Pío XI sobre los beneficios de la fidelidad matrimonial

“La Iglesia católica ha defendido y defiende, desde las palabras del mismo Cristo, que el matrimonio es indisoluble. De este modo, promueve una serie de valores y de beneficios que embellecen la vida de los esposos, de sus familias y de toda la sociedad. El Papa Pío XI lo explicó en su importante encíclica sobre el matrimonio cristiano, la “Casti connubii”, firmada con la fecha del 31 de diciembre de 1930…”

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¿Y si no llega la pareja adecuada?

Fray Nelson, le quería pedir un consejo mi vida es un caos no he podido casarme el amor nunca llega para quedarse conmigo solo lo veo pasar a otras mejores; no viene al caso entrar en detalles le aburriría pero quisiera saber que opina Ud de que Dios nos hace sus esposas y no quiere que estemos con nadie es quien se ocupa de quitarnos de nuestro camino… o es el mal que destruye las relaciones porque odia y no puede ver el amor de pareja. Uno crece con las muñecas pensando en ser madre; ya llego a 50 y me duele pensar que estaré sola; todos me dicen es Jesús su esposo, cosas así siempre… pero yo no siento nada de ser monja… ando muy triste. -E.

No necesariamente hay que buscar una explicación sobrenatural. Las simples estadísticas muestran que siempre hay un número de mujeres que no tendrán pareja. por supuesto, para quienes no desean ese estado de vida, es muy triste ser parte de una estadística fría. Y esa tristeza no se va simplemente con una espiritualización apresurada del tipo: “Cristo es mi esposo.” Es verdad que hay personas que por vocación sienten así sobre Cristo pero esa es una decisión que han tomado libremente, no una condición que la vida les ha puesto encima.

¿Qué hacer entonces? Propongo tres puntos:

1. Darse cuenta que es una parte de la vida humana que no siempre se cumplen nuestros sueños. Hay gente que siempre quiso tener una casa propia, o siempre quiso tener un determinado trabajo, o siempre quiso viajar a algún sitio, o siempre quiso tener un hijo, o suiempre quiso casarse. No hay una explicación general de por qué tantos sueños que parecen legítimos y razonables no se realizan. En algún caso uno puede pensar que Dios podría estar preservando a una persona de algún tipo de daño o desengaño pero eso si acaso puede servir en unas cuantas historias. De nuevo, lo único que tenemos son las duras estadísticas que muestran que muchas personas no tendrán algunas alegrías particulares que hubieran querido tener. Y si las cosas les pueden suceder a algunos, ¿por qué no a nosotros?

Este tipo de dolor se parece mucho a un duelo. Uno puede disgustarse, enloquecerse, deprimirse o tratar de disimular pero la ausencia permanente del ser amado no cambia con nada de eso.

¿Qué hace una persona en un duelo? Toma las enseñanzas, atesora los buenos recuerdos, agradece lo que hay que agradecer y poco a poco va enfocándose en nuevas metas. En vez de llorar ante una puerta cerrada hay que ver qué puertas están abiertas.

2. Enfocarse en lo que sí es posible hacer y si trae satisfacción personal profunda. Uno no debe estar comparando alegrías. Lo que no se pudo, no se pudo. Pero el hecho de que una alegría no haya podido ser no quita que haya otras alegrías que sí pueden llegar a nuestra vida; alegrías y bienes que quizás han estado tocando a nuestra puerta. Por dar un ejemplo de algo distinto: hay personas que cuando terminan su época laboral y se jubilan (retiran) entran en depresión porque no pueden hacer lo que les gustaba. Pero también hay personas que empiezan a descubrir otro tipo de actividades que de hecho quedaban siempre pospuestas o incompletas debido al mucho trabajo.

