¿De dónde viene la palabra Christmas?

Saludos navideños fray Nelson. Tengo una consulta navideña para ver si puede darme luces. Quisiera saber del origen de la palabra christmas. Muchas gracias y felices pascuas. — S.B.

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Ante todo: Feliz y Santa Navidad para ti, y para todos a quienes lleguen estas palabras.

“Christmas” es el término usual en inglés para referirse a la Navidad. Su origen parece estar en la abreviatura de dos palabras: Christ’s Mass, es decir: “La Misa de Cristo,” en el sentido de: la Misa que celebra el misterio del nacimiento de Cristo.

Es un término antiguo en su origen–de la Edad Media–que va unido a la palabra que suele acompañarle: Merry, que va en: “Merry Christmas.” En inglés, el término relativamente antiguo “merry” que indica un estado anímico de exultación, de gozo: sobre todo de gozo compartido.

Así que el sentido es: “Alegrémonos en el misterio de la Navidad.”

La presencia de la Palabra en el universo, en la historia y en el portal de Belén

Las leyes que la ciencia descubre sobre el universo o sobre la historia no son una explicación última porque no dan razón de sí mismas. El porqué de las leyes nos remite al Lógos divino, que, estando en nuestra mente nos permite precisamente descubrir tales leyes. Vemos así que el Lógos está como meta-explicación de lo que existe, y también como inteligencia en nuestra alma, y luego como voz en nuestra conciencia; voz que se esclarece en la Ley y la predicación de los Profetas pero que sólo tiene su plenitud en Jesucristo, Palabra Encarnada.

Vivir la Navidad con el ejemplo de los pastorcitos

De los pastores aprendemos: (1) Son pobres, y así nos invitan al conocimiento de nosotros mismos y de nuestras miserias. (2) Son pastores, y así nos invitan a salir de nuestras comodidades y egoísmos a través del verbo cuidar. (3) Soportan la dureza de la noche, y así nos enseñan a no tomar como pretexto para nuestra mediocridad o complicidad las tinieblas del mundo. (4) Hacen su labor por turnos, y así nos enseñan que no se debe recargar en nadie la tarea que en realidad a todos nos compete: todos tenemos una parte de responsabilidad.

LA GRACIA del Lunes 25 de Diciembre de 2017

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

Jesucristo es la Palabra de Dios que me da la vida y la luz para descubrir la mentira en la que vivo, permitiéndome conocer el verdadero camino que me lleva al Padre.

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LA GRACIA del Domingo 24 de Diciembre de 2017

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO, CICLO B

Es tiempo de gracia, sanación y misericordia para ti. No dejes que pase esta Navidad sin recibir la visita de Dios en tu vida, en tu corazón.

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Atreverse a decir: FELIZ NAVIDAD

El mundo laicista quiere convertir tus convicciones religiosas en ofensas que deben prohibirse. Según ese esquema el crucifijo debe quitarse porque molesta u ofende a los que sienten repugnancia por la idea de que Dios haya revelado su ser y su salvación a través del sacrificio de la Cruz.

El pesebre–siempre según el laicismo–debe quitarse porque les fastidia a los que consideran que ese “mito” no tiene que ver con ellos. Las procesiones, el texto de los mandamientos, los nombres de las calles… todo lo que enuncie lo que tú crees debe desaparecer de modo que nadie se sienta ofendido.

Lo que no explica ese esquema es por qué mi convicción es una ofensa. Si mi convicción brota de lo que identifico como mi propio ser, entonces reprimir la expresión de mi convicción no es otra cosa que la negación de lo que yo soy.

Supongamos que alguien considera que no hay prenda de vestir más absurda y ridícula que la falda. Y entonces considera ofensivo que alguien, sea hombre o mujer, use una falda. ¿Deberían prohibirse las faldas? Si alguien se siente fastidiado o humillado por que otro use una gorras o cachucha, ¿habría que prohibirlas? Si alguien considera que las sandalias son ofensivas, ¿hay que hacer una ley que las proscriba?

Dicho de otra manera: ¿por qué la ofensa subjetiva de unas personas debe convertirse en norma objetiva que coarta la expresión de las convicciones y el ser de otras?

En efecto, si nadie protestara nunca por los pesebres o los crucifijos no habría leyes que los restringen. Entonces cabe la pregunta dicha: ¿por qué la opinión de unos debe convertirse en norma coercitiva contra otros?

Sólo hay una explicación: porque a quienes detentan el poder les estorba lo que representan esas convicciones, y por ello aprovechan el supuesto o real fastidio de unas minorías para imponer lo que de todos modos quieren hacer.

