¿Hay una opinión serena sobre el Concilio Vaticano II?

Fray Nelson: ¿Cabe decir que la mayor parte de nuestros males actuales en la Iglesia tienen su raíz en el Concilio Vaticano II? -LL.

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No creo que sea una apreciación justa. La idea que se ha afianzado en mi corazón es que la ruta, con respecto al Concilio, la han señalado un santo ya canonizado, Juan Pablo II, y otro que probablemente es santo, y vive aún: Benedicto XVI.

Y lo que ellos han dicho del Concilio es claro. Este es Juan Pablo II en marzo de 2000:

“El concilio ecuménico Vaticano II fue un don del Espíritu Santo a su Iglesia. Por este motivo sigue siendo un acontecimiento fundamental, no sólo para comprender la historia de la Iglesia en este tramo del siglo, sino también, y sobre todo, para verificar la presencia permanente del Resucitado junto a su Esposa entre las vicisitudes del mundo. Por medio de la asamblea conciliar, con motivo de la cual llegaron a la Sede de Pedro obispos de todo el mundo, se pudo constatar que el patrimonio de dos mil años de fe se había conservado en su autenticidad originaria.”

El discurso del Papa en aquella ocasión abunda en otras expresiones de plena confianza en la presencia y acción de Dios a través de cada reunión conciliar.

No se queda atrás Benedicto XVI, en su audiencia del 10 de octubre de 2012:

“…quiero comenzar a reflexionar —con algunos pensamientos breves— sobre el gran acontecimiento de Iglesia que fue el Concilio, acontecimiento del que fui testigo directo. El Concilio, por decirlo así, se nos presenta como un gran fresco, pintado en la gran multiplicidad y variedad de elementos, bajo la guía del Espíritu Santo. Y como ante un gran cuadro, de ese momento de gracia incluso hoy seguimos captando su extraordinaria riqueza, redescubriendo en él pasajes, fragmentos y teselas especiales.”

Pretender leer esas , y otras muchas numerosas declaraciones, como simple diplomacia es aplicar un principio hermenéutico muy socorrido por quienes siempre contradicen la “letra” de los documentos a nombre del “espíritu” que se supone que sería la verdadera intención de ellos.

Mi sugerencia: busquemos otras peleas, que las hay y mucho más importantes. El problema no está en las homilías de inauguración o en los documentos conciliares: está en los caminos de aplicación del mismo concilio.

Cosa que no es extraña en la Iglesia. Hay quienes toman como señal CONTRA el Concilio que haya habido tantas controversias en los años posteriores. Con el debido respeto, es un argumento que brota de alguna ignorancia sobre la historia de la Iglesia.

El mismo Benedicto, en audiencia del 22 de diciembre de 2012, en su primer año de pontificado, recuerda lo que sucedió después de Nicea, para compararlo con el Vaticano II:

“Nadie puede negar que, en vastas partes de la Iglesia, la recepción del Concilio [Vaticano II] se ha realizado de un modo más bien difícil, aunque no queremos aplicar a lo que ha sucedido en estos años la descripción que hace san Basilio, el gran doctor de la Iglesia, de la situación de la Iglesia después del concilio de Nicea: la compara con una batalla naval en la oscuridad de la tempestad, diciendo entre otras cosas: “El grito ronco de los que por la discordia se alzan unos contra otros, las charlas incomprensibles, el ruido confuso de los gritos ininterrumpidos ha llenado ya casi toda la Iglesia, tergiversando, por exceso o por defecto, la recta doctrina de la fe…” (De Spiritu Sancto XXX, 77: PG 32, 213 A; Sch 17 bis, p. 524). No queremos aplicar precisamente esta descripción dramática a la situación del posconcilio, pero refleja algo de lo que ha acontecido.”

Por favor, recordemos que en la Santa Iglesia las palabras se miden con ancho de siglos, cuando no de milenios.

Bendiciones.

Análisis extenso de lo sucedido en la marcha del 10 de agosto de 2016

Fray Nelson, ¿en su concepto son apropiadas las acusaciones de intolerancia que se lanzan contra aquellos que marcharon el pasado 10 de agosto de 2016? ¿Cuál es su análisis de esos hechos?

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Todo empezó con la divulgación de algunas disposiciones que el Ministerio de Educación de Colombia quería imponer a los colegios públicos y privados. En archivo adjunto va el texto auspiciado por el #MENColombia.

Sigue mi análisis de lo visto y vivido.

1. Por favor, díganme en cuál de las 99 páginas de ese documento hay posibilidad de que los papás NO estén de acuerdo con las directrices ahí establecidas, o qué caminos de desacuerdo o disenso caben legalmente. Porque si un papá o una mamá NO PUEDE disentir de las directrices y disposiciones y si ya se le anuncia que está peleando contra la Constitución Nacional, ¿qué nombre le damos a eso?

