Conversión Pastoral, 11 de 12, Criterios en la formación de comunidades

[Retiro espiritual para sacerdotes de la Diócesis de Yopal, en Colombia; Enero de 2014.]

Tema 11 de 12: Criterios en la formación de comunidades

* En los números 160 y siguientes de Evangelii Gaudium, el Papa Francisco indica: “[El] primer anuncio debe provocar también un camino de formación y de maduración. La evangelización también busca el crecimiento, que implica tomarse muy en serio a cada persona y el proyecto que Dios tiene sobre ella. Cada ser humano necesita más y más de Cristo, y la evangelización no debería consentir que alguien se conforme con poco, sino que pueda decir plenamente: «Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí» (Ga 2,20).” La búsqueda de esa plenitud. que por otro nombre se llama SANTIDAD, es el horizonte de toda labor en nuestras comunidades: la meta es santos y santas.

* La formación y la maduración son palabras que hablan de un camino y de un proceso. No hay un límite en ese proceso ni se debe pensar que consiste sólo en alcanzar un estándar de comportamiento ético, como si “portarse bien” o “ser socialmente funcional” (EV, 60) fuera la meta exclusiva de nuestra fe cristiana.

* También nos enseña el Papa sobre la continuidad que debe darse entre el kerigma y la catequesis, y la demás vida de maduración de la Iglesia: “Cuando a este primer anuncio se le llama «primero», eso no significa que está al comienzo y después se olvida o se reemplaza por otros contenidos que lo superan. Es el primero en un sentido cualitativo, porque es el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis, en todas sus etapas y momentos” (EG, 64).

* Existe en efecto la tentación de trabajar por un cristianismo en el que se dan clases o castas, desde el punto de vista de la comprensión de la fe. Según esa visión, habría “verdades” propias de la gente sencilla, sin estudios, demasiado ingenuos, que deben contentarse con historias fantasiosas que incluyen milagros, y ángeles, y la resurrección corporal… pero una fe madura, progresista, ya estaría por encima de esas fábulas. Frente a tal postura escribe el Papa: “No hay que pensar que en la catequesis el kerygma es abandonado en pos de una formación supuestamente más «sólida». Nada hay más sólido, más profundo, más seguro, más denso y más sabio que ese anuncio. Toda formación cristiana es ante todo la profundización del kerygma que se va haciendo carne cada vez más y mejor, que nunca deja de iluminar la tarea catequística, y que permite comprender adecuadamente el sentido de cualquier tema que se desarrolle en la catequesis.” (EG, 165).

No se puede reducir el cristianismo a una serie de preceptos

“El arzobispo de La Plata y presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica, monseñor Héctor Aguer, explicó en su reflexión televisiva en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, emitido por América TV, que no se debe reducir el cristianismo sólo a la dimensión moral lo que constituye “un enfoque reduccionista” y “no es correcto reducir el cristianismo al cumplimiento de una serie de preceptos”…”

cristianismo más que preceptos

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Una guía de perplejos, 4 de 8, Ciclos en la vida del creyente

[Retiro para formadores, misioneros y superiores, ofrecido a las Hermanas Dominicas Nazarenas, en Sasaima, Colombia, Diciembre de 2013.]

Tema 4 de 8: Ciclos en la vida del creyente

* En la predicación anterior hemos visto la transmisión de la fe desde el punto de vista de aquel que la ofrece, es decir: el misionero, predicador, pastor o formador. En esta enseñanza queremos ver el fruto progresivo y avance típico que realiza la fe en quien la recibe. De modo ordinario, esto acontece por “ciclos.” Un amplia tradición católica reconoce esos ciclos, o etapas, o generaciones, en grupos de tres.

* En esta ocasión, y en referencia al tema central de este retiro, conviene mirar estos tres ciclos: sanación, crecimiento y maduración. una de las ventajas de esta nomenclatura es que permite asociar estos ciclos básicos con el testimonio que nos dan los evangelios.

* SANACIÓN: es el primer interés de los que se acercan a Jesús. Quieren obtener “algo” de él y no les interesa, en general, que su vida sea cuestionada o cambiada. por eso, su lugar de acceso a Jesucristo es el anonimato, la multitud. Su atención está focalizada en su propio yo. Hay, como se ve, enorme imperfección y egoísmo en esta manera de obrar, pero ya le explicó Dios a Santa Catalina: el alma humana es primero imperfecta, y sólo después perfecta.