Además de pensar en cómo hubiera sido su vida si hubiera estado casada, ¿qué más puede hacer una mujer? ¿Va a pasarse el día pensando sus pensamientos? Algunas toman ese camino que por supuesto les enferma el cuerpo y el alma. Otras van descubriendo que hay muchas fuentes de satisfacción, trabajo y alegría que no están ligadas al matrimonio. No todo en la vida debe definirse por “me casé” o “no me casé.” Ese es un descubrimiento fundamental. El valor integral de la vida no proviene de un solo aspecto o dimensión. Las personas con una fe viva en Cristo descubren esto más pronto porque Él nos pone en la ruta para sabernos y sentirnos amados por Dios Padre, y ese amor no se limite a “Tuve el trabajo que quería” “Me casé con el hombre que quería” o cosas parecidas. Además, la ruta de la fe nos ayuda a ver que todas esas alegrías, aunque sean grandes y legítimas, terminan con la hora de la muerte. Jesucristo en cambio nos invita: “Atesorad tesoros en el cielo…”

3. Por último, y puede ser lo más importante, es necesario ser miembros vivos de comunidades de fe en nuestras parroquias o en movimientos católicos reconocidos y autorizados. Al demonio le encanta vernos obsesionados con “algo” porque ese deseo concentrado pronto hace que caigamos en idolatría, y a la vez nos vuelve ciegos a los demás bienes que quizás Dios quiere otorgarnos.

Una comunidad de fe, donde haya oración, formación y evangelización, o sea, servicio de la Buena Nueva a otras personas, nos saca de las trampas en las que es tan fácil caer. Pronto nos damos cuenta que los demás no están necesitándonos únicamente ni principalmente por el trabajo que tengamos, el dinero que ganemos o la persona con la que nos hayamos casado. Esas cosas no necesariamente nos hacen buenos servidores de nuestros hermanos. En cambio, sí hay algo que mejora todo en nosotros: una vida de oración, no para ganar favores de Cristo sino porque Él es bueno y de su bondad nos hace partícipes.

Poligamia entre los aztecas

Cuenta Motolinía que en México «todos se estaban con las mujeres que querían, y había algunos que tenían hasta doscientas mujeres. Y para esto los señores y principales robaban todas las mujeres, de manera que cuando un indio común se quería casar apenas hallaba mujer» (I,7, 250).

Del tlatoani Moctezuma cuenta López de Gómara que en Tepac, el palacio en que normalmente residía, «había mil mujeres, y algunos afirman que tres mil entre señoras y criadas y esclavas; de las señoras, que eran muy muchas, tomaba para sí Moctezuma las que bien le parecía; las otras daba por mujeres a sus criados y a otros caballeros y señores; y así, dicen que hubo vez que tuvo ciento y cincuenta preñadas a un tiempo, las cuales, a persuasión del diablo, movían, tomando cosas para lanzar las criaturas, o quizá porque sus hijos no habían de heredar» (Conquista p.344; +Francisco Hernández, Antigüedades I,9)…


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

Formación permanente para la pareja y la familia, 2 de 2

[Predicación a un grupo de parejas en el Encuentro Internacional de La Mansión.]

Parte 2 de 2

* Un tercer término es ENSEÑANZA. Nos habla de una realidad que ha acompañado a la Iglesia desde su comienzo mismo pues vemos en Hechos que los convertidos son asiduos a la enseñanza de los apóstoles. Estamos ante un elemento esencial dela vida cristiana: ser discípulos. Y discípulos seremos de Cristo hasta el día en que de él aprendamos cómo morir, de cara a la resurrección.

* Un cuarto y último término es PREDICACIÓN. Tema de actualidad por la abundancia de malas noticias que cierran el futuro y la posibilidad de diálogo intergeneracional en la familia. El corazón humano necesita alimentarse de la grande y poderosa noticia del amor redentor de Dios para poder amar y para renovarse en su camino de redención y santificación.

Formación permanente para la pareja y la familia, 1 de 2

[Predicación a un grupo de parejas en el Encuentro Internacional de La Mansión.]

Parte 1 de 2

* Los distintos términos que se utilizan para denominar las palabras que se dirigen a una asamblea de creyentes nos ayudan a descubrir las dimensiones de formación que todo cristiano necesita, incluyendo, por supuesto, a quienes son pareja y llevan vida de familia.

* Un primer término es TALLER. Este término indica que le permitimos a Dios trabajar en nosotros, y nos declaramos dispuestos a trabajar quitando obstáculos para llegar a una fe plena (véase Juan 6). Y luego, con la ayuda de la gracia, trabajar en la propia conversión y en el ejercicio saludable de la caridad.

