Los Catolicoperos

Tristemente y en los últimos tiempos estamos escuchando personas y grupos que hacen de esta frase algo consciente, voluntario y sobre la que se llegan a diseñar toda una estrategia de vida y acción, y que afirman cosas como “yo soy católico, pero mi grupo y yo rechazamos al papa”, “yo soy católico, pero pertenezco a una asociación de apoyo al aborto”, “yo soy católico, pero creo que en la Eucaristía no hay una presencia real de Jesús si no que es solo un símbolo”…son los “catolicoperos”.

Religión de supermercado

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Congreso de la Fe, 2 de 4, Renovados al contacto con Jesucristo

[Congreso en Poza Rica, México, en Marzo de 2013.]

Tema 2 de 4: Renovados al contacto con Jesucristo

* Aunque sean diversas las presencias de Cristo, es siempre el mismo Cristo.

* El actuar sigue al ser, decían los filósofos medievales. Cristo no está pasivamente presente sino “activamente” presente. Donde está actúa.

* Memoria, ayuda pedagógica o referencia: ese es el tipo de presencia de los personajes históricos. ¿Es así la presencia de Cristo? Una comparación ayuda a ver que no es así.

* Una expresión como “¡Mao vive!” en realidad significa sólo que sus ideas o su lucha permanecen vigentes.

* Por el contrario, los Evangelios nos muestran que el Resucitado tuvo prácticamente que imponerse sobre los discípulos, que no estaban mal dispuesto sino completamente indispuestos para aceptar algo tan absolutamente nuevo como es la noticia de la resurrección.

* Así pues, la expresión “¡Cristo vive!” no es, como en el caso de Mao, un modo de referirnos a la vida que nosotros le damos a su memoria, sino la vida que él nos da.

* Recibir vida de Jesús es entonces permitirle que él actúe en nosotros, y entrar en interacción con él. Y conviene ver que en cada una de las formas de presencia mencionadas en la primera predicación hay un camino abierto para interactuar de modo vivo con Cristo.

Cuaresma de Conversion, 4 de 4, perdonados e instruidos por Jesus

[Retiro para la comunidad hispana de la Parroquia de St. Patrick, en Miami Beach, febrero de 2013.]

Tema 4: perdonados e instruidos por Jesús

* En todo hay amenazas y oportunidades, y ver ambas es necesario. Así es nuestra fe: nos hace realistas pero a la vez, esperanzados.

* “Vete y no peques más,” dice Jesús a la mujer adúltera en Juan 8. El hecho de no recibir condena sino perdón abre una vida nueva en la que ya no debe reinar el pecado.

* Lo mismo encontramos en la escena del hijo pródigo, en Lucas 15. El pecador arrepentido es restablecido en su dignidad de hijo, como lo indica el anillo de familia que recibe, pero además, se le da un vestido nuevo, señal de una etapa y vida nueva.

* El concepto cristiano de perdón hay que relacionarlo con el concepto judío de la justificación. En el mundo semita ser “justificado” es “ser hecho justo,” es decir, poder ajustarse de nuevo al único que es Justo, Dios mismo.

* Lo más importante no es la supresión del castigo sino el restablecimiento de la relación de cercanía y de una comunicación fluida y sin trabas. Perdonados, tenemos acceso a la riqueza, sabiduría y bondad de aquel que nos ama. ¿Cómo no sentir el fuego nuevo de la esperanza? Por eso el camino hacia Dios pasa por el arrepentimiento y el perdón.

* Una última acción de Cristo que debemos destacar es su manera de enseñar. Destacamos tres puntos:

(1) “Amaos los unos a los otros como yo os he amado.” El amor es la clave de la vida, pero no cualquier amor: “Recibe de mi amor para amar,” dice Jesús.

(2) “Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis?” El amor cristiano no es una transacción ni una inversión ni un pago. Todos en algún momento necesitaremos esa clase de amor, según una conocida frase: “Ámame cuando menos la merezca porque es cuando más lo necesito.” La lógica de la transacción está como escrito en nuestro ADN pero el cristianismo está más allá de nuestro ADN: no es naturaleza sino sobre-naturaleza.

(3) “Sin mí nada podéis hacer.” La frase parece exagerada: hay tanto, aparentemente, que parece puede hacerse. Quizás hay que entenderla así: “Sin mí puedes hacer muchas cosas pero todas serán destruidas.”

* Pon tu fundamento en Jesucristo, sin condiciones, y encontrarás una fuente inagotable de esperanza. Déjate marcar por la obediencia a Jesús.

El plano de tu santidad

¡Has fracasado! -Nosotros no fracasamos nunca. -Pusiste del todo tu confianza en Dios. -No perdonaste, luego, ningún medio humano. Convéncete de esta verdad: el éxito tuyo -ahora y en esto- era fracasar. -Da gracias al Señor y ¡a comenzar de nuevo!

¿Que has fracasado? -Tú -estás bien convencido- no puedes fracasar. No has fracasado: has adquirido experiencia. -¡Adelante!

Que tu virtud no sea una virtud sonora.

El “non serviam” de Satanás ha sido demasiado fecundo. -¿No sientes el impulso generoso de decir cada día, con voluntad de oración y de obras, un “serviam” -¡te serviré, te seré fiel!- que supere en fecundidad a aquel clamor de rebeldía?

Más pensamientos de San Josemaría.

El Paso del Tiempo

“No gastemos tanto tiempo, que de seguro nos estamos perdiendo de lo mejor de la vida y además, de pronto no tengamos la oportunidad de rehacer lo mal andado…”

paso del tiempo

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