LA GRACIA del Jueves 22 de Septiembre de 2016

En la búsqueda de la sabiduría nos encontramos con el desengaño y hallamos la verdadera sabiduría que es Cristo quien redefine nuestra vida y nos lleva a servirle sólo a Él.

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LA GRACIA del Martes 20 de Septiembre de 2016

Volvamos a la Biblia, aprendamos de la Palabra e iluminemos el día con la sabiduría que sólo el Señor nos puede dar para relacionarnos con Él, con el prójimo y con nosotros mismos.

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Un paso a la vez: cumple tus metas

Seguramente es asunto de marketing. Parece que algunas cosas para alcanzar popularidad necesitan inventan nombres de otras partes del mundo. Se sabe por ejemplo que los helados Häagen-Dasz tomaron ese nombre, de apariencia escandinava, para darle categoría a una creación perfectamente norteamericana de “ice cream.” Algo parecido sucedió con el llamado “sudoku.” Inventado por el norteamericano Howard Garns en 1979, ganó popularidad mundial a partir del nombre japonés que adquirió en 1984. Algo semejante sucede con la propuesta de hoy. Yo lo llamo “granularidad” ; ahora algunos lo llaman “Método Kaizen.” Fue el modo típico de instrucción y trabajo de los aprendices y obreros voluntarios en la Edad Media pero ahora se presenta como una novedad bajo nombre también japonés: Kaizen, que quiere decir “mejoramiento.” La idea en todo caso es que son más eficientes las mejores continuas, así sean mínimas (granulares), que los pretendidos saltos de innovación total, que suelen tener curvas de aprendizaje muy empinadas.

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Un día a la vez

smile

  1. Hoy hay que hacer lo que alcanzamos a ver como más correcto hoy. El mañana está en manos de Dios.
  2. Para aprender a querer bien o para desprenderse de lo que no le conviene tu corazón necesita tiempo; míralo como una inversión.
  3. ¿Sería artísticamente más valiosa la Mona Lisa si Leonardo la hubiera pintado en media tarde? Parte del valor es el PROCESO.
  4. En el mundo de las comidas rápidas, las comunicaciones figaces y los amores desechables te invito a ser un faro y un oasis.
  5. La Biblia describe la vida del feto humano como que Dios nos va tejiendo. ¿Por qué suponer que Él abandonó su obra preciosa?
  6. El corazón no tiene un interruptor OFF/ON para perdonar; sólo la oración constante y la certeza del amor divino hacen la obra.
  7. ¡La prisa por vivir te roba la vida!
  8. Prioridades: esa es la palabra clave: ¿Cuánto va a importar esto en tres horas? ¿En cinco meses? ¿Cuando me esté muriendo?
  9. Algo saben las “maestras” Lágrimas, Soledad, Dolor y Contradicción que jamás te enseñarán las “profesoras” Alegría o Bienestar.
  10. Dos días no se pueden vivir a la vez y ninguno se puede repetir jamás.

[Publicado primero en mi cuenta de Twitter.]

Qué destruye al ser humano

  1. La Política sin principios,
  2. el Placer sin compromiso,
  3. la Riqueza sin trabajo,
  4. la Sabiduría sin carácter,
  5. los Negocios sin moral,
  6. la Ciencia sin humanidad
  7. y la Oración sin caridad.

Se atribuye a varios personajes, incluído Gandhi.

Escuchar a los mayores

“Es un tema que necesitamos evocar con frecuencia. Por eso mismo el Papa Francisco no se cansa de recordarlo: hace falta escuchar a los mayores, necesitamos establecer puentes de diálogo entre las generaciones…”

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Oración para pedir la Sabiduría

Dios de los padres y Señor de misericordia,
que con tu palabra hiciste todas las cosas,
y en tu sabiduría formaste al hombre,
para que dominase sobre tus criaturas,
y para regir el mundo con santidad y justicia,
y para administrar justicia con rectitud de corazón.

Dame la sabiduría asistente de tu trono
y no me excluyas del número de tus siervos,
porque siervo tuyo soy, hijo de tu sierva,
hombre débil y de pocos años,
demasiado pequeño para conocer el juicio y las leyes.

Pues, aunque uno sea perfecto
entre los hijos de los hombres,
sin la sabiduría, que procede de ti,
será estimado en nada.

Contigo está la sabiduría, conocedora de tus obras,
que te asistió cuando hacías el mundo,
y que sabe lo que es grato a tus ojos
y lo que es recto según tus preceptos.

Mándala desde tus santos cielos,
y de tu trono de gloria envíala,
para que me asista en mis trabajos
y venga yo a saber lo que te es grato.

Porque ella conoce y entiende todas las cosas,
y me guiará prudentemente en mis obras,
y me guardará en su esplendor.

Del libro de la Sabiduría, capítulo 9, en la Biblia.

La historia del leñador

Hay una anécdota que no por mucho ser contada, siempre mantiene su actualidad, y es la del leñador que fue a buscar trabajo en una finca de árboles madereros.

La paga era buena, y las condiciones de trabajo excelentes, así que el leñador fue decidido a dar el ciento por ciento para impresionar al patrono.

El primer día el capataz le entregó un hacha, asignándole una zona espesa de árboles. El hombre salió entusiasmado y cortó dieciocho árboles en menos tiempo de lo que dicen berenjena.

El capataz lo felicitó, invitándolo a continuar esforzándose. Muy contento, el leñador se fue bien temprano a la cama, decidido a que el día siguiente mejoraría su propio desempeño.

Bien de madrugada nuestro hombre estaba ya trabajando arduamente en el bosque. Sin embargo, no consiguió cortar más que quince árboles.

“Que raro, debo haberme haber cansado”, pensó, y decidió acostarse apenas anocheció. Al amanecer, salió decidido a batir su marca de dieciocho árboles.

Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Y al otro día fueron siete, luego cinco, y el último día estuvo luchando toda la tarde hasta lograr apenas tumbar un segundo árbol.

Muy mortificado, pensando en lo que su capataz le diría, el leñador le contó lo que le estaba pasando, y le juró y perjuró que él se esforzaba hasta el agotamiento.

Fue entonces cuando el capataz le preguntó: “Y tu hacha, ¿cuando la afilaste la última vez?”

“¿Afilarla? ¡Ni siquiera pensé en eso, no perdí tiempo en afilarla, estaba demasiado ocupado cortando árboles!”

[Recibido de J. R. Pacheco.]