A ojos de Cristo no hay sanos y enfermos, sino enfermos que ya lo saben y enfermos que prefieren ignorar su enfermedad.
Preciosos testimonios de generosidad
“El Abuelo Dobri ha ayudado, además, a numerosas personas e instituciones: pagó las facturas de los servicios públicos de un orfanato, que estaba a punto de quedarse sin calefacción y sin luz. También ayuda a las personas sin hogar. Sin embargo, nunca se conocerán todas las buenas acciones del anciano porque nunca habla de ellas…”
Click!
Décima Lección sobre el martirio
Lección Décima
Honores rendidos a los mártires
La sepultura concedida
Ha terminado el drama trágico del martirio, y la muchedumbre se aleja embargada de sentimientos muy diversos: unos contentos y satisfechos, otros tristes y preocupados, algunos conmovidos…
Pero junto a los restos del mártir queda un grupo de familiares, amigos o hermanos en la fe. La ley disponía que aquellos restos lastimosos fueran entregados a quien los reclamara.
«Los cuerpos de los ajusticiados se deben entregar a quien los pida para enterrarlos» (Pablo, Digesto XLVIII, XXIV,3). «Los cadáveres de los decapitados no se deben negar a los parientes. Las cenizas y huesos de los ejecutados por el fuego se pueden recoger y depositar en un sepulcro» (Ulpiano, ib. 1).
A ejemplo de José de Arimatea, que pide a Pilato el cuerpo del Salvador (Mt 27, 57-58), los fieles cristianos piden a los magistrados los cuerpos de sus hermanos martirizados. Y aún durante las mismas persecuciones, se hacen a los mártires solemnes exequias.
Cuando en Cartago fue decapitado el obispo San Cipriano, los fieles lo sepultaron de modo provisional cerca del lugar de su ejecución. Pero por la tarde, fueron a buscarlo clero y fieles, y en procesión solemne, con cirios y antorchas, cantando himnos de victoria -cum cereis et scolacibus, cum voto et triumpho- , lo trasladaron a una posesión del procurador Macrobio Condidiano, junto a un camino que llamaban «la vía de los sepulcros», y allí recibió sepultura definitiva.
LA GRACIA del Jueves 4 de Julio de 2013
De las cosas que la gente aprendió de Cristo es que Dios sí puede dar a los hombres poder para perdonar.
Esclavos del celular
Conocerse
Fray Nelson> He seguido sus predicaciones y veo que con frecuencia habla de conocerse a uno mismo. Soy una persona ya un poco mayor y sin embargo no tengo claro a qué se refiere exactamente. ¿Puede darme unas “píldoras” de qué significa ese conocimiento de sí, por favor? Dios se lo ha de pagar. –N.F.
* * *
Precisamente hace poco escribí algunas de esas píldoras en forma de “tweets,” y aquí los comparto:
- La mayor parte del #conocerse consiste en desprenderse de lo que uno creía que era, sabía o podía.
- Pocos jóvenes encontrarás que se conozcan bien a sí mismos; y pocos ancianos que no hayan llegado a #conocerse por fuerza de la vida.
- Tan fácil es #conocerse en la necesidad, como difícil, y casi digo imposible, en la abundancia.
- La tentación y la prueba, bien lo dice la Escritura, no han de ser antesala del pecado sino camino al verdadero #conocerse.
- Si de #conocerse se trata, recuerda que los muros y cerrojos que tanto te protegen también acortan tu vista y achican tu horizonte.
- En la escuela del verdadero #conocerse en Dios está el principio y cimiento de la vida espiritual, enseña Santa Catalina de Siena.
- El que ha llegado a #conocerse bien ya tiene claves para comprender, compadecer y servir a todos los corazones.
- No llega uno a #conocerse sin unas cuantas decepciones; es un proceso de humildad, que te hermana a la Cruz de tu Señor.
- Conocerse no es todavía la meta: es sólo el comienzo para asomarse a la incalculable de la misericordia y la sabiduría de Dios.
LA GRACIA del Miercoles 3 de Julio de 2013
FIESTA DEL APÓSTOL SANTO TOMÁS
¿Por qué es más perfecto creer sin haber visto?