En castellano sencillo, cuando algo tiene valor de ley y no se puede disentir se llama una IMPOSICIÓN aunque la palabra, por supuesto, no esté así en el texto. Ni la ONU ni la UNESCO ni el MENColombia son tontos.

2. En el texto de 99 páginas por todas partes se habla de la Identidad de Género (IG) y de la Orientación Sexual (OS) de “las niñas, los niños y los adolescentes.” No se especifica sin embargo QUIÉN determina cuáles son esa IG y esa OS para cada ser humano. Claramente no son los papás porque en el examen crítico de los “contextos” que manda el #MENColombia están incluidos los papás y mamás, donde se ve que su postura es SOLAMENTE UN INSUMO que la institución educativa debe neutralizar siempre que considere que se está obrando en contra de lo dispuesto por el Gobierno Nacional–o por lo menos, tal era la propuesta que fue derrotada por la marcha del 10 de agosto de 2016.

En consecuencia, si la IG y la OS no la pueden declarar, reconocer y defender los papás–a partir de la naturaleza, claro está–sólo hay una respuesta sobre quién la define: ES EL MISMO NIÑO O NIÑA quien determina qué quiere ser. ¿Y qué dice el material del #MENColombia sobre cómo deben ser tratadas esa IG y esa OS? Deben ser respetadas, valoradas, protegidas y nunca ser cambiadas.

El único escenario que esto nos deja es: un niño que quiere ser niña, o lo contrario, y unos papás que no pueden hacer nada al respecto. Y además, un colegio que tiene que simplemente fortalecer y proteger la decisión que ha tomado ese menor de edad.

3. Pregunta pertinente entonces: ¿Estamos hablando de que un niño a sus siete o diez años puede decidir que es niña, o lo contrario? ¿Cuántas decisiones infinitamente menos trascendentes de un menor de edad simplemente no son aceptables, precisamente porque estamos hablando de un ser humano en formación, que necesita custodia y guía de mayores? Resulta además que, SEGÚN ESTABLECE LA CONSTITUCIÓN DE COLOMBIA, esos mayores que han de guiarlo han de ser los papás, de acuerdo con sus propios principios.

Ejemplos. ¿Qué es más trascendente en la vida de un niño: que decida que desde el próximo lunes es niña, o que decida dejar de estudiar? Pues bien, si un niño decide: “Ya no estudio más” su decisión no vale, y primero con argumentos y persuasión y luego con otros recursos, se contradirá lo que el niño quiere. Pero según el #MENColombia, si el mismo niño decide: “Ahora voy a ser transexual” entonces eso sí debe ser respetado y es intocable. Y si acaso los papás no están de acuerdo, la ley cae sobre los papás. Es decir que aquellas cosas que tienen mayores repercusiones, y que son más trascendentes, son aquellas de las que el Ministerio excluye a los papás.

¿Qué es más trascendente en la vida de una niña de once años, que decida que ella es bisexual o que decida que quiere estudiar en escuela nocturna? Y sin embargo, en cuanto a elegir el plantel educativo y el modo de educación la voz la tienen los papás pero en cuanto a que una niña de doce años pueda decidir algo que va a afectar toda su vida, deben ser espectadores tan “respetuosos” que sólo puede llamárseles pasivos.

¿Qué nombre tiene eso? ¿No es exactamente exclusión y mordaza a nombre de la “tolerancia”?

4. El hecho de que los papás y mamás hayan salido a protestar y defender lo que es su derecho natural, consagrado además por la ley constitucional, no tiene por qué ser visto como un ataque a ningún sector de la población.

Al respecto, ha habido varios intentos de describir la marcha de la peor forma posible, en un claro intento de disminuir su resonancia social, y también como un modo de evitar nuevas derrotas a los que quieren imponernos sus agendas.

Por ejemplo, se ha dicho que es una marcha de “sectores conservadores.” ¿Y los papás “liberales” no tiene el mismo derecho con sus hijos? El hecho de que algunos no se hayan dado cuenta sólo hace MÁS necesario este tipo de manifestaciones públicas para ayudara despertar a todos.

Se ha dicho que es una marcha políticamente orientada por personas como el señor Procurador de la Nación. Pero resulta que con o sin Procurador los derechos de los papás y mamás están siendo conculcados. Que él, u otras personas apoyen, debe ser visto como un acto de conciencia de cada quien pero no es él sino la ofensa al derecho propio lo que hace salir a los padres y madres, por ellos y por sus hijos.

Se ha dicho que es un asunto religioso, y en particular, un episodio “más” de intolerancia de la Iglesia Católica. ¿Y los derechos de los papás budistas o musulmanes no importan? ¿No están siendo pisoteados también? Evitemos los distractores en materias de tanta gravedad.

