El comienzo de un nuevo camino

87 La locución doctrina social se remonta a Pío XI [Cf. Pío XI, Carta enc. Quadragesimo anno: AAS 23 (1931) 179; Pío XII, en el Radiomensaje por el 50º aniversario de la « Rerum novarum »: AAS 33 (1941) 197, habla de « doctrina social católica » y en la Exh. ap. Menti nostrae, del 23 de septiembre de 1950: AAS 42 (1950) 657, de « doctrina social de la Iglesia ». Juan XXIII conserva las expresiones « doctrina social de la Iglesia » (Carta enc. Mater et magistra: AAS 53 [1961] 453; Carta enc. Pacem in terris: AAS 55 [1963] 300-301) « doctrina social cristiana » (Carta enc. Mater et magistra: AAS 53 [1961] 453), o « doctrina social católica » (Carta enc. Mater et magistra: AAS 53 [1961] 454)] y designa el « corpus » doctrinal relativo a temas de relevancia social que, a partir de la encíclica « Rerum novarum » [Cf. León XIII, Carta enc. Rerum novarum: Acta Leonis XIII, 11 (1892) 97-144] de León XIII, se ha desarrollado en la Iglesia a través del Magisterio de los Romanos Pontífices y de los Obispos en comunión con ellos.[Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Laborem exercens, 3: AAS 73 (1981) 583-584; Id., Carta enc. Sollicitudo rei socialis, 1: AAS 80 (1988) 513-514] La solicitud social no ha tenido ciertamente inicio con ese documento, porque la Iglesia no se ha desinteresado jamás de la sociedad; sin embargo, la encíclica « Rerum novarum » da inicio a un nuevo camino: injertándose en una tradición plurisecular, marca un nuevo inicio y un desarrollo sustancial de la enseñanza en campo social.[Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2421]

En su continua atención por el hombre en la sociedad, la Iglesia ha acumulado así un rico patrimonio doctrinal. Éste tiene sus raíces en la Sagrada Escritura, especialmente en el Evangelio y en los escritos apostólicos, y ha tomado forma y cuerpo a partir de los Padres de la Iglesia y de los grandes Doctores del Medioevo, constituyendo una doctrina en la cual, aun sin intervenciones explícitas y directas a nivel magisterial, la Iglesia se ha ido reconociendo progresivamente.

88 Los eventos de naturaleza económica que se produjeron en el siglo XIX tuvieron consecuencias sociales, políticas y culturales devastadoras. Los acontecimientos vinculados a la revolución industrial trastornaron estructuras sociales seculares, ocasionando graves problemas de justicia y dando lugar a la primera gran cuestión social, la cuestión obrera, causada por el conflicto entre capital y trabajo. Ante un cuadro semejante la Iglesia advirtió la necesidad de intervenir en modo nuevo: las « res novae », constituidas por aquellos eventos, representaban un desafío para su enseñanza y motivaban una especial solicitud pastoral hacia ingentes masas de hombres y mujeres. Era necesario un renovado discernimiento de la situación, capaz de delinear soluciones apropiadas a problemas inusitados e inexplorados.

Este Compendio se publica íntegramente, por entregas, aquí.

ESCUCHA, Palabras para el LX Aniversario del Convento de Santo Domingo de Bogotá

La vocación de un convento

Cronología

  • 4 de Agosto de 1953: Inauguración. (del 4 al 7 de Agosto de 1952 se tuvo el Primer Congreso de Familia Dominicana). Los estudios de filosofía y teología se trasladaron de Chiquinquirá a Bogotá. El primer prior fue el Padre Enrique Higuera, O.P.

El año 1953 fue particularmente fecundo en iniciativas y realizaciones:
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¿Para qué sirve un noviciado?

¿Qué busca, qué quiere… un joven que llama a las puertas de un convento dominicano? Al concluir el prenoviciado, si la decisión es firme y la vocación dominicana ha encontrado sentido, se inicia el noviciado. El ensayo ha concluido y los pasos que se dan tienen ya una orientación clara.

Es Dios quien llama a la vida religiosa, en este caso a la vida dominicana, y quien, a través de la acción del Espíritu, actúa en lo más secreto del corazón; es fundamental reconocer su presencia y su acción en cada momento.

El noviciado es decir “aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”, es un tiempo de retiro de toda actividad habitual, dispuesto y disponible para el Señor y para la Orden Dominicana…

Se trata, pues, de conocer, profundizar, aclarar, probar, “echar los cimientos, buscar la roca sobre la que construir…” esa vocación con pasión y con compasión de Dios y de los hermanos, para no convertirnos en meros vendedores de palabras y deseos. De ahí que también tengamos que conocer los elementos que van a alimentar la vida dominicana. Todo con “la misericordia de Dios y la de la comunidad de los frailes dominicos” que nos acogen. Esas son las palabras con las que se inicia el noviciado y se viste el hábito blanco y negro de Santo Domingo de Guzmán.

Se ha dicho que en el noviciado se trata “de configurar el disco duro del novicio al sistema operativo del instituto religioso”, pero aquí no se trata de manipular y cambiar la persona que viene con toda su buena disposición y afán de búsqueda de los caminos del Señor, sino de ofrecerle una forma de vivir el Evangelio conforme al espíritu y carisma de Domingo de Guzmán.

Y, mientras, la Orden de Predicadores tratará de conocer a quien quiere formar parte de ella, a la vez que ella se da a conocer a quien desea formar parte de la misma. [Texto de Ser Fraile Dominico]

¿Has probado nuestros laudes y vísperas?

En este enlace encuentras la oración la mañana, LAUDES, para cada día:

http://is.gd/laudes

Y en este encuentras la oración de la tarde, VÍSPERAS, para cada día:

http://is.gd/visperas

Esos enlaces se actualizan automáticamente cada día. Pero si no aparecen con la fecha correcta, prueba hacer Ctrol-F5 en tu navegador.

Mantener esa oración diaria supone un esfuerzo grande, y este sistema está en periodo de prueba. Por eso necesitamos saber si lo has probado y si les ves utilidad y futuro en tu vida.

¡Bendiciones!