LA GRACIA del Viernes 19 de Julio de 2013
La afirmación de Cristo como señor del sábado tiene carácter de epifanía de su naturaleza divina.
LA GRACIA del Martes 2 de Julio de 2013
Cristo llama cobardes a sus discípulos porque no echan mano de sus armas espirituales.
Colección de videos educativos
La Misa
La Misa es larga, dices, y añado yo: porque tu amor es corto.
¿No es raro que muchos cristianos, pausados y hasta solemnes para la vida de relación (no tienen prisa), para sus poco activas actuaciones profesionales, para la mesa y para el descanso (tampoco tienen prisa), se sientan urgidos y urjan al Sacerdote, en su afán de recortar, de apresurar el tiempo dedicado al Sacrificio Santísimo del Altar?
“¡Tratádmelo bien, tratádmelo bien!”, decía, entre lágrimas, un anciano Prelado a los nuevos Sacerdotes que acababa de ordenar. -¡Señor!: ¡Quién me diera voces y autoridad para clamar de este modo al oído y al corazón de muchos cristianos, de muchos!
Humildad de Jesús: en Belén, en Nazaret, en el Calvario… -Pero más humillación y más anonadamiento en la Hostia Santísima: más que en el establo, y que en Nazaret y que en la Cruz. Por eso, ¡qué obligado estoy a amar la Misa! (“Nuestra” Misa, Jesús…)
ESCUCHA, Toda la fe a todos
El gran mensaje de la Fiesta de los Apóstoles Pedro y Pablo: es misión fundamental de la Iglesia transmitir toda la fe a todos los hombres.
LA GRACIA del Lunes 1 de Julio de 2013
Bien entendidas, la pobreza y la precariedad son fortaleza porque enseñan a no depender.
Claves para crecer en pareja
“El amor no es algo abstracto. Quizá comenzó como un corazón grabado en el tronco de un árbol (un icono es el dibujo de la abstracción), pero sólo se hizo real cuando conformó un proyecto de vida común que va creciendo a base de pequeñas hazañas cotidianas. Son tal vez minúsculas, pero decisivas para mantener encendida la llama de ese amor que nació con vocación de ser para siempre. La vida en pareja es de esas realidades que, si no crecen, mueren. No basta con repasar de vez en cuando con la punta de la navaja aquel corazón tatuado, aunque también hay que hacerlo, sino, sobre todo, hay que ir regando el árbol todos los días, abonándolo periódicamente, podándolo en temporada y cuidándolo siempre…”
Click!
Muchos piensan del sacerdote…
Doce reflexiones sobre ideas incompletas o deformadas sobre el sacerdocio.
Muchos piensan del sacerdote que si confiesa bien eso significa que le fascina confesar.
Muchos piensan del sacerdote que si eligió el celibato es que le encanta la soledad.
Muchos piensan del sacerdote que basta con que cumpla su tarea y función; no se dan cuenta que así lo empujan a volverse sólo un funcionario.
Muchos piensan del sacerdote que su compasión y misericordia implican que no incomode hablando del pecado, mucho menos al pecador.
Muchos piensan del sacerdote que la única manera de saberlo “cercano” es sentirlo “cómplice.”
Muchos piensan del sacerdote que su autoridad termina cuando termina la liturgia que celebra.
Muchos piensan del sacerdote que su gran deber es gustar y caer bien; y luego volverse prescindible, encarcelado en lo políticamente correcto.
Muchos piensan del sacerdote que su vocación es un oficio más, y la liturgia, una repetición que cualquiera puede seguir haciendo.
Muchos piensan del sacerdote que si su vida es difícil de entender es porque está haciendo algo fundamentalmente errado o dañado.
Muchos piensan del sacerdote que si se siente mal es culpa suya o de su Iglesia, y que por tanto todo su dolor es buscado.
Muchos piensan del sacerdote con ojos que les da el demonio, el mundo o la carne, y así poco ven y nada entienden.
Muchos piensan del sacerdote mucho de lo dicho; pero hay también almas profundamente eucarísticas que perciben el misterio en el ministerio.
ESCUCHA, Aprender a ayudarle a Dios
Para disponerse a servir a Dios se requiere conocimiento de sí y pureza de intención.