* CRECIMIENTO: supone un llamado del Señor “a estar con él” (cf. Marcos 3). Esta etapa da fruto en un ambiente específico, que es la comunidad. Cuando el creyente vive de verdad esta etapa, su foco no son ya sus intereses de siempre, sino un nuevo ideal, un nuevo ser. Lo que anhela es alcanzar lo que Cristo le muestra que podría ser. Por eso toma una actitud proactiva que le lleva a desterrar vicios, cultivar virtudes y aprender sobre Cristo, la Biblia y la Iglesia.

* MADURACIÓN: supone un nuevo llamado, un nuevo “¡Sígueme!” de Cristo (cf. Juan 21). El centro focal ya no es el yo, ni antiguo ni nuevo, sino solamente Él, Cristo Jesús, su reino, su gloria, su Iglesia. El creyente que vive a plenitud esta etapa no se inquieta por al variación de circunstancias, o por la aceptación o no aceptación de su propia persona, porque está convencido que Dios obra de muy diversas formas, y lo único que en verdad interesa es su voluntad. A menudo esta opción acontece en soledad y misterio, y es hermana de la Cruz.

Fundamento espiritual

Hazlo todo con desinterés, por puro Amor, como si no hubiera premio ni castigo. -Pero fomenta en tu corazón la gloriosa esperanza del cielo.

Dice Jesús: “y cualquiera que deje casa o hermanos o hermanas o padre o madre o esposa o hijos o heredades por causa de mi nombre, recibirá cien veces más y poseerá la vida eterna”. -¡A ver si encuentras, en la tierra, quien pague con tanta generosidad!

Está seguro de que eres hombre de Dios si llevas con alegría y silencio la injusticia.

Es verdad que fue pecador. -Pero no formes sobre él ese juicio inconmovible. -Ten entrañas de piedad, y no olvides que aún puede ser un Agustín, mientras tú no pasas de mediocre.

Todas las cosas de este mundo no son más que tierra. -Ponlas en un montón bajo tus pies, y estarás más cerca del cielo.

No pongas tus amores aquí abajo. -Son amores egoístas… Los que amas se apartarán de ti, con miedo y asco, a las pocas horas de llamarte Dios a su presencia. -Otros son los amores que perduran.

Más pensamientos de San Josemaría.

Orar y trabajar

“Ora y trabaja”, esta es la consigna que dejó san Benito a sus monjes. Dos actividades o actitudes que todos tratamos de hacer, aunque, en general, somos más trabajadores que orantes.

orar y trabajar

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La alegría como diagnóstico de la vida cristiana

Caras largas…, modales bruscos…, facha ridícula…, aire antipático: ¿Así esperas animar a los demás a seguir a Cristo?

¿No hay alegría? -Piensa: hay un obstáculo entre Dios y yo. -Casi siempre acertarás.

Quiero que estés siempre contento, porque la alegría es parte integrante de tu camino. -Pide esa misma alegría sobrenatural para todos.

“Lætetur cor quærentium Dominum” -Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. -Luz, para que investigues en los motivos de tu tristeza.

Más pensamientos de San Josemaría.

Cómo tomar mejores decisiones, 4 de 4, Decidirse por Cristo

[Predicación en evento organizado por la Comunidad Betania, en Santa Cruz, Bolivia.]

Tema 4 de 4: Decidirse por Cristo

* La decisión más importante de la vida es: por Cristo o contra Cristo. Veamos por qué.

* Pero antes, observemos que el mismo Cristo nos lleva a esa decisión, al declarar, por ejemplo, que “El que ame a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí” (véase Mateo 10,37-39)

* ¿Por qué se atreve Cristo a pedir semejante radicalidad? Es un lenguaje de un fanático, de un loco, o… del mismo Dios. Un lenguaje que entiende solamente aquella persona que: (1) He encontrado mis verdaderas limitaciones, y tengo conciencia de que son más fuertes que yo; (2) Veo que Cristo es más fuerte que lo que me gana a mí; (3) Lo descubro poderoso, sabio, colmado de amor, y con un plan para mi vida. Sobre esa base, declaro a Cristo como mi Señor y Salvador.

* ¿Qué quiere decir que Cristo sea Señor? Que lo invito, y le dejo las manos libres, cuando se trata de las decisiones cruciales de mi vida.

* ¿Qué implica que Cristo sea mi decisión central? Para los religiosos y sacerdotes, una vida de seguimiento y de transparencia de su modo de ser. Para los laicos, la búsqueda de su Reinado en todas las áreas de la vida humana.

Cómo tomar mejores decisiones, 3 de 4, Decisiones cruciales

[Predicación en evento organizado por la Comunidad Betania, en Santa Cruz, Bolivia.]