Es decir: totalitarismo. Quedamos informados.

Espero que sientas indignación al leer lo que sigue

Colegios vascos eliminan a “Jesús” de los villancicos para no molestar a los alumnos musulmanes: Cantan villacincos en euskera pero donde decía “Jesús”, los niños dicen “Perú”. La escuela pública vasca no quiere ni oir mentar a Jesucristo en las aulas, ni siquiera en los villancicos. ¿Motivo? Podrían herir la sensibilidad de alumnos musulmanes o de otras religiones. Ya lo ves: cristianos que van de primeros en negarle un puesto a su fe. Más información aquí.

Historia del Pesebre

¿Sabes quién inventó el pesebre? Voy a contártelo. Pon mucha atención.

El pesebre lo inventó San Francisco de Asís, el santo de la humildad y de la pobreza, en la Navidad de 1223, hace muchos años ya, en el pueblecito de Greccio, en Italia.

Francisco estaba débil y enfermo, y pensando que tal vez aquella sería su última Navidad en la tierra, quiso celebrarla de una manera distinta y muy especial.

Un amigo de Francisco, el señor Juan Velita, era dueño de un pequeño bosque en las montañas de Greccio, y en el bosque había una gruta que a Francisco se le parecía mucho a la cuevita donde nació Jesús, en los campos de Belén, y que él había conocido hacía poco en su viaje a Tierra Santa.

Francisco habló con su amigo, le contó su idea de hacer allí un “pesebre vivo”, y juntos lo prepararon todo, en secreto, para que fuera una sorpresa para los habitantes del pueblo, niños y grandes.

Entre la gente del pueblo, Francisco y Juan escogieron algunas personas para que representaran a María, a José, y a los pastores; les hicieron prometer que no dirían nada a nadie antes de la Navidad, y, siguiendo el relato del Evangelio de San Lucas, prepararon la escena del nacimiento. ¡Hasta consiguieron un hermoso bebé para que representara a Jesús!

La noche de Navidad, cuando todas las familias estaban reunidas en sus casas, las campanas de la iglesia empezaron a tocar solas… ¡Tocaban y tocaban como si hubiera una celebración especial!… Pero nadie sabía qué estaba pasando… El Párroco del pueblo no había dicho que fuera a celebrar la Misa del Gallo… la Misa de Medianoche….

Sorprendidos y asustados a la vez, todos los habitantes de Greccio salieron de sus casas para ver qué estaba sucediendo… Entonces vieron a Francisco que desde la montaña los llamaba, y les indicaba que subieran donde él estaba.

Alumbrándose con antorchas, porque la noche estaba muy oscura y hacía mucho frío, todos se dirigieron al lugar indicado, y cuando llegaron quedaron tan admirados, que cayeron de rodillas, porque estaban viendo algo que nunca habían pensado poder ver. Era como si el tiempo hubiera retrocedido muchos, muchos años, y se encontraran en Belén, celebrando la primera Navidad de la historia: María tenía a Jesús en sus brazos, y José, muy entusiasmado, conversaba con un grupo de pastores y pastoras, que no se cansaban de admirar al niño que había acabado de nacer…

Después, cuando todos se calmaron, el sacerdote, que había sido cómplice de Francisco y de Juan Velita en aquel secreto, celebró la Santa Misa, y Jesús se hizo presente en el Pan y el Vino consagrados, como pasa siempre que se celebra una Misa en cualquier lugar del mundo.

Terminada la Eucaristía, Francisco, lleno de amor y de alegría, les contó a todos los presentes, con lujo de detalles, la hermosa historia de la Navidad, y Jesús, “luz del mundo”, llenó sus corazones de paz y de amor.

Tres años más tarde, Francisco de Asís murió, dejándonos esta hermosa costumbre de hacer el pesebre todos los años, que a todos nos gusta tanto.

¿Cómo se celebra Navidad en Mongolia?

El misionero de la Consolata cuenta cómo festejó la Navidad de Cristo su pequeña comunidad católica. “Sosteniendo el Universo está este Niño en el cual el Altísimo ha decidido encarnarse”. La liturgia en la tienda-capilla, las poesías de los niños, el relato de la Natividad.

