La prudencia, ¿es más de la voluntad o del entendimiento?

Como escribe San Isidoro en el libro Etymol.: Prudente significa como ver a lo lejos; es ciertamente perspicaz y prevé a través de la incertidumbre de los sucesos. Ahora bien, la visión pertenece no a la facultad apetitiva, sino a la cognoscitiva. Es, pues, evidente que la prudencia pertenece directamente a la facultad cognoscitiva. No pertenece a la facultad sensitiva, ya que con ésta se conoce solamente lo que está presente y aparece a los sentidos, mientras que conocer el futuro a través del presente o del pasado, que es lo propio de la prudencia, concierne propiamente al entendimiento, puesto que se hace por deducción. Por consiguiente, la prudencia radica propiamente en el entendimiento. (S. Th., II-II, q.47, a.1, resp.)


[Estos fragmentos han sido tomados de la Suma Teológica de Santo Tomás, en la segunda sección de la segunda parte. Pueden leerse en orden los fragmentos publicados haciendo clic aquí.]

La prudencia se puede aprender

Dios, por su justicia y por su misericordia -infinitas y perfectas-, trata con el mismo amor, y de modo desigual, a los hijos desiguales. Por eso, igualdad no significa medir a todos con el mismo rasero.

Es virtud mantenerse coherente con las propias resoluciones. Pero, si con el tiempo cambian los datos, es también un deber de coherencia rectificar el planteamiento y la solución del problema.

No confundas la intransigencia santa con la tozudez cerril. “Me rompo, pero no me doblego”, afirmas ufano y con cierta altanería. -Oyeme bien: el instrumento roto queda inservible, y deja abierto el campo a los que, con aparente transigencia, imponen luego una intransigencia nefasta.

«Sancta Maria, Sedes Sapientiæ» -Santa María, Asiento de la Sabiduría. -Invoca con frecuencia de este modo a Nuestra Madre, para que Ella llene a sus hijos, en su estudio, en su trabajo, en su convivencia, de la Verdad que Cristo nos ha traído.

Más pensamientos de San Josemaría.

LA GRACIA del Jueves 1 de Diciembre de 2016

La verdadera prudencia nos afianza en la fe e implica preguntarse por la voluntad del Señor y ponerla por obra, no se limita a la cobardía y tampoco a evitar los temas incómodos.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este archivo de audio en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]

Cultivar la discreción

¿Cómo te atreves a encarecer que te guarden el secreto…, si esta advertencia es la señal de que no has sabido guardarlo tú?

Discreción es… delicadeza. -¿No sientes una inquietud, un malestar íntimo, cuando los asuntos -nobles y corrientes- de tu familia salen del calor del hogar a la indiferencia o a la curiosidad de la plaza pública?

Calla: No olvides que tu ideal [de servicio a Cristo] es como una lucecica recién encendida. -Puede bastar un soplo para apagarla en tu corazón.

¡Qué fecundo es el silencio! -Todas las energías que me pierdes, con tus faltas de discreción, son energías que restas a la eficacia de tu trabajo. -Sé discreto.

Si fueras más discreto no te lamentarías interiormente del mal sabor de boca que te hace sufrir después de muchas de tus conversaciones.

Más pensamientos de San Josemaría.

Comunion y Comunidad, 08 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 8 de 10: Virtudes Humanas, 1a. parte.

PRUDENCIA

– Es la virtud que mueve a pensar y decidir rectamente sobre lo que debe hacerse o no hacerse. Ser “prudente” no debe considerarse como sinónimo de no actuar, ni tampoco de actuar con disimulo.

– En una comunidad todos hemos de cultivar la prudencia porque hay ocasiones en que pequeñas acciones o respaldos o falta de respaldo traen serias consecuencias. Pero corresponde especialmente a los formadores (maestros) y a los superiores cultivar esta virtud.

– Los formadores han de procurar ser dóciles al Espíritu, nunca considerarse dueños de la vida o la vocación de nadie, y saber que cuanto digan o hagan lo recibirá cada quien según su propio carácter, por lo que hay que conocer el terreno para anticiparse un poco a qué sentido dará cada formando a las palabras o gestos que se le presenten.

– Los superiores han de pasar por varias muertes: renunciar a menudo al propio proyecto en aras del proyecto de la comunidad, o mejor aún: el proyecto de Dios. Cuiden de no quedarse con una parte de la comunidad marginando a otros, y busquen construir unidad en torno a Cristo.

JUSTICIA

– En sentido bíblico consiste en “ajustarse” al querer y plan de Dios.

– Enemiga de la justicia es la racionalización, sobre todo la de tipo espiritual, que toma muchos rostros, por ejemplo: clericalismo, justificiación de privilegios, considerarse uno excepción de la regla, y más.

– El camino de la justicia pasa a menudo por la denuncia. Es preciso oarar, autoexaminarse, pedir consejo, buscar el momento oportuno, pero finalmente sí hay que hablar.