Tema 3 de 4: Decisiones cruciales

* No todas las decisiones son iguales en importancia. Las áreas más importantes son economía, afectos y proyectos. Se pueden relacionar con los tres votos de los religiosos: pobreza, castidad y obediencia.

EL CIMIENTO

El cimiento básico viene de lo dicho en las anteriores conferencias: evita lo que te lleva a malas decisiones.

LA BRÚJULA

Para conocer mejor a las personas, mira estas preguntas claves:

* ¿Tiene temor de Dios? ¿Le importa Dios, o se ah puesto a sí mismo en el lugar de Dios?

* ¿Le interesan los pequeños, los pobres, los excluidos, o se circunscribe a sus intereses? (Un día todos seremos así: débiles, frágiles, menos interesantes)

* ¿Es fiel a sus amistades y parientes? ¿Qué clase de personas, cercanas o públicas, son referencia para él, o causan impresión en él?

* ¿Medita sobre la muerte, la tiene en cuenta, qué tan amplia es su visión de cara al futuro? ¿A cuántos años llega?

EL PUENTE

* Utiliza un lenguaje claro. El lenguaje indirecto engendra malos entendidos.

* Si vas a suponer algo, anúncialo. Las suposiciones son distintas en cada persona, y las distintas formas de suponer crean rupturas.

* Ten cuidado con volver al pasado, y convertirlo en un arma.

* Aprende a dosificar la confianza; no se puede ser binario en esto.

Cómo tomar mejores decisiones, 2 de 4, Por qué tomamos malas decisiones

[Predicación en evento organizado por la Comunidad Betania, en Santa Cruz, Bolivia.]

Tema 2 de 4: ¿ Por qué tomamos malas decisiones?

* Es muy doloroso encontrar personas que, años después de haber tomado un rumbo, sienten con horror que equivocaron el camino. No todo puede prevenirse, eso está claro, pero, ¿cuáles son los errores que más a menudo cometemos al tomar decisiones?

* Hay errores generales:

(1) No decidir es la peor decisión;

(2) Caer en alguno de los dos extremos mencionados. mis decisiones no cambian nada, o lo cambian todo.

* Hay errores en cuanto al objeto:

(1) Nos apresuramos. Queremos obtener de inmediato, o sin esfuerzo, o sin costo, lo que deseamos. Al final, lo perdemos.

(2) No valoramos lo que tenemos y los que tenemos cerca. En ocasiones consideramos que tal o cual amistad será de inmensa importancia y nos engañan las apariencias. En otras ocasiones pasamos por encima y omitimos a gente sencilla y generosa que podrían ser nuestros verdaderos aliados.

* Y hay errores en cuanto al sujeto, es decir, en cuanto a nuestra inteligencia y voluntad.

(1) Nuestra inteligencia se equivoca por ignorancia (a menudo, culpable), por error (inducido) o por confusión (exceso de opiniones disponibles).

(2) Nuestra inteligencia se equivoca cuando obra “por reacción” (buscando desquite, venganza o justicia por al propia mano); cuando se deja llevar por el deleite (y el encantamiento del bien esperado nubla la vista), o cuando lamentablemente cae en desesperación.

Cómo tomar mejores decisiones, 1 de 4, La vida misma es una decisión

[Predicación en evento organizado por la Comunidad Betania, en Santa Cruz, Bolivia.]

Tema 1 de 4: La vida misma es una decisión

* Está claro para todos que cada decisión que tomamos va dando forma a la propia vida. En algún sentido lo que somos es resultado de las decisiones que hemos tomado, a partir de lo que la vida misma nos ha dado a distintos niveles, por supuesto.

* Por ello hay que evitar dos extremos: creer que todo está decidido de antemano, y creer que uno puede hacer y conseguir todo lo que uno quiera por la sola fuerza de la propia decisión. El primer error peca por defecto y el segundo por exceso.

* Por defecto, uno se sustrae de decidir, o por lo menos de decidir bien, si cree que todo está determinado:

(1) Por el destino;

(2) por el pasado;

(3) por los golpes de la suerte;

(4) por Dios, entendido como un dios desconectado de nuestro propio querer.

* Se peca por exceso cuando uno cree que:

(1) uno es “superman” y puede con todo;

(2) uno cree que educando el cerebro o a través del control mental puede lograr lo que sea;

(3) uno cree que puede manipular las fuerzas cósmicas o mágicas del universo;

(4) una mujer cree que con la cantidad justa de seducción, inteligencia, intriga y cinismo se podrá salir con la suya.