En fin, somos conscientes de que estas son horas difíciles para la familia pero es un gran consuelo ver que muchos papás y mamás, y en general amplios sectores de la sociedad, resultaron más despiertos y activos de lo que algunos pensaban.

Importante que todos comprendamos que no se trata de violencia pero tampoco se trata de que con las etiquetas de una mal entendida tolerancia nos obliguen a tragar lo que sea, o que por miedo a que nos espeten su insulto favorito (“¡homófobos!”) nos quedemos callados. Existe algo que se llama conciencia, y hay que saber escucharla.

Sobre la identidad sexual y la expresión social

Padre, ¿por qué no? que un hombre exprese su feminidad y una mujer su masculinidad (ella usan pantalones, ¿por qué un hombre no podría usar falda?), sin que ello errónea y necesariamente tenga que decir que es lesbiana o gay. – R.R.

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Mi convicción y mi experiencia van en una dirección contraria y creo que hay razones suficientes para no desconectar la biología del comportamiento. Todos los días, desde el primero de nuestra vida, usamos los órganos de los sentidos, y estos son distintos de varios modos, y sobre todo, en su interconexión neuronal, si miramos a los hombres o a las mujeres. Este es un tema fascinante que no creo que pueda omitirse.

Es irresponsable, desde el punto de vista científico, omitir un factor importante de cambio pero la ideología de género hace exactamente eso: toma toda la realidad biológica y dice: “Esto en realidad no importa”

Otro aspecto de tu escrito es la relación entre el ser y el expresarse. La expresión, en particular, es un hecho social y no simplemente individual. A menos que profesemos un individualismo radical, que por ello mismo no sería ético, debemos admitir que todo lo que tiene una repercusión social implica una responsabilidad y por lo tanto unas restricciones desde el punto de vista del individuo.

Imagina por ejemplo a una persona que dijera: “Yo considero que uno debe hablar de modo que siempre pueda ser escuchado, y por eso estoy convencido de que toda comunicación humana debe darse a gritos.” Consecuente con su convicción, este hombre sale a gritar a todos: en la calle, en el restaurante, en la iglesia, en el parque, en la biblioteca. Pronto empiezan a mirarlo mal y regañarlo pero él se sostiene en lo suyo: “La comunicación humana fluye mejor a gritos.” Uno sabe cómo terminará una historia así: todo lo que implica una vida en sociedad implica el cuidado del bien común.

En el caso del respeto a la vida o la integridad física, es fácil ver dónde está en el bien común. Es menos obvio pero no menos real que ese mismo bien existe en otras dimensiones de la vida social. Si decido que en todo restaurante comeré sentándome en el suelo porque, según mi criterio, “ese es el modo correcto de comer” se produce una ruptura que no es trágica pero sí incómoda e inútil en el tejido social. A quien le importa el bien común le importa cómo hacer la vida posible y mejor para todos.

Todo esto significa que, aunque los códigos sociales de expresión no son inamovibles, tampoco debemos considerarlos materia de capricho invidividualista. Si al mismo restaurante donde llegó un cliente que insiste en sentarse en el suelo llega otro que insiste en que hay que hablar a gritos, y llega otro que piensa que los desodorantes son el principio del colapso del cosmos, y llega otro que considera que los meseros deben hablarle solamente con los ojos cerrados… ¿cuál es el bien que se construye?

Lamentablemente nuestra época sabe demasiado del individuo y demasiado poco del bien común. La soledad y abandono de tantas personas y la desintegración de tantas familias nos empujan, en cierto modo, a darle importancia sólo a los propios gustos o deseos: “Quiero ser mujer” “Quiero ser hombre” “Quiero un bebé” “No; ya no lo quiero: mátenlo.”

Una pregunta que uno debe hacerse como sacerdote, consejero, psicólogo, profesor es: ¿Cuál es mi responsabilidad social ante este estado de cosas? ¿Empujar otro poco más en la dirección del individualismo que prescinde de la sociedad para imponer lo suyo, a la espera de que un día una ley me imponga lo que al gobernante de turno se le ocurra? ¿No será más bien lo contrario: oír la voz profunda de nuestra naturaleza, empezando por las voces de nuestro ser, que es biología y cuerpo, y también alma, para luego oír las voces que nos llevan hacia el bien común?

Te invito, pues, a que cultives una mirada integral que tome cuenta de todo: desde lo más fisiológico hasta lo más espiritual; desde lo más íntimo hasta la plenitud del bien común y social.

¿Rezan los musulmanes al mismo Dios de los cristianos?

Con motivo de noticias recientes es inevitable preguntarse si hay algo realmente en común entre los musulmanes y los cristianos. La pregunta, para ser concreto y respetuoso con su tiempo es: ¿Rezan los musulmanes al mismo Dios de los cristianos? Gracias, y que el Señor le bendiga. –H.F.

