Si alguno me preguntara
qué estoy haciendo en Dublín
respuesta no tengo clara
ni es tan fácil de decir.
Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
Si alguno me preguntara
qué estoy haciendo en Dublín
respuesta no tengo clara
ni es tan fácil de decir.
Es bello ver que paso a paso se va haciendo realidad lo que un día fue posible soñar sobre la presencia de la palabra de vida en Internet.
Hoy tomo prestadas las palabras de Santa Clara de Asís y le digo a Dios, con humilde amor: ¡Gracias porque me creaste!
En este mundo multimedia, los textos — en lo posible– han de ir acompañados con imágenes y sonidos.
Por eso, hay un hermanito que le ha nacido a este diario: imágenes en formato sencillo, sin maquillaje, como en cámara escondida.
El link es este. Entra, y escoge las imágenes que te gusten.
Un abrazo desde Dublín!
Con ese nombre tan bello, la Primavera se asocia a muchas cosas bellas también: la vida que renace después de los largos meses de frío, las flores y los colores, las temperaturas más benignas, la alegría de volver a tomar el trabajo del jardín de casa…
Yo estoy de acuerdo –¡cómo no estarlo!– con aquella piadosa súplica de los devocionales católicos clásicos: “¡Líbranos, Señor, de la muerte repentina!“
Si place a Dios, yo no quisiera una muerte repentina; quisiera estar preparado y tener tiempo y conciencia para arrepentirme, y sobre todo para confiar más en el Señor, darle gracias y más gracias por todos sus bienes y ofrecer también ese momento último por la Santa Iglesia.
Si estar así consciente me lo permite Dios, sé que cuando llegue esa hora me sentiré triste por el bien omitido, incompleto; por el amor que no se dio y las oportunidades de gracia que se desperdiciaron. Sin embargo, pienso que va a primar la alegría y que será más fuerte la gratitud.
Hace una semana estábamos recordando con toda la Iglesia la muerte dolorosísima de Cristo en la Cruz. El ambiente es totalmente distinto hoy, impregnado con el perfume de la Pascua. Sin embargo, la Pascua misma es un momento para mirar a la muerte, ya vencida, y mirar cada uno su propia muerte, que Cristo ha de vencer.
Jesucristo vivo: TE AMO.
Hace unos días falleció la mamá de uno de los padres de mi convento. Comento impresiones:
1. Sentí solidaridad. Todos nos hicimos presentes en alguna de las fases de la despedida a este venerable señora (tenía algo más de 90 años).
2. La solidaridad resulta poco emotiva, comparada con el estilo latino. Los hombres no lloran, por lo menos, no en público. Las mujeres, poco. Sólo se dan algunos abrazos entre la familia inmediata, y algunas señoras a los hijos de la difunta.
3. El respeto es inmenso. Hay un aire muy hermoso y muy discreto a la vez, que se convierte en delicadeza para quien se sabe que está sufriendo.
4. Las cosas suceden de modo discreto. Hay reemplazos que hacer, tareas que cubrir. Todo se hace con discreción y eficiencia. Prácticamente no hay perturbación en el orden diario.
5. La persona afectada vive su luto en un inmenso silencio, que uno puede suponer que se rompe con algunos más cercanos. A los demás, se supone que nos corresponde entender, acompañar, respetar, orar, callar, apoyar. Son roles muy claros; muy establecidos. Uno no se siente mal, pero sí es un poco extraño.
Yo había hecho la Licenciatura en Teología en la Javeriana. El actual Provincial, José Gabriel, decidió impulsar el proyecto de la Facultad de Teología nuestra en Colombia, para lo cual, obviamente, se necesita más gente con doctorado. En principio hablamos de Suiza, pero luego, en el deseo de aproximarnos también a otras culturas (la anglosajona en este caso) y otras lenguas (el inglés), llegamos a un acuerdo, que yo viniera a Irlanda.
Pasada la “barrera” simbólica del medio año por aquí, yo diría que me brota un tipo de mirada y de evaluación diferente. Como que ya no sólo miro lo que está “delante” sino que también vuelvo un poco la atención sobre mí mismo, y me percibo distinto.
Mañana cumplo 12 años de ordenación sacerdotal. Y como hoy reciben este don sacramental cinco frailes de mi Provincia de Colombia, permítaseme compartir el mensaje que les envié con gran afecto:
Muy recordados,
Fray José Fernando Osorio, O.P.,
Fray Eduardo Oviedo, O.P.,
Fray Ariel Calixto Castellanos, O.P,,
Fray Olvani Sánchez, O.P.,
Fray Willington Giraldo, O.P.
Desde tierras donde el Evangelio ha sido regado con lágrimas y con sangre; desde esta Irlanda, que ha dado mártires y pastores, misioneros y fundadores, reciban, por favor, mi saludo de fraternidad y mi abrazo sacerdotal.
La obediencia me indicó estos caminos de Europa, que con algunas dificultades pero sobre todo con gran esperanza estoy recorriendo. ¡Bendito sea Dios!, han crecido mi fe en el Señor y mi amor a la Orden, y puedo decir que experimento la Divina Providencia en lo pequeño y en lo grande, muy particularmente en lo que atañe a mis estudios.
Recuerdo de continuo a nuestra Provincia de Colombia, para la que estoy preparándome y a la que espero servir en su momento; por eso siento como mías cada una de las noticias que recibo por correo o a través de la página web. Por ella he podido saber del día ungido y bendito de la ordenación presbiteral de Uds., hermanos, así como de la ordenación diaconal de nuestro querido Fray Alexander Rincón, O.P.
Doy gracias al Señor por la historia vocacional de cada uno, de la que he podido ser testigo en alguna medida. Cuenten, pues, con mis sinceras oraciones. Y oren también por mí, por favor: al día siguiente, 21 de marzo, es decir, cuando muchos de Uds. estarán celebrando sus Primeras Misas, cumplo yo doce años de mi ordenación como presbítero. Ciertamente, hoy más que nunca sé que necesito de las oraciones de la Iglesia y de la misericordia de Dios, nuestro Padre.
Unidos en la plegaria y en la alegría,
Fr. Nelson Medina, O.P.
Cuando nuestro querido Jorge Serrano, S.J., se despidió de nosotros en Dublín tomamos esta foto que hoy me complace compartir:
Precisamente hoy cumplo seis meses de haber pisado por primera vez este suelo irlandés. Y lo que siento es una inmensa gratitud que gustoso comparto con todo aquel que quiera leer estas palabras. Mirando este medio año, doy gracias por muchas cosas.
Estoy feliz porque pude conseguir una versión grabada del programa de radio sobre Colombia, en el que participé el sábado pasado, junto con otros tres invitados.
Hoy hubo una experiencia nueva. Una emisora de radio, News Talk 106, hizo un programa especial sobre Colombia, y me invitaron. Éramos dos colombianos y dos irlandeses en el estudio: preguntas generales y respuestas más bien generales, sobre el estado del país, la violencia, las decisiones del gobierno, la influencia de los Estados Unidos, qué se le pediría a la Unión Europea… demasiado tema para 55 minutos!