Arvaikheer (AsiaNews) – “Al salir de la tienda deberán reconocernos no por el hecho de haber participado en una de las tantas festividades de fin de año –que son muy populares en Mongolia- sino como gente que tiene una esperanza nueva en el corazón y que se vuelve germen de una sociedad más humana y más justa”. Es lo que desea el padre Giorgio Marengo, misionero de la Consolata en Mongolia. Describe para AsiaNews de qué manera ha festejado el nacimiento de Jesús esta pequeña comunidad católica de Arvaikheer (compuesta por 24 bautizados y algunos simpatizantes). La novena, la misa de Navidad, las poesías recitadas por niños, una pequeña representación de la Natividad, antes de regresar todos a casa “tomados de la mano”. Y “en el corazón hay una esperanza nueva: Dios ha elegido esta tierra para habitar entre nosotros”. A continuación, transcribimos su carta.

Cristo ha nacido en el tiempo, ha asumido nuestra condición humana y de esta manera, ha abierto un paso del cielo a nuestras vidas. Ese cielo que en Mongolia se contempla como inmenso, por encima del amplio perfil del horizonte y que se destaca incluso desde adentro de la yurta, la tradicional tienda mongola, que no tiene más abertura que la que se encuentra a lo alto, redonda y dividida en secciones triangulares. Pero hoy ha quedado claro que lo que sostiene el universo no es el eterno retorno o el círculo siempre inmóvil de los astros – a lo cual alude simbólicamente la forma de la rueda-, sino el signo de este Niño en el cual el Altísimo ha decidido encarnarse.

Y son muchos los que vinieron a nuestra yurta-capilla en la noche del 24 y en la mañana del 25, para contemplar este misterio del Todopoderoso hecho niño. Nos habíamos preparado con la novena y con un momento de retiro en la mañana del 24, una pausa para saborear la Noche Santa.

La pequeña comunidad católica de Arvaikheer (24 bautizados y algunos simpatizantes) respondió con entusiasmo a esta propuesta de oración como preparación para la Navidad, que como misioneros y misioneras de la Consolata propusimos ya desde los primeros años. Una meditación para introducir a la oración personal, luego a la adoración eucarística, y tiempo para las confesiones.

Luego hubo una misa por la noche, que fue presidida por el joven misionero congolés, el padre Dieudonè Mukadi Mukadi. Sus palabras fueron una invitación a la simplicidad y a la humildad del niño nacido en Belén. María nos ofrece a su Hijo, sabiendo que ya no es más solamente suyo, sino que es para todos. Y si queremos recibirlo en nuestra vida, debemos aprender justamente de Ella y tomarla como nuestra Madre de la fe. Palabras que resuenan profundamente en una cultura que honra mucho a la madre y en la cual la mujer ocupa un rol destacado en la sociedad.

En la mañana del 25 éramos realmente muchos, con una buena presencia de niños, en el barrio donde se encuentra la misión, en la periferia de la ciudad cabecera de la región mongola de Uvurkhangai. Dios está con nosotros y tiene un rostro humano, podemos conocerlo y así volvernos más hombres, siendo hijos de Dios. Este es el principal motivo de nuestra alegría del día de hoy, que también debe irradiarse en los otros 364 días del año. Ante la elevación del cuerpo eucarístico, en la misa, la luz intensa que hace brillar la estepa irradia el altar de la yurta-capilla, pasando a través de la abertura circular del techo.

Al salir de la yurta, deberán reconocernos no como aquellos que han participado en una de las tantas fiestas de fin de año –muy populares en Mongolia- sino como gente que tiene una esperanza nueva en el corazón y que se vuelve germen de una sociedad más humana y justa: ¡si Dios se ha hecho hombre, cada persona tiene una dignidad inmensa!

Un pequeño concierto de Navidad cierra la fiesta, antes del almuerzo para todos. Con un micrófono en mano, hasta los más pequeños juntan coraje y recitan las rimas aprendidas en la escuela y cantos tradicionales. Los más grandes han preparado una representación de la Natividad, donde la estrella-cometa es sostenida por una figuranta, que a la vez hace de techo de la cabaña de Belén.

Luego, cada uno parte rumbo a su yurta o a su casa, con cientos de niños que van tomados de la mano desafiando el frío intenso que precede a una nevada. Mañana [26 de diciembre] se retoman las actividades habituales, pero en el corazón hay una esperanza nueva: Dios ha elegido esta tierra para habitar entre nosotros, incluso en la estepa mongola.

¡Confiemos en Él!

Oración familiar para poner al Niño en el pesebre

Antes de la medianoche del 24 de diciembre, cuando estés reunido con tu familia para colocar la imagen del Niño Dios en el pesebre, te invitamos a recitar esta breve oración para pedirle a Jesús que también nazca en tu corazón y en el de tus seres queridos.