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No, aunque puede haber, en algún caso, alguna excepción.

Cuando una persona ora, su corazón se dirige hacia aquello que tiene en su mente. Un satanista dirigirá sus palabras hacia lo que él considera que es el diablo. Un judío, a YHWH, que se manifestó a Abraham, Isaac y Jacob. La oración no está separada de la fe que uno tenga.

Ahora bien, para los musulmanes Dios no tiene hijos, no se ha encarnado, no ha muerto por nosotros, no ha enviado ni derramado su Espíritu Santo, no puede “estar” en la Eucaristía: la fe de ellos es muy diversa y en muchos puntos completamente opuesta a lo que nosotros creemos, de modo que el musulmán que nos oye decir el Padrenuestro considera que estamos blasfemando de Dios. Si un musulmán me ve postrado ante el Santísimo Sacramento me considera un idólatra. Es posible que el musulmán sea respetuoso de lo que oye y ve pero de ninguna manera lo comparte. Es artificial y forzado decir que él y yo estamos orando al mismo Dios.

Sin embargo, existe una pequeña, muy pequeña posibilidad: si el musulmán en un momento de su oración ve a Alá solamente como aquel que habló con poder y compasión a Abraham, y si esa es la única consideración que hay en su mente, hasta el punto de que todo lo demás que le enseña el Corán es como si no existiera para él, es posible que ese musulmán esté orando al Dios en quien nosotros creemos. Pero no ha de considerarse esto como frecuente y casi ni siquiera como posible.

¿De dónde vienen las JMJ?

Miles de jóvenes se dirigen a Cracovia estos días para la JMJ; ¿de dónde surge un movimiento tan robusto y de tanto alcance? ¿Qué pretende? — J.E.

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La página oficial de la JMJ 2016 trae excelentes explicaciones que me permito transcribir de manera resumida aquí:

¿Qué es la JMJ?

La Jornada Mundial de la Juventud es un encuentro internacional en el que jóvenes de diferentes partes del planeta se reúnen, junto con sus catequistas, sacerdotes, obispos, en algún lugar del mundo para dar testimonio de su fe en Jesucristo.

¿Quién inició la JMJ?

El fundador y el primer promotor de la JMJ fue san Juan Pablo II, quien invitó a los jóvenes a Roma en 1984, 1985 y 2000; a Buenos Aires en 1987; a Santiago de Compostela en 1989; a Cz?stochowa en 1991; a Denver en 1993; a Manila en 1995; a París en 1997 y a Toronto en 2002.

JMJ. El Papa y los Jóvenes, juntos

Después de la muerte de san Juan Pablo II, fue el Papa Benedicto XVI quien decidió continuar este hermoso dialogo entre la Iglesia y los jóvenes. Entonces presidió los encuentros de Colonia, en 2005; de Sídney en 2008 y de Madrid en 2011. Gracias a ese servicio de Benedicto XVI, jóvenes de todo el mundo continuaron adorando a Cristo y nos han hecho ver ese lado de la Iglesia alegre y fresca, que es inmensamente importante para el mundo de hoy.

En julio de 2013, en Rio de Janeiro, fue el Papa Francisco quien se reunió con los jóvenes y anunció que el próximo encuentro tendría lugar en 2016 en Cracovia, Polonia.

El nombre del libro Eclesiástico

Padre, ¿me puedes explicar por favor por que en algunas Biblias aparece el libro Eclesiástico y en otras aparece Sirácides? – VRM

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Una Introducción a este libro, preparada por las Ediciones Paulinas, resulta bastante aclaratoria. Dice así:

“Este libro es conocido con dos nombres. El primero recuerda a su autor, Jesús, hijo de Sirac; el segundo, la acogida que le ha dispensado el pueblo cristiano a lo largo de los siglos: se le consideraba como un compendio de sabiduría práctica, más elaborada y más «religiosa» que el libro de los Proverbios. El Eclesiástico significaba “el Libro de la Iglesia”.”

“Este libro fue escrito en hebreo y traducido después al griego por el nieto del autor (véase el prólogo del libro). En el tiempo de Jesús existía en ambas lenguas, pero lo usaban sobre todo las sinagogas griegas, por lo que algunos años más tarde no fue reconocido como «Escritura» por los judíos. La Iglesia lo utilizaba, pero sólo en griego; únicamente al final del siglo XIX se encontró una gran parte del hebreo, el cual difiere muy poco de su traducción griega.”

Si Jesús dice que sólo Dios es bueno, ¿está negando ser Dios?

