Ejercicio de Alabanza, 3 de 5, Dimensión comunitaria de la fe y la alabanza

[Predicación en el Tercer Congreso Internacional de la Renovación Carismática Católica en Asunción, Paraguay.]

Tema 3 de 5: Dimensión comunitaria de la fe y la alabanza

* Es fácil creer que la alabanza es un fenómeno colectivo comparable al entusiasmo que siente una multitud en un evento deportivo o en un concierto. Pero esa no es la fuente de la verdadera alabanza.

* Es fácil también ver la fe como simple convencimiento interior sin fundamento objetivo, es decir, como algo parecido a la sugestión. Según este enfoque, cada quien cree lo que quiere creer. Pero esa no es la fe desde un enfoque verdaderamente cristiano.

* La fe verdadera es siempre RESPUESTA a un testimonio que se funda finalmente en la palabra de los apóstoles, y que tiene su fuente en la mañana de la Pascua y en el día de Pentecostés. La misma palabra que despierta la fe constituye a la comunidad de los que creen: nuestra fe es, desde el principio, una experiencia comunitaria, compartida, eclesial.

* El pecado, por oposición, es siempre divisivo: divide al hombre contra Dios, a quien ve como una amenaza y una limitación enojosa a su libertad; el pecado divide al hombre contra su prójimo, al que sólo puede ver como objeto de dominación, de temor, de uso o de competencia; y el pecado divide al hombre contra sí mismo, pues el bien que descubre su razón se escapa dolorosamente de su voluntad.

* Frente al pecado, el anuncio que hace presente a Cristo significa reconciliación y unidad recuperada. Por eso, la unidad de la comunidad que bendice a Cristo es la respuesta plena al drama del pecado y la división.

Ser Comunidad, 1 de 2, Estrategia del pecado y estrategia de Dios

[Retiro de la Comunidad parroquial de Nuestra Señora de la Navidad, en Bello, Antioquia.]

Tema 1 de 2: Estrategia del pecado y estrategia de Dios

* Si el pecado trae tantos males, ¿cómo logra convencernos y seducirnos? Su estrategia básica cubre tres pasos:

(1) Se disfraza de algo bueno.

(2) Se presenta como un atajo para eso que parece bueno y deseable.

(3) Intenta alejarnos de Dios presentándolo como un tirano, egoísta, falso; o alejarnos de la Iglesia presentándola como irracional, aburrida e hipócrita.

* ¡Dios no se queda impasible! Su estrategia cubre cuatro pasos:

(1) Despierta nuestra conciencia y nos hace ver las consecuencias del pecado.

(2) Revela su bondad, especialmente y de modo inagotable, en la persona de su propio Hijo, que nos sana y libera.

(3) Nos muestra que la salvación es imposible con nuestras solas fuerzas y nos llama a la oración profunda y humilde, desde el corazón.

(4) Nos concede el don de su Divino Espíritu, que nos restaura, fortalece interiormente, y nos concede ser hermanos de nuestros hermanos.

AVE MARIA, Un retiro en el Espiritu, 1 de 6

[Retiro ofrecido a un grupo de laicos de la Renovación Carismática en Lima, Perú, para el Pentecostés 2013.]

* Somos imagen y semejanza divina particularmente por nuestras facultades de inteligencia y voluntad.

* Lo propio de la inteligencia es buscar la verdad, más allá de la apariencia.

* Lo propio de la voluntad es buscar el bien, más allá de la conveniencia.

* El pecado impide que las facultades alcancen su fin propio: la inteligencia se deja seducir por apariencias, y la voluntad por intereses y conveniencias.

* La inteligencia puede recuperar la mayor parte de su claridad a través de una palabra externa, que podemos llamar la LEY. Al definir sobre lo correcto y lo incorrecto, la LEY ayuda a que el inteligente recupere la verdad moral.

* Pero la ley es insuficiente para restablecer a la voluntad en su propósito inicial. Para ayudarla en esa línea, la providencia divina suele disponer de tres clases de eventos en la vida del pecador: (1) Experimentar las consecuencias del mal obrar, es decir, “tocar fondo;” (2) Hacerse las preguntas profundas, como: ¿Cuál es el sentido de mi vida?; (3) Conocer realizaciones concretas del bien.

Cuaresma de Conversion, 2 de 4, conciencia del pecado y conciencia de la gracia

[Retiro para la comunidad hispana de la Parroquia de St. Patrick, en Miami Beach, febrero de 2013.]

Tema 2: Conciencia del pecado y conciencia de la gracia

* En la sociedad del individualismo, cada quien se considera emperador de su diminuto imperio. Se ha realizado el triste presagio del Génesis: hemos comido del árbol de la ciencia del bien y del mal y creemos que cada quien puede decidir por sí y ante sí qué quiere y cómo lo quiere.

* Es verdad que la convivencia con otros se regula mediante leyes pero, en el juego de la democracia, las leyes son cambiables, usando los recursos de la ingeniería social. Un poco de publicidad, un “lobby” que se haga bien visible, algo de manipulación mediática y ya estará lista la gente para aprobar lo que se les diga que aprueben.

* Ante las circunstancias adversas que uno haya tenido, uno puede seguir uno de tres caminos: (1) Prolongarlas y pasarlas a otros más débiles, que es el origen de las “cadenas intergeneracionales”; (2) Irse al extremo contrario, como quien rebota de una banda la contraria en el billar; (3) Renunciar a sí mismo y buscar sólo lo que es correcto y mejor para los demás.

* Por supuesto, es la tercera opción la mejor, pero ello requiere un esfuerzo y renuncia que descompensa interiormente. Por eso creemos que sin el auxilio divino, llamado “gracia,” un cambio así no es posible.