Gimnasio Espiritual

  1. El gym está lleno de espejos–para la vanidad; la fe te da otros: la Biblia, el Sagrario, el rostro del pobre.
  2. No sabes del todo de qué eres capaz porque tampoco sabes bien Quién te da la capacidad.
  3. “Cuando me cansaba, la cima me llamaba”: así describió un gran ciclista su camino a la victoria.
  4. Un buen atleta al final sólo tiene un enemigo a quien vencer: sus propias limitaciones.
  5. En la fe como en el gym es clave el RITMO; lo enseñaron los santos: establece tu ritmo diario, semanal, mensual, anual.
  6. ¿Cuál es el mejor entrenador en tu gym: el que te deja hacer lo que te place o el que te exige? ¿Y para tu alma, qué?
  7. Parece que las pesas maltratan a tus músculos pero de ese “maltrato” sale fortaleza y belleza; ¿qué aprendes de ahí?
  8. El estiramiento produce dolor al principio y descanso al final; alarga así las tres P: Paciencia, Plegaria y Penitencia.
  9. Aunque a veces parezca que estás caminando en el mismo punto, como en el gym, ¡no te detengas, sigue hacia Cristo!
  10. Hay dos flexiones que son muy importantes para el alma: las re-flexiones y las genu-flexiones.

Primero publicado en mi cuenta de Twitter.

Nunca bajar la guardia

Voy a resumirte tu historia clínica: aquí caigo y allá me levanto…: esto último es lo importante. -Pues sigue con esa íntima pelea, aunque vayas a paso de tortuga. ¡Adelante!

¡Qué grandes deseos te consumen de resellar la entrega que hiciste en su momento: saberte y vivir como hijo de Dios! -Pon en las manos del Señor tus muchas miserias e infidelidades. También, porque es el único modo de aliviar su peso.

Renovación no es relajación.

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Señales positivas

Otra paradoja del camino espiritual: el alma necesitada de menor reforma en su conducta, se afana más por conseguirla, no se detiene hasta alcanzarla. Y al revés.

Has notado con más fuerza la urgencia, la “idea fija” de ser santo; y has acudido a la lucha cotidiana sin vacilaciones, persuadido de que has de cortar valientemente cualquier síntoma de aburguesamiento. Luego, mientras hablabas con el Señor en tu oración, has comprendido con mayor claridad que lucha es sinónimo de Amor, y le has pedido un Amor más grande, sin miedo al combate que te espera, porque pelearás por El, con El y en El.

Siempre he pensado que muchos llaman “mañana”, “después”, a la resistencia a la gracia.

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Tomar una firme resolución

¡Qué poco listo parece el diablo!, me comentabas. No entiendo su estupidez: siempre los mismos engaños, las mismas falsedades… -Tienes toda la razón. Pero los hombres somos menos listos, y no aprendemos a escarmentar en cabeza ajena… Y satanás cuenta con todo eso, para tentarnos.

Así, tonteando, con esa frivolidad interior y exterior, con esas vacilaciones ante la tentación, con ese querer sin querer, es imposible que avances en la vida interior.

Siempre he pensado que muchos llaman “mañana”, “después”, a la resistencia a la gracia.

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