En el pasaje del Evangelio de San Marcos cuando el hombre rico le dice al Señor “maestro bueno” y él le responde: ¿por qué me llamas bueno?, sólo Dios es bueno. ¿Jesús esta expresando que no es Dios, tal como afirman los testigos de Jehová?. Gracias por su gentil atención y quiera Dios que me responda. -G.

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La interpretación de los Testigos de Jehová es arbitraria. Bien está la aclaración que hace el Papa Juan Pablo II en el número 9 de su encíclica Veritatis Splendor, refiriéndose a este pasaje: Mateo 19,17.

En esencia lo que plantea el Papa es que Cristo está situando la pregunta que le hace este joven. El hombre le pregunta a Cristo por la bondad, y Cristo remite el problema fundamental de la bondad al ámbito de la relación con Dios. Es como si dijera: “Si quieres saber sobre lo bueno finalmente has de dirigirte al que es Fuente de toda bondad; tu pregunta no es sólo de comportamiento o ética sino que requiere que tu ser entero se abra a Dios.”

la réplica de Cristo, pues, no es una explicación sobre quién es Cristo–porque esa no fue la pregunta que le hicieron–sino una aclaración sobre el marco en que debe entenderse toda pregunta sobre la bondad: el que busque la bondad, que tenga claro que finalmente tendrá que preguntarse por Dios.

Las visiones de Ana Catalina Emmerich

¿Qué opinión le merecen las visiones de Ana Catalina Emmerich? – V. G.

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Ana Catalina Emmerich fue una humilde religiosa agustina que vivió en tiempos muy difíciles (1774 – 1824), y que unió con fe y amor sus padecimientos, incluyendo los estigmas, que recibió en 1812, al dolor de Cristo por la salvación del mundo. Recibió además muchas manifestaciones sobrenaturales entre las que destacan numerosas visiones sobre la vida de Cristo, desde su nacimiento hasta su muerte y resurrección. De estas visiones hemos tenido noticia a través de las transcripciones y recopilaciones del filósofo Clemens Brentano. Sobre todo en lo relativo a la Pasión de Cristo, las palabras de Ana Catalina han tenido un impacto muy grande en muchas personas, en especial, en nuestro tiempo, porque sirvieron de base para muchos elementos del guión de la película homónima de Mel Gibson. Ana Catalina fue beatificada por el Papa Juan Pablo II en 2004, si bien en esa solemne declaración se distingue bien entre las virtudes de ella como persona y los escritos que de ella tenemos, los cuales no son oficialmente aprobados pero tampoco rechazados.

En general, es evidente que los escritos de Ana Catalina han infundido notable devoción en muchas personas. En alguna ocasión, por lo menos, resulta científicamente inexplicable la precisión de sus descripciones porque, sin haber ido nunca a Éfeso, ni ella ni su confidente Brentano, las palabras que están en su visión sobre la Virgen María condujeron a descubrimientos arqueológicos importantes.

Y sin embargo, el tema teológico del valor que debe darse a tales experiencias es muy complejo. Otras personas, como Luisa Piccarreta, han tenido también visiones de la Pasión de Cristo, y los detalles no necesariamente coinciden. Se trata de dos personas de gran virtud y oración pero resulta imposible dar un valor científico o de revelación vinculante (obligada) en la Iglesia a este tipo de palabras. ¿No hay algo de imaginación, o de proyección de deseos, temores o temas culturales en boga, en tales visiones? ¿Es la expresión en palabras absolutamente fiel a unas visiones que por su misma naturaleza trascienden la expresión del lenguaje humano?

Por eso creo que debemos quedarnos con la sobriedad propia de los pronunciamientos vaticanos: estamos ante una mujer muy virtuosa, y con toda probabilidad muy santa, pero sus escritos no deben tener más rango que el de inspiraciones plausibles que pueden mover a devoción a algunas personas. No deberían entonces usarse como material para la predicación pública ni para pronunciamiento doctrinal alguno.

Discrepancias en los relatos de los Evangelios

Cuando Jesús sana al sirviente del centurión, el relato entre el Evangelio de Mateo contraría lo que dice el Evangelio de Lucas, ya que en el de Mateo dice que el centurión se le acercó a Jesús y le pidió que sane a su criado pero en Lucas dice que el centurión mando a unos judíos notables para que le pidan a Jesús que sane al sirviente y ahí ellos le comienzan a decir a Jesús que le haga el favor y después le manda a otros amigos para decirle que no es digno de que vaya a su casa por eso no se sintió digno de acercarse a El. ¿Por qué no están de acuerdo los dos relatos? –BS.

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Hay varios casos en que los detalles no son los mismos. Ejemplos:

Mateo 20,21-22 nos dice que la madre de los Zebedeos, o sea, los apóstoles hermanos Santiago y Juan, le pide a Jesús que, como un favor especial, uno se siente a la derecha y el otro a la izquierda cuando Cristo asuma su reino. Marcos 10,35-37 describe la misma escena pero quienes hablan directamente son los apóstoles, y no la mamá.

