Un Jose habla de otro Jose

“Yo me lo imagino joven, fuerte, quizá con algunos años más que Nuestra Señora, pero en la plenitud de la edad y de la energía humana. Sabemos que no era una persona rica: era un trabajador, como millones de otros hombres en todo el mundo; ejercía el oficio fatigoso y humilde que Dios había escogido para sí, al tomar nuestra carne y al querer vivir treinta años como uno más entre nosotros…”

san jose

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Vidas Consagradas, 8 de 12, Espiritualidad de la Encarnacion

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 8: Espiritualidad de la Encarnación.

La Encarnación de nuestro Señor Jesucristo es un evento tan completamente singular que la única comparación posible es con la creación misma. Él es, de hecho, el “primogénito” de la nueva creación.

Si en la primera creación Dios obró a partir de la nada, la nueva “nada” es María Santísima, es decir, su disponibilidad absoluta a Dios la hace transparencia de su obrar e incluso de su ser. La Encarnación ha de ser vista como una especie de creación a partir de la carne de María, a partir de su “nada.”

Pero ese obrar libre y creador de Dios “a partir de” no se puede compaginar con la idea de una especie de intimidad entre Dios y la mujer, que es lo que queda supuesto si uno mira a José como excluido del misterio de la Encarnación, o si se piensa que María aportó sus cromosomas, dejando a Dios la aportación de lo que daría el varón. Dios no viene a reemplazar al varón, sino a bendecir y consagrar el amor de una pareja, pero de un modo nuevo, que sólo puede llamarse virginal. Por eso ha de decirse que María es Madre virginal de Cristo, y José, padre virginal de Cristo.

Esta inmensa santidad tanto de José como de María no fue preservada por Dios por vía de aislamiento, separándolos del mundo miserable y pecador, sino por vía de servicio. En la humildad está el secreto para escapar de las tupidas redes del demonio.

Educacion Catolica, 003

Aprender de la Sagrada Familia

3. En la Sagrada Familia encontramos el ejemplo idóneo del discípulo y el discipulado en plenitud. Pidamos al Padre Bueno que la Familia se asiente en nuestro corazón. Y aprendamos con Ella a ser discípulos según Dios.

Mostremos tres cualidades diferentes en cada uno de los miembros de la Familia divina:

Jesús vino a cumplir la voluntad del Padre negándose a sí mismo (cf.: Jn 5, 30; 6, 38).

Se dejó conducir por el Espíritu Santo (cf. Lc 4, 1).

Estuvo sujeto a sus padres para crecer en estatura, gracia y sabiduría (cf. Lc 2, 51).

María Santísima es mujer de fe, silencio y escucha (cf. Rosarium Virginis Mariae, n. 24)

San José es el siervo fiel, prudente, que da (provee) a la Familia el alimento a tiempo (cf. Mt 24, 45).

[Texto original de Juan de Jesús y María.]

Invitacion a la Pneumatologia (11 de 18)

Invitación a la Pneumatología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el primer semestre de 2010. Sesión 11: Un estudio teológico de la acción del Espíritu Santo en el misterio de la Encarnación.

[Si estás leyendo esto en Facebook y deseas escuchar la predicación a la que aquí se hace referencia, haz click en “Publicación Original.”]



José María Jesús Espíritu Santo Encarnación
USUAL Protector marginado Doncella amada Semi-dios Reemplazo de José / Esposo de María Cópula Dios-mujer
TEO-
LÓGICA
Verdadero esposo y padre virginal Punto de partida para la nueva creación Verdadero Dios y verdadero hombre No le quita a José su esposa / Bendice y consagra a la pareja Nueva creación
DES-
MITO-
LOGI-
ZADA
Hombre-esposo Mujer-esposa Hijo de José y María Recurso literario Cópula hombre-mujer