Propositos

¡Eres tan joven! -Me pareces un barco que emprende la marcha. -Esa ligera desviación de ahora, si no la corriges, hará que al final no llegues a puerto.

Haz pocos propósitos. -Haz propósitos concretos. -Y cúmplelos con la ayuda de Dios.

¡Mañana!: alguna vez es prudencia; muchas veces es el adverbio de los vencidos.

Haz este propósito determinado y firme: acordarte, cuando te den honras y alabanzas, de aquello que te avergüenza y sonroja. Esto es tuyo; la alabanza y la gloria, de Dios.

Pórtate bien “ahora”, sin acordarte de “ayer”, que ya pasó, y sin preocuparte de “mañana”, que no sabes si llegará para ti.

Más pensamientos de San Josemaría.

Orden. Un poco de orden.

¿Por qué te duelen esas equivocadas suposiciones que de ti comentan? -Persevera en el bien, y encógete de hombros.

¿No crees que la igualdad, tal como la entienden, es sinónimo de injusticia?

¿Por qué, al juzgar a los demás, pones en tu crítica el amargor de tus propios fracasos?

Frecuenta el trato del Espíritu Santo -el Gran Desconocido- que es quien te ha de santificar. No olvides que eres templo de Dios. -El Paráclito está en el centro de tu alma: óyele y atiende dócilmente sus inspiraciones.

No estorbes la obra del Paráclito: únete a Cristo, para purificarte, y siente, con El, los insultos, y los salivazos, y los bofetones…, y las espinas, y el peso de la cruz…, y los hierros rompiendo tu carne, y las ansias de una muerte en desamparo… Y métete en el costado abierto de Nuestro Señor Jesús hasta hallar cobijo seguro en su llagado Corazón.

¡Qué poca finura de espíritu -y qué falta de respeto- supone dedicar bromas y vayas al Sacerdote -quien sea- bajo ningún pretexto!

Amar a Dios y no venerar al Sacerdote… no es posible.

Si no tienes un plan de vida, nunca tendrás orden.

Cuando tengas orden se multiplicará tu tiempo, y, por tanto, podrás dar más gloria a Dios, trabajando más en su servicio.

Educacion Catolica, 004

Las Nueve Cualidades

4. Aquí tenemos nueve cualidades del discípulo, las cuales se deben desarrollar en el discipulado. Evidentemente, del ejemplo de Jesús, María y José, surgen innumerables cualidades y virtudes; pero enunciamos sólo estas nueve cualidades básicas, como muestra de lo que hay que cultivar.

Jesús, Dios y hombre, como ser humano tuvo que cumplir los procesos de discipulado y aprendizaje, y fue un excelso discípulo del Padre, del Espíritu Santo y de sí mismo como Dios. También lo fue de su santa Madre María y de su santo padre José.

María es la discípula perfectísima de la Santísima Trinidad y de su Reino; también lo es de sí misma y de su esposo san José.

San José fue el discípulo perfecto de Dios, de su Reino, de María Santísima y de sí mismo.

De los tres surgen estas nueve cualidades del discípulo: 1. Hacer la voluntad de Dios, negándose a sí mismo, 2. Seguir las mociones del Espíritu Santo, Maestro de la Verdad, 3. Estar sujeto en obediencia a los superiores, 4. Pedir la fe y hacerla crecer, 5. Saber guardar silencio, 6. Saber escuchar, 7. Ser fiel a Dios y a la Iglesia, 8. Ser prudente, y 9. Ser proveedor de la santa Iglesia (para con la Jerarquía, la parroquia y la feligresía).

[Texto original de Juan de Jesús y María.]

Tips para contemplativos. No. 02: Sobre el origen de las tensiones

TIPS para contemplativos. Tip No. 02: Origen de las tensiones.

* Las distracciones vienen por atracciones múltiples y diversas, o por tensiones. Conviene buscar el origen de éstas.

* Las virtudes suelen clasificarse en teologales (fe, esperanza, amor), y cardinales o humanas (prudencia, justicia, fortaleza, templanza).

* Las virtudes teologales son “extremistas” porque su perfección siempre está en el máximo. Las cardinales, en cambio, requieren de la búsqueda del punto medio, y por eso es en ellas donde nacen la mayor parte de nuestras tensiones.