En Lucas 18,35-43 leemos que, yendo hacia Jericó, Jesús cura a un ciego. Mateo 20,29-34 describe la misma escena pero con dos diferencias: esta vez parece que Jesús y sus discípulos están saliendo de Jericó, y se encuentra no con uno sino con dos ciegos.

Otros pasajes hablan de los mismos temas pero de manera diversa. Así por ejemplo, Mateo 5,1-12 contiene una versión de las bienaventuranzas, que geográficamente se sitúa en una montaña (v. 1). Lucas 6,20-26 presenta también bienaventuranzas de Cristo pero no en una montaña sino en un lugar llano, y no son ocho bienaventuranzas sino cuatro, seguidas además de cuatro advertencias o “malaventuranzas.”

¿Por qué sucede esto? ¿Afecta la credibilidad de la Escritura?

No es difícil entender el origen de las diferencias: la gente no tenía cámaras ni grabadoras en aquel tiempo y sin duda hubo un espacio de años entre los acontecimientos y la redacción de los Evangelios. Pregunta a dos amigas, ya adultas, que cuenten historias de cuando ambas eran compañeras de clase, y compara sus versiones: parece natural que surjan algunas variaciones, aunque uno espera que si son sinceras, habrá un área amplia de coincidencia en lo esencial. Eso es exactamente lo que sucede en los Evangelios: las tradiciones orales anteriores a la redacción de los textos evangélicos muestran a la vez que los hechos y las palabras esenciales han quedado bien grabados mientras que algunos detalles no coinciden por la comprensible fragilidad de la memoria humana.

Sobre el tema de la credibilidad, la primera impresión que uno tiene es que los “errores” debilitan la fuerza del testimonio bíblico. Pero quizás las cosas son al contrario. Una historia completamente fabricada es una historia donde todos los detalles estarían artificialmente controlados para que coincidieran. Las imperfecciones en la transmisión de la narración refuerzan nuestra convicción de que los hechos narrados sí sucedieron porque una ficción impuesta como relato no tendría falla alguna. Es lo que vemos en los evangelios apócrifos: se narran cuentos muy perfectos, claramente salidos de la cabeza de alguien y no de la realidad de la vida vivida.

Por eso podemos decir que las imperfecciones, siempre menores, de los relatos hablan del fondo sustancial de realidad sucedida y que esto, lejos de quitar credibilidad, la afianza.

La juventud de Jesucristo

¿Por qué la Biblia no dice nada de Cristo cuando era joven?

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* El tipo de personas que asociamos con la juventud es una realidad social que tiene mucho menos tiempo de lo que usualmente creemos.

* Por supuesto, la gente pasaba por las edades que nosotros asociamos con ser “joven” pero pasaba de un modo diferente, y ello por dos razones principales:

(1) Porque la expectativa de vida era mucho más breve; en época de Cristo el promedio de edad al morir podía estar alrededor de los 40 años.

(2) Porque la producción de los bienes básicos requería una proporción inmensa de tiempo de todos en la sociedad, de modo que las nuevas generaciones pronto eran indispensables para seguir realizando aquellas actividades necesarias para el simple funcionamiento de la sociedad.

* El modo típico de crecimiento de una persona en época de Cristo era como sigue:

+ Hasta cerca de los doce años de edad, niños y niñas estaban en el hogar, bajo cuidado principal de la mamá, sin escuela y con algunas actividades ocasionales de ayuda en el trabajo del papá.

+ Cuando las niñas tenían su desarrollo, la preocupación principal era asegurar que se casaran y tuvieron pronto sus propios hijos. Recuérdese el límite de edad al morir, cercano a los 40 años de edad.

+ Los niños, los varones, por su parte, a partir de esa misma edad, aproximadamente, se convertían en aprendices más o menos permanentes de sus papás.

* Esto explica por qué la gente piensa que la Biblia no dice nada sobre la “juventud” de Cristo: en realidad, sí dice lo necesario: durante esos años era, como los demás niños hebreos de la época, un adulto pequeño, aprendiz del oficio de artesano, que tenía su padre en la tierra, San José.

¿De dónde viene eso de “viva y deje vivir”?

Una pregunta padre esa frase vive y deja de vivir como nació, ya que es el lema de muchos que tienen la mente contaminada por el relativismo. — V.B.

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Lo de vivir y dejar vivir tiene sus orígenes en el llamado “libre pensamiento,” que a su vez proviene de la fe racionalista de la Revolución Francesa, que a su vez proviene de la ambición de una nueva clase emergente, la burguesía, en el contexto de una sociedad que tenía espacio sólo para la nobleza y el clero.