* Un segundo término es CHARLA o PLÁTICA. Indica la confianza de una conversación como la que uno podría tener en la sala de su casa. Este término sugiere la apertura de amor a la persona de Jesucristo para acogerlo como verdaderamente nuestro.

Santidad de pareja y de familia, 2 de 2

[Predicación para los matrimonios en el Encuentro Internacional de La Mansión, en Noviembre de 2014.]

Parte 2 de 2: Los frutos

* Desde el descubrimiento de la bondad y la santidad de Dios cada uno llegará al acto maravilloso de amor y fe de la Virgen María: “Aquí está la esclava del Señor.” Desde esa disponibilidad, el querer de Dios se hace presente como una vida de crecimiento en la fe y en el amor.

* Las parejas han de ver su sacramento del matrimonio no como el recuerdo de algo del pasado sino como un manantial de gracia que permanece vivo y les acompaña y fortalece. En su oración, han de dirigirse al Cristo que de un modo singular mora en ellos como principio de unidad según el precioso plan de Dios.

* Los hijos, por su parte, no se consideren únicamente como sujetos de derechos. Han de vencer al maligno, como dice la 1 Juan. Y en esto lo esencial es valorar los tesoros de sabiduría que vienen de los mayores, empezando por los propios padres.

Santidad de pareja y de familia, 1 de 2

[Predicación para los matrimonios en el Encuentro Internacional de La Mansión, en Noviembre de 2014.]

Parte 1 de 2: Las bases

* La experiencia de la santidad divina es siempre el descubrimiento de una grandeza, una belleza, una bondad, un poder que rebasa, más allá del horizonte, lo que podíamos considerar. Son comparables experiencias como la de Isaías en el templo y la del apóstol Pedro en su humilde barca del Mar de Galilea.

* El reconocimiento de la santidad se convierte también en viva conciencia de la propia pequeñez, el propio pecado, la propia fragilidad y precariedad. Es un “ver que uno no ve;” un darse cuenta de los límites que parecían extremos y que repente se revelan pequeños y completamente insuficientes.

* Tal tipo de experiencia es indispensable para proclamar con verdadera convicción y coherencia que sólo Dios es Dios, y ante que eso, para recibirlo como Señor de cada área de nuestra vida, por encima de todo otro interés o afecto. Sin este tipo de experiencia, la exigencia propia de la moral de la Iglesia Católica resulta inabordable, incomprensible y francamente imposible.

* Esta acogida del don divino cambia la perspectiva de los esposos. No es que dejen de tener necesidad de afecto o de expresión de amor sino que amar y amarse ya significan otra cosa cuando se ha conocido el amor de Dios.

Intimidad conyugal según el plan de Dios, 2 de 2

[Predicación a los matrimonios y a muchos jóvenes en el Encuentro Internacional de La Mansión, en Santa Cruz, Bolivia. Noviembre de 2014.]

Parte 2 de 2: Alegría y fecundidad

* Continuamos con la lectura meditada del Génesis:

(3) Alegría: Adán recibe a Eva como un regalo que Dios le da. Ella es “el paraíso dentro del paraíso.” A la vez, como son complementarios, Adán está llamado a aprender cómo alegrar a Eva, según la expresión del Deuteronomio. esta alegría se rompe si el acto íntimo se animaliza, perdiendo su capacidad de comunicación humana, como sucede con los anticonceptivos artificiales.

Cuando la mujer accede a usar métodos anticonceptivos artificiales con su pareja, esta entrenando el cerebro de su esposo a: “sexo = entretenimiento sin consecuencias”, eso lo prepara para ser infiel, porque el sexo se vuelve en puro placer sin consecuencias. Aquel hombre que conoce y venera el corazón de su esposa, que conoce con que calidad de ser humano esta, aquel hombre que ha aprendido a valorar en el silencio la ternura y que llego a ser verdadero dueño de su cuerpo y de su sexo, ese hombre cristiano sabe que quien duerme con el es un templo del Espíritu Santo, ese hombre que aprendió a amar, venerar, respetar y agradecer por su esposa, si esta lejos de casa y se le presenta cualquier desgraciada que le mueve caderas y se le ofrece etc, este hombre que sabe el tesoro de tesoros que tiene en su casa, dice: yo no voy a cambiar mi mujer por esta cualquiera.