* Uno suele desconocer el origen de las opciones que le llevan a preferir un “punto medio” en lugar de otro. Con frecuencia es el roce con otras personas y culturas lo que le lleva a uno a descubrir que hay raíces ancestrales que hacen que uno reaccione de modo diverso.

* Las tensiones ancestrales no salen a flote por sí mismas pero su efecto se deja sentir, en el plano comunitario, cuando las mutuas limitaciones nos obligan a buscar consensos, aclarar motivaciones y explicitar metas y propósitos.

* Son esas las mismas tensiones que pueden robar nuestra atención cuando más deseamos y necesitamos orar.

Comunion y Comunidad, 09 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 9 de 10: Virtudes Humanas, 2a. parte.

FORTALEZA

– Tiene dos aspectos la fortaleza: acometer y resistir. Esto segundo, e smucho más difícil, en la vida espiritual, porque implica vencer tentaciones, ser constante y alcanzar la persevrancia. El arte no es comenzar con entusiasmo sino perseverar con dedicación.

– Perseverar implica darse cuenta que el demonio es inteligente y paciente. El pecado sabe disfrazarse de mil modos, hasta el punto que personas de gran valía y preparación han terminado diciéndose mentiras por seguir su propio camino lejos de la Iglesia. Ejemplos: M. Lefebvre decía ser fiel a la “Roma Eterna” y muchos progresistas herejes dicen ser fieles al “espíritu del concilio.”

– La respuesta es perseverar con una firme y consciente resolución de permanecer en cuerpo y alma a la Iglesia: fieles al Espíritu Santo y fieles a nuestros legítimos superiores y pastores.

TEMPLANZA

– Esta virtud nos mueve a regular apropiadamente los apetitos de comodidad y de placer.

– El ambiente cultural actual hace difícil la templanza porque ha incrustado en la mente de muchos la equivalencia entre lo espontáneo, lo auténtico y lo genuinamente libre.

– Una corriente derivada de la psicología de Carl Rogers parece particularmente próxima a esa mentalidad, y las consecuencias han sido devastadoras para muchas comunidades religiosas en las que se han exacerbado todo tipo de problemas de afectividad.

– La equivalencia entre espontaneidad y autenticidad si no lleva a cometer torpezas físicas sí que afianza una mentalidad “carnal” en el sentido paulino del término, que incluye sobre todo partidismos, facciones, envidias y otros frutos dañados de esta clase.

– Por el contrario, es fruto del Espíritu el dominio de uno mismo, según enseña el mismo apóstol en Gálatas 5.

– La respuesta parece estar en cultivar ese dominio de sí mismo y mirar a la Cruz como expresión del auténtico amor. “Ama y haz lo que quieras” vale solamente si se trata de un amor que ha pasado por la pascua.

Comunion y Comunidad, 08 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 8 de 10: Virtudes Humanas, 1a. parte.

PRUDENCIA

– Es la virtud que mueve a pensar y decidir rectamente sobre lo que debe hacerse o no hacerse. Ser “prudente” no debe considerarse como sinónimo de no actuar, ni tampoco de actuar con disimulo.

– En una comunidad todos hemos de cultivar la prudencia porque hay ocasiones en que pequeñas acciones o respaldos o falta de respaldo traen serias consecuencias. Pero corresponde especialmente a los formadores (maestros) y a los superiores cultivar esta virtud.

– Los formadores han de procurar ser dóciles al Espíritu, nunca considerarse dueños de la vida o la vocación de nadie, y saber que cuanto digan o hagan lo recibirá cada quien según su propio carácter, por lo que hay que conocer el terreno para anticiparse un poco a qué sentido dará cada formando a las palabras o gestos que se le presenten.

– Los superiores han de pasar por varias muertes: renunciar a menudo al propio proyecto en aras del proyecto de la comunidad, o mejor aún: el proyecto de Dios. Cuiden de no quedarse con una parte de la comunidad marginando a otros, y busquen construir unidad en torno a Cristo.

JUSTICIA

– En sentido bíblico consiste en “ajustarse” al querer y plan de Dios.

– Enemiga de la justicia es la racionalización, sobre todo la de tipo espiritual, que toma muchos rostros, por ejemplo: clericalismo, justificiación de privilegios, considerarse uno excepción de la regla, y más.

