Padre cordial saludo desde Magangué- Bolívar. Perdone que me atreva a opinar pero quiero aportar mi granito de arena con mi experiencia personal. Es cierto que en el matrimonio hay muchos ires y venires, que hay momentos que como dicen en el boxeo: se quiere tirar la toalla. Pero desde que inicié mi camino con Cristo y con la oración y mi ejemplo, pudo el Señor también encarrilar a mi esposo, nuestras vidas y matrimonio de 17 años ya para la gloria de Dios, cambiaron hasta tal punto que hoy en dia nos amamos mas y con un amor que se nota viene de Dios, porque se siente puro; mi esposo ha entendido lo que es la fidelidad conyugal, el amar a la esposa como a si mismo, y sobretodo a cumplir los mandamientos del Señor.
Es posible amarse hoy en dia como eran los matrimonios de antes, pero el ingrediente principal y eficaz es construir el hogar sobre la roca, que ambos cónyuges lleven una vida práctica en el amor de Dios. Ese amor que proviene de Dios reactiva el amor que cada uno tiene por el otro y se siente uno cada vez mas enamorado y amado por el otro, hasta tal punto que se siente que son uno solo, como dice el Señor en su Palabra: son una sola carne, asi es. Estoy totalmente convencida de eso. Y es el ejemplo que queremos darle a nuestros hijos (16) y (11) que aunque uno no quiera se van dejando envolver del mundo, pero ahi estamos bregando a inculcarles el amar a Dios con todo el corazón y por sobre todas las cosas y que ellos vean a sus padres que se aman y que se demuestran su amor diariamente con gestos tales como abrazos, picos y el respeto mutuo.
Dios lo bendiga y le siga dando la sabiduría para llegar a mas almas de las que ya con la ayuda de El, ha llevado por caminos de verdadera conversión. Paz y bien. -MCSZ