo que sigue es mi comentario a esta entrada del blog Nihil Obstat de los Dominicos Españoles. La entrada que comento fue escrita por Martín Gelabert Ballester, OP.


Hubiera apreciado mucho que Gelabert hubiera dado alguna respuesta a las objeciones fundamentadas que presenta la reciente Notificación de la Conferencia Episcopal Española. Lo que aquí escribe mi estimado hermano de Orden parece diseñado simplemente para que sintamos conmiseración o indignación, pero falta responder a los interrogantes que quedan planteados.

La palabra “pluralismo” no es un talismán que disuelva automáticamente las contradicciones. Tampoco parece firme sugerir que el esfuerzo sostenido “de toda una vida” es prueba anticipada de acierto en el fondo o la forma de un autor. Eso hay que verlo en puntos específicos pues en asuntos de exposición de la fe no todo es materia de discusión.

De hecho, la Notificación presenta algunos de esos puntos específicos; es en ellos en los que hay que mostrar si Queiruga abraza y expone la fe de la Iglesia Católica o no. Un ejemplo. ¿El “caer en la cuenta” de Queiruga es coherente con la conciencia de la Iglesia sobre la relación entre la predicación y la fe, por una parte, y entre la fe y el Don gratuito del Espíritu, por otra parte?

Si alguien me predica; si el Espíritu “viene” o “desciende” (imágenes imperfectas de una realidad que en todo caso no nace “adentro”), entonces llegar a creer no es un avance de la mente perspicaz solamente. No es deducible. Como Queiruga no ha publicado otra noción sobre la revelación sino la que es analizada en la Notificación citada, es correcto y respetuoso decir que este es uno de “los elementos de la fe de la Iglesia que quedan distorsionados en los escritos del profesor Torres Queiruga” Llamemos las cosas por su nombre, que eso es servicio a la Iglesia y a la verdad.

Esparcir las cenizas no es cristiano

“La segunda edición en lengua italiana del «Rito de las exequias», publicada por la Librería Editrice Vaticana, fue presentada recientemente en la sede de Radio Vaticana. En la nueva edición se han revisado, entre otras cosas, todos los textos bíblicos y de oración. La novedad más significativa la constituye el apéndice dedicado a las exequias en caso de cremación. La Iglesia no aprueba que se esparzan las cenizas de los finados y considera que tal práctica no es coherente con la fe cristiana…”

nada de esparcir cenizas

Click!

Religion (06)

Dios es el gran silencio del infinito. El mundo entero habla de Él y para Él. Nada de lo que se diga lo representa tan bien como su silencio y su calma eterna. – Eliphas Lévi

Algunos de los mejores regalos de Dios son las plegarias sin respuesta. – Garth Brooks

Dios: lo más evidente y lo más misterioso. – Herni Dominique Lacordaire

La religión cristiana, que parece no tiene por objeto más que la felicidad de la otra vida, nos hace también dichosos en ésta. – Montesquieu

Dios es tal, que todo lo que el hizo, comparado con él, es como si no existiese. – Mariano Aguiló

Carta para la Semana Santa 2012

1. Motivo de consuelo

El reciente viaje de Su Santidad Benedicto XVI a México y Cuba ha sido, por muchas razones, un motivo de consuelo. El proverbial afecto mexicano hacia el Sucesor de Pedro, la espontánea alegría de las multitudes, el mensaje de espiritualidad, lucidez y esperanza que dejó el Papa, todo fue como un inmenso respiro para la querida nación mexicana, y también un tiempo de gozo y solaz para quienes seguimos esas breves horas, en sus distintos escenarios.

Y luego, Cuba. Ver al Vicario de Cristo pronunciar la despedida al marxismo como lectura de la realidad, y ver que eso sucede ante cientos de miles de hombres y mujeres que fueron pastoreados por el ateísmo comunista es motivo para celebrar el dulce poder de Cristo, y del “Dulce Cristo en la Tierra” como le llamaba Santa Catalina de Siena. La entrevista con Fidel Castro no puede valorarse poco, sabiendo como sabemos, que el ex-dictador es todavía un punto de referencia para generaciones enteras de cubanos que sinceramente defienden los bienes que la revolución les ha traído. Más allá de los límites de la isla, los revolucionarios que digan inspirarse en el ejemplo cubano no podrán olvidar que Castro dijo sentirse feliz de recibir a “Su Excelencia” el Papa.

2. Motivo de preocupación

Al mismo tiempo, este año 2012 trae su propia carga de angustias. Señalemos algunas a nivel global:

2.1 En Siria el desangre continúa, y lo peor es que cabe dudar que un cambio de régimen mejore la situación para los cristianos, cada vez vistos más como ajenos e intrusos en el Medio oriente.

2.2 La insistencia de Corea del Norte en lanzar su satélite y la oposición internacional a semejante proyecto vuelven a aumentar la tensión en el Sudeste Asiático. Las prácticas militares no cesan.