Los métodos anticonceptivos son una ruta hacia la infidelidad; la mentalidad de anti concepción genera una idea satánica de que un bebe es un enemigo. Las pastillas anticonceptivas dañan el endometrio en la mujer y cuando ya quieran embarazarse sucederá a menudo que no podrán. Es preciso aprender el dominio de sí, y santificar la sexualidad, y conocer y valorar los métodos naturales.

(4) La pareja está llamada a ser fecunda. las ideas de perpetua escasez preparan las disculpas para una vida egoísta que no termina de abrirse a la donación de sí mismo.

* Si la pareja vive el plan de Dios experimenta la alegría compartida y la comunión de amor con Aquel que más los ha amado.

Intimidad conyugal según el plan de Dios, 1 de 2

[Predicación a los matrimonios y a muchos jóvenes en el Encuentro Internacional de La Mansión, en Santa Cruz, Bolivia. Noviembre de 2014.]

Parte 1 de 2: Sobre el plan de Dios

* Muchos se preguntan sin un sacerdote está autorizado para hablar de temas conyugales. Hay varias razones que demuestran por qué sí:

(1) El sacerdote recibe confidencias muy reales de multitud de parejas. Tiene un panorama muy amplio de la realidad matrimonial, que no se limita a un solo caso, que sería el suyo.

(2) Muchas cosas que los hombres o las mujeres, por temor o por otras razones, ni siquiera comentan a sus propios cónyuges, lo cuentan a los sacerdotes.

(3) La evangelización ha de alcanzar todas las áreas de la vida, si vamos a ser sinceros en aquello de que Cristo es nuestro SEÑOR: es deber y por tanto derecho de la Iglesia hacerse presente en todo lo que es humano.

* Un plan apropiado para leer la realidad conyugal lo podemos obtener del Génesis:

(1) Dios vio todo lo que había hecho, y era bueno. En contra de lo que han enseñado algunas sectas a lo largo de los siglos, nuestra realidad corporal es buena. No hay que idolatrarla pero en ningún caso sera cristiano despreciar lo material, lo corporal o lo sexual.

(2) La complementariedad ha sido querida por Dios: “hombre y mujer los creó.” Esa complementariedad dentro de la misma dignidad significa capacidad de apoyo y apertura a la comunicación. El varón tiende a lo “esencial;” la mujer tiende a lo “integral.”

Enamoramiento, Noviazgo, Matrimonio, 2 de 2

[Predicación especialmente para los jóvenes en el Encuentro Internacional de La Mansión, en noviembre de 2014.]

Parte 2 de 2: Raíces de la situación actual, y su respuesta en Cristo

* Tres elementos hacen que las relaciones de noviazgo tengan pasmosa superficialidad y fragilidad en nuestro tiempo:

(1) La grave soledad en que muchos crecen, criados por “pantallas”
(2) La presión social, que pretende que se sienta raro el que no tiene pareja
(3) La erotización de la sociedad, muy claramente visible en los puntos de referencia que tienen los jóvenes

* Jesucristo es respuesta real a los vacíos y necesidades profundas de los jóvenes porque su amor es presencia, y sobre todo porque la fe cristiana conduce a la comunidad.

* Esta segunda parte termina con una oración por las mujeres y luego por los varones.

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Enamoramiento, Noviazgo, Matrimonio, 1 de 2

[Predicación especialmente para los jóvenes en el Encuentro Internacional de La Mansión, en noviembre de 2014.]

Parte 1 de 2: Planteamiento del problema

* El “mundo” tiene su propia versión de lo que significa una relación entre hombre y mujer: compañía, disfrute e intimidad. Es una idea tan arraigada, que cuesta trabajo cuestionarla.

* Pero puede ser cuestionada: por su misma naturaleza, el acto íntimo supone entrega, donación. Y una donación que no incluyera el pasado o que excluyera el futuro sería ficticia.

* La intimidad superficial, que se traduce en promiscuidad no simultánea pero real, va dejando el corazón roto por una mentira permanente: los cuerpos hablan de entrega pero los hechos y las vidas hablan de egoísmo y conveniencia.

* Esta primera parte termina con una pregunta: Si esa mentira es real, ¿por qué permanece? ¿Qué la alimenta?

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