Lector 1:

Querido Padre, Dios del cielo y de la tierra:

En esta noche santa te queremos dar gracias por tanto amor. Gracias por nuestra familia y por nuestro hogar. Gracias por nuestros amigos, vecinos y por las personas que trabajan con nosotros.

Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos el nacimiento de tu Hijo. Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, con alegría y esperanza. Estamos aquí reunidos para adorarlo y darle gracias por venir a nuestro mundo a llenar nuestras vidas.

Hoy, al contemplar el pesebre, recordamos especialmente a las familias que no tienen techo, alimento y comodidad. Te pedimos por ellas para que la Virgen y San José les ayuden a encontrar un cálido hogar.

Lector 2:

Padre bueno, te pedimos que el Niño Jesús nazca también en nuestros corazones para que podamos regalarle a otros el amor que Tú nos muestras día a día. Ayúdanos a reflejar con nuestra vida tu abundante misericordia.

Que junto con tus Ángeles y Arcángeles vivamos siempre alabándote y glorificándote.

(En este momento alguien de la familia pone al Niño Jesús en el pesebre, o si ya está allí, se coloca un pequeño cirio o una velita delante de Él).

Lector 3:

Santísima Virgen María, gracias por aceptar ser la Madre de Jesús y Madre nuestra, gracias por tu amor y protección. Sabemos que día a día intercedes por nosotros y por nuestras intenciones, gracias Madre.

Querido San José, gracias por ser padre y protector del Niño Jesús, te pedimos que ruegues a Dios por nosotros para que seamos una familia unida en el amor y podamos ser ejemplo de paz y reconciliación para los demás.

Amén.

Rezar: 1 Padre Nuestro, 1 Ave María, 1 Gloria.

Para finalizar se puede entonar algún villancico y todos se dan un abrazo de paz.

[Publicado primero en Aciprensa.]

LA GRACIA del Domingo 25 de Diciembre de 2016

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

¡Oh Jesucristo te acogemos, te veneramos, te adoramos! te expresamos y entregamos todo nuestro amor y de lo profundo de nuestro corazón te decimos ¡gracias por tanto amor!.

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Oración al Niño Jesús

Oración al Niño Jesús

Jesús, tu Nombre dulce y poderoso, eleva el corazón a la esperanza. ¿Qué no podemos esperar de Dios, que nos ha dado todo en ti? ¿Qué no podemos esperar de ti, que te has dado en sacrificio por nosotros?

Bien oculto en las ropas de la humildad entraste a este mundo y bien desnudo de todo orgullo saliste de él. Así nos vestiste con tus virtudes y nos desvestiste de nuestras miserias.

Nos diste tu carne limpia de niño y aceptaste las llagas pavorosas de nuestro antiguo pecado. ¡Niño Dios, hermoso sobre toda hermosura! ¡Niño Dios, espejo limpísimo del amor del Padre por la humanidad! ¡Niño Dios, luz de pureza que has llegado en medio de la noche para vencer a fuerza de amores a las espesas tinieblas del egoísmo y la vanidad!

¡Niño Dios, candor incomparable, humildad suprema, adorable Salvador! Niño Dios, ante ti nos postramos de buen grado, siguiendo el ejemplo de los pastores humildes y de los sabios venidos de Oriente.

¡Niño del pesebre! ¡Cuántas lecciones nos das sin decir una palabra! En tu silencio eres Maestro, y en la impotencia de tu pobre cuna eres más fuerte que todos nosotros.

Padeces frío pero traes el fuego; lloras pero brindas consuelo; callas pero enseñas a los sabios; sufres pero en ti reside toda alegría y todo gozo. Jesús Niño, con amor te suplicamos por todos los niños y niñas del mundo, especialmente por los que no pudieron nacer.

Tú que bien sabes de pobreza, migración forzosa y exclusión social, compadécete de los niños y niñas que viven tu drama cada día, tal vez sin conocerte ni poder saludarte. Inspíranos también las palabras y acciones que defiendan la vida humana de camino en esta tierra y de cara a la bienaventuranza eterna.

Tu rostro, Jesús, que una vez ofendimos, ahora debe ser contemplado con indecible gratitud; tu palabra, que una vez rechazamos, ahora debe ser atendida y puesta por obra; tu Corazón, que una vez lastimamos, ahora debe ser rodeado de amor y alegría, de adoración perfecta y rendida obediencia.

Jesús: grandes y sin medida son los méritos de tu infancia. Por ellos te suplicamos nuestra propia conversión así como la propagación del Evangelio a todo lo creado. ¡Que la Buena Noticia de la Navidad alcance a todos porque tú quieres que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad! Tú vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.