2.3 La sombra de la recesión no se aparte del norte de Europa, incluyendo Irlanda y el Reino Unido. España, Italia y Grecia, de distintos modos, envían sus señales de alarma y profundo descontento.

2.4 En Estados Unidos, este año será recordado como el de la descarada persecución en contra de la libertad de conciencia y de fe. La administración Obama realmente quiere imponer leyes que obligan a violentar la propia convicción religiosa. Los obispos se han unido y han liderado las manifestaciones en contra de este abuso pero los resultados son todavía inciertos.

2.5 En términos de nuestra Iglesia, duele constatar que instituciones católicas siguen ofreciendo el contenido de la fe como si fuera un supermercado. Sé de sacerdotes que consideran más relajantes los mantras que las jaculatorias. Sé de teólogos que predican sonrientes la desobediencia al Magisterio en temas de sexualidad humana. Uno siente que las heridas más profundas y dolorosas están adentro de la Iglesia.

2.6 Se extiende más y más, por todas partes, el sofisma de que la religión en público es una ofensa a los que piensan distinto. Con ese engaño espantoso se pretende recluir la práctica de la fe a la insignificancia y al solo ámbito de la vida privada.

2.7 Los enemigos de la vida naciente han logrado avanzar un poco, para vergüenza de todos, en el escenario internacional de la ONU y en naciones como Argentina.

3. Motivo de esperanza

Nuestra mirada está en Cristo. Recordamos siempre lo que dijo San Agustín, basándose en el salmo 129 (128) en alusión a la Iglesia: “Cuánta guerra me han hecho desde mi juventud…” La Iglesia no nació en la serenidad de un sillón de filósofo, ni en la dulce contemplación de un paisaje arrobador. Nació de la Sangre del Hijo de Dios, sacrificado por nuestra causa, porque somos unos pecadores necesitados de redención.

Nuestra mirada está en Cristo. El trigo triturado para hacer el pan que se consagra en el altar nos recuerda que ningún paso estrecho, ningún dolor extremo, ninguna traición repugnante, ninguna crueldad y ninguna amenaza toman por sorpresa a Dios. En adoración al Amor de los Amores; en gratitud al Cristo que nos alimenta y alienta con su propio Espíritu, sabemos que ya nos contemplan los cristianos de los siglos venideros, y ya su mirada nos pregunta si hemos elegido hasta el fondo ser de Cristo. esta Pascua es el tiempo para decir: SÍ, cristiano soy, por la gracia de Dios; cristiano de fe completa, de Biblia no mutilada, de exquisita y gozosa fidelidad a Aquel que nos confirma en la fe: el Papa, a quien Dios otorgue abundantísima bendición.

El derecho a la cultura

60. Hoy día es posible liberar a muchísimos hombres de la miseria de la ignorancia. Por ello, uno de los deberes más propios de nuestra época, sobre todo de los cristianos, es el de trabajar con ahínco para que tanto en la economía como en la política, así en el campo nacional como en el internacional, se den las normas fundamentales para que se reconozca en todas partes y se haga efectivo el derecho a todos a la cultura, exigido por la dignidad de la persona, sin distinción de raza, sexo, nacionalidad, religión o condición social. Es preciso, por lo mismo, procurar a todos una cantidad suficiente de bienes culturales, principalmente de los que constituyen la llamada cultura “básica”, a fin de evitar que un gran número de hombres se vea impedido, por su ignorancia y por su falta de iniciativa, de prestar su cooperación auténticamente humana al bien común.

Se debe tender a que quienes están bien dotados intelectualmente tengan la posibilidad de llegar a los estudios superiores; y ello de tal forma que, en la medida de lo posible, puedan desempeñar en la sociedad las funciones, tareas y servicios que correspondan a su aptitud natural y a la competencia adquirida. Así podrán todos los hombres y todos los grupos sociales de cada pueblo alcanzar el pleno desarrollo de su vida cultural de acuerdo con sus cualidades y sus propias tradiciones.

Es preciso, además, hacer todo lo posible para que cada cual adquiera conciencia del derecho que tiene a la cultura y del deber que sobre él pesa de cultivarse a sí mismo y de ayudar a los demás. Hay a veces situaciones en la vida laboral que impiden el esfuerzo de superación cultural del hombre y destruyen en éste el afán por la cultura. Esto se aplica de modo especial a los agricultores y a los obreros, a los cuales es preciso procurar tales condiciones de trabajo, que, lejos de impedir su cultura humana, la fomenten. Las mujeres ya actúan en casi todos los campos de la vida, pero es conveniente que puedan asumir con plenitud su papel según su propia naturaleza. Todos deben contribuir a que se reconozca y promueva la propia y necesaria participación de la mujer en la vida cultural.

[Constitución Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II, n. 60]