La motivación original es completamente política, en la medida en que ello significa: buscar una cuota de poder. Pensaron los de la Ilustración que el camino era decapitar (literalmente) a nobles y clérigos. Con la nobleza lo lograron, y es la razón por la que Francia se volvió, después de varios intentos, una “república.” Con la Iglesia no lo lograron. Intentaron presionar a los sacerdotes para que fuera obligatorio jurar fidelidad al régimen pero un número muy grande no se prestó a ese juego.

El combate sigue. El nombre de la lucha, a estas alturas, es: secularismo, también conocido como laicismo, que quiere ahogar toda expresión pública de la fe. Y para ello es clave lo que intentan algunos: presentar como irracional todo lo que no vaya con el sistema laicista.

Por eso el tono de ellos es siempre de desprecio, como tratando de que uno se sienta “tonto,” “atrasado” o “cerrado” si no se pasa a lo que ellos llaman “mente abierta.”

¿Dónde puedo uno encontrar qué preguntas han sido respondidas en FRAYNELSON.COM?

He visto que cada semana, o casi cada semana, Ud. responde algunas preguntas sobre la fe, la Biblia o la Iglesia. Mi pregunta es: ¿dónde puedo ver todas las preguntas que han sido respondidas hasta ahora, que supongo que son muchas? Gracias por su labor. — H.F.

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Efectivamente han sido cientos de preguntas, y la colección sigue creciendo cada semana. Hay un enlace donde pueden verse todas las preguntas, desde la primera, que fue hace ya diez años (¡cómo pasa el tiempo!). Basta con hacer click aquí. Dios te bendiga./p>

¿De verdad son tan malos los horóscopos?

¿No es exagerado el énfasis que algunos predicadores ponen en el tema de la Nueva Era y de los horóscopos? Para mí es algo simplemente divertido, a lo que no le doy mucha importancia pero que, de vez en cuando, tiene coincidencias asombrosas con lo que luego me sucede en el dia. Y es por eso por lo que me he vuelto aficionado a leer mi horóscopo todos los días, aunque en realidad no creo en eso. ¿De verdad estoy haciendo algo muy malo? –B.S.

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El portal católico Aciprensa tiene una respuesta interesante, que transcribo aquí:

La Iglesia ha hablado sobre este tema desde lo antiguo condenando la creencia en la astrología; en el Concilio de Toledo del año 400, o el Concilio de Braga del 561, por citar algunos ejemplos. El juicio del Magisterio de la Iglesia puede resumirse en lo que dice el Catecismo de la Iglesia: “Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone ‘desvelan’ el porvenir. La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a ‘mediums’ encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios”.

Todo género de adivinación, en definitiva, nace de la falta de fe en el Dios verdadero; y es el castigo del abandono de la auténtica fe. Por eso, en uno de sus cuentos escribía Chesterton: “La gente no vacila en tragarse cualquier opinión no comprobada sobre cual­quier cosa… Y esto lleva el nombre de superstición…

Es el primer paso con que se tropieza cuando no se cree en Dios: se pierde el sentido común y se dejan de ver las cosas como son en realidad. Cualquier cosa que opine el menos autorizado afirmando que se trata de algo profundo, basta para que se propague indefinidamente como una pesadilla. Un perro resulta entonces una predicción; un gato negro un misterio, un cerdo una cábala, un insecto una insignia, resucitando con ello el politeísmo del viejo Egipto y de la antigua India… y todo ello por temor a tres palabras: SE HIZO HOMBRE”.

En conclusión, si uno recurre a las prácticas astrológicas o consulta los horóscopos, creyendo seriamente en ello, comete un pecado de superstición propiamente dicho (pudiendo, incluso, llegar a la idolatría); si lo hace sólo por curiosidad y diversión, no hace otra cosa que recurrir a un pasatiempo fútil, que va poco a poco desgastando peligrosamente su fe verdadera. Si lo hace para granjearse la “protección” de los demonios, comete un pecado de idolatría diabólica, y tal vez tenga que decir alguna vez con el poeta Goëthe: “No puedo librarme de los espíritus que invoqué”.

Sacramentos que imprimen carácter

Padre, he oído que hay sacramentos que “imprimen carácter,” como por ejemplo la confirmación. No tengo muy claro qué significa esa expresión: ¿Es algo así como una fuerza especial? Si es así, ¿no sería necesario ese carácter para el sacramento del matrimonio, que está tan devaluado por todas partes hoy? Gracias por su tiempo. — M.N.M.

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Hay palabras que adquieren un sentido particular cuando las usamos para explicar o exponer la fe. Por ejemplo, la palabra “gracia” puede significar muchas cosas en el lenguaje común pero cuando hablamos de que los sacramentos nos conceden la gracia de Dios estamos diciendo algo muy preciso que tiene que ver con nuestra redención.