– El camino de la justicia pasa a menudo por la denuncia. Es preciso oarar, autoexaminarse, pedir consejo, buscar el momento oportuno, pero finalmente sí hay que hablar.

Comunion y Comunidad, 07 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 7 de 10: Breve historia de la noción de virtud.

– Aunque el individualismo propio de la Modernidad sitúa el tema de la plenitud humana en el ámbito estrecho de la satisfacción de necesidades y deseos sólo personales, una visión más amplia a la historia de la humanidad muestra que tal plenitud ocurre de modo mucho más natural y frecuente en comunidad.

Areté, en griego, o virtus, en latín, aluden a facultades, destrezas o capacidades que en principio pueden usarse para bien o para mal.

– Aristóteles propone una “ética de virtudes” necesaria para la vida en la “polis” (la “política”). El objetivo es alcanzar la “eu-daimonía” que es algo así como el florecimiento o plenitud de lo que uno puede llegar a ser.

– Para Tomás de Aquino, la virtud tiene ya una connotación decididamente positiva: es un hábito bueno, contrapuesto al vicio, que es el hábito malo. El ejercicio de la virtud, así entendida, hace adelantar el camino hacia un bien objetivo, que es la posesión de Dios en la bienaventuranza.

– La moral de Tomás es, entonces, objetiva, pero no es “objetivante,” es decir, no desconoce los aspectos propios de la intención y de las circunstancias, que también pueden ser interiores al sujeto.

– Su modelo del bien humano goza de equilibrio y ha sido asumido muy integralmente por la Iglesia como referencia moral prácticamente universal.

Comunion y Comunidad, 05 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 5 de 10: Base humana en la construcción de comunidad.

– Lo que la persona espera de la comunidad puede sintetizarse en dos palabras: respeto y apoyo.

– Lo que la comunidad suele esperar de la persona se sintetiza en:

1. Disciplina: que llegue a aprender–discere–y en principio se adapte a lo que hay;

2. Compromiso: que asuma sus responsabilidades y haga su parte en la tarea;

3. Comunicación: que no espere que le “adivinen” lo que está pensado, planeando, sintiendo o viviendo;

4. Agrado: que facilite la convivencia y sepa tener algunos detalles de afecto con los demás.

– Altamente apreciables son también: la lealtad (usar con prudencia la verdad que se conozca de la comunidad o de personas en particular); y la alegría (capacidad de integrarse en el momento de la fiesta).

Virtud (02)

Nuestro gran error es intentar obtener de cada uno en particular las virtudes que no tiene, y desdeñar el cultivo de las que posee. – Marguerite Yourcenar

Un hombre sin virtud no puede morar mucho tiempo en la adversidad, ni tampoco en la felicidad; pero el hombre virtuoso descansa en la virtud, y el hombre sabio la ambiciona. – Confucio

La virtud no consiste en abstenerse del vicio, sino en no desearlo. – George Bernard Shaw

Un hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso. – Confucio

En las adversidades sale a la luz la virtud. – Aristóteles

III-L. Una vida en la virtud

152. Tú, hombre de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la bondad. Pelea el noble combate de la fe. Aférrate a la vida eterna, a la cual te llamaron cuando hiciste tu noble confesión ante muchos testigos. (1 Tm 6,11-12)

153. Por lo demás, hermanos, ocupaos de cuanto es verdadero, noble, justo, puro, amable y loable, de toda virtud y todo valor. (Flp 4,8)

Virtud (01)

La primera virtud es frenar la lengua, y es casi un dios quien teniendo razón sabe callarse. – Catón de Útica

Lo que embellece al desierto es que en alguna parte esconde un pozo de agua. – Antoine de Saint-Exupery

Cuando veas a un hombre sabio, piensa en igualar sus virtudes. Cuando veas a un necio, examínate tú mismo. – Confucio

La virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto. – Aristóteles

Hay dos clases de hombres: los que viven hablando de las virtudes y los que se limitan a tenerlas. – Antonio Machado

FORJA, de San Josemaria

Forja
De la obra clasica de San Josemaria Escriva: “No se que te ocurrira a ti…, pero necesito confiarte mi emocion interior, despues de leer las palabras del profeta Isaias: “ego vocavi te nomine tuo, meus es tu!” -Yo te he llamado, te he traido a mi Iglesia, eres mio!: que Dios me diga a mi que soy suyo! Es como para volverse loco de Amor!” Click!