Algo así pasa con la palabra “carácter.” En el lenguaje común significa una cierta fortaleza y coherencia que se muestra especialmente en circunstancias difíciles. Pero este noe s el sentido exacto de la palabra en teología. El Catecismo de la Iglesia, en su número 1121, nos aclara que: “Los tres sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y del Orden sacerdotal confieren, además de la gracia, un carácter sacramental o “sello” por el cual el cristiano participa del sacerdocio de Cristo y forma parte de la Iglesia según estados y funciones diversos. Esta configuración con Cristo y con la Iglesia, realizada por el Espíritu, es indeleble (Concilio de Trento: DS 1609); permanece para siempre en el cristiano como disposición positiva para la gracia, como promesa y garantía de la protección divina y como vocación al culto divino y al servicio de la Iglesia. Por tanto, estos sacramentos no pueden ser reiterados.”

Es importante la afirmación final: los sacramentos que imprimen carácter no pueden ser repetidos o reiterados. Algo cambia para siempre en quien los recibe. Y por tanto, su eficacia es de particular relieve para el bien de la Iglesia.

En el caso del matrimonio, hay, por supuesto, un don de gracia santificante pero es un sacramento que puede repetirse en caso de viudez, y este solo criterio nos indica que los casados sirven a la Iglesia de un modo diferente, a saber a través de los frutos de su amor unitivo y fecundo.

Remedios contra la ira

¿Hay algún remedio, estrategia o tip que ayude a manejar la ira que brota de un resentimiento o dolor antiguo y profundo? — DD.

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Hay varias cosas que pueden hacerse:

1. Comprendamos que el resentimiento es veneno para quien lo tiene. Conservar el odio es un modo de hacerse daño a sí mismo. Perdonar, en el sentido original, que es el de “soltar,” es en primer lugar un acto de amor sano hacia uno mismo.

2. No sirve poner a pelear razón y sentimientos, al estilo de: “¡Yo no debería estar sintiendo esto!” El ser humano no tiene gobierno directo sobre los sentimientos, como quien apaga o enciende un interruptor. Dicho eso, sí puede ayudar el expresar a otra persona (que puede ser un terapista en algún caso) o decirse a sí mismo las razones específicas por las que uno se siente como se siente. Esa verbalización, ese poner en palabras, ayuda grandemente en ciertas etapas.

3. Por supuesto, una condición para que venga alivio es que, de cara al futuro, se tomen las medidas que impidan la repetición de las situaciones injustas o dolorosas. Sin una sensación de seguridad adquirida, el pánico reabre una y otra vez las antiguas heridas. Por la misma razón: allí donde hay restituciones razonables y posibles, hay que buscarlos pero no con la idea de que eso sólo, a la manera de un “desquite,” va a traer la respuesta.

4. Lo que sigue en estas sugerencias será poderosamente útil para los creyentes. Hay una oración que ayuda mucho para liberarnos del poder del pasado, y en especial del daño de personas específicas: “Señor, cumple tu voluntad en ________________” (Ahí se dice el nombre de la persona). Esa oración, que brota del Padrenuestro, ayuda mucho a abrirle la puerta a la gracia de modo que nos lave y nos desate.

5. De modo ordinario, lo que sucede entonces es esto: sólo después de bastante tiempo y de muchos ciclos con la oración mencionada, u otra parecida, la parte emocional y sentimental empieza a cambiar de aspecto, es decir, ya no tiene el mismo poder de antes. Llega un momento en que se puede recordar a esa persona desde un ángulo nuevo, y ese ángulo es: también este ser humano necesita de Dios y de su misericordia. A partir de ese descubrimiento la fuerza de la ira destructiva decrece y la batalla está prácticamente vencida.

La Biblia y los dinosaurios

Buenos días Padre: Tengo una pregunta de un niño; él dice: que si Dios creó todas las cosas y a Adán y Eva, en qué momento creó a los dinosaurios porque esta científicamente comprobado que existieron mucho antes que el hombre; ya que también esta comprobado que un humano no podría vivir bajo el mismo cielo ya que cuando existieron, no había aire mas que gases y monóxido de carbón, el cual es imposible que un humano pudiera respirar. Por lo cual, igual comprueba una evolución hasta en el las primeras creaciones. ¿Qué podría responderle al niño de 11 años? — AyBG.

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Mi primera recomendación es que debemos evitar toda tentación de presentar como separadas, contrarias o incompatibles la fe y la ciencia, incluso si mucha gente cercana a la ciencia hace burla de la fe o critica a la fe. Nos acreditamos como legítimos interlocutores en estos temas cuando mostramos capacidad de entender los datos de la ciencia y respeto a sus métodos; para luego mostrar que eso de ningún modo se opone a nuestra fe.

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