Ejercicios sobre el perdon, 53

PERDONAR A DIOS: Les invito a que reflexionemos ahora sobre los tres niveles fundamentales del perdón: el perdón a Dios, el perdón a sí mismo y el perdón a los demás. En cuanto al perdón a Dios, las dos palabras no parecen ir juntas. Sin embargo casi todos guardamos en nuestro interior resentimientos contra Dios, además de forjarnos falsas ideas acerca de El. Ya hemos visto que el perdón se centra en el amor de Dios. Cuando la persona está centrada en el amor de Dios, cuando descubre que es amada por Dios, por un Dios que nos acepta como somos, desaparecen muchísimos problemas.

Es importante darnos cuenta de que, aunque oremos mucho, participemos en retiros, en muchas Eucaristías, es necesario recibir la revelación de Jesús, el descubrimiento del Dios vivo y verdadero, de lo contrario podemos vivir con grandes desconfianzas y resentimientos frente a Dios, sobre todo en momentos difíciles, cuando pensamos que Dios se olvidó de nosotros, nos envió ciertas desgracias, cuando pudo habernos liberado de ello.

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Ejercicios sobre el perdon, 52

RESPIRAR A DIOS: Este ejercicio te ayuda a colocarte en una temperatura interior de presencia de Dios, de bondad para poder con la ayuda de tu Señor otorgar el perdón que necesitas dar.

Percibe el aire que pasa por tu nariz al aspirar. Siente el aire y su calidad: ¿aire caliente?¿aire fresco?… Percibe las áreas donde se siente. Aspira lentamente el aire por la nariz para poder sentirlo… Siente si entra más aire por una fosa nasal que por la otra… Siente cómo se llenan los pulmones al aspirar y cómo se relaja el pecho al expirar… Concentra ahora tu atención en ti mismo al observar tu propia respiración. Verifica que el yo es diferente de la respiración que estás observando. Puedes decirte: “no soy la respiración”… Enfoca de nuevo tu respiración. No intentes controlarla o profundizarla, sencillamente toma conciencia de ella… Toma conciencia de los movimientos que se producen en tu cuerpo, en los pulmones, en el diafragma. Toma conciencia de la inspiración.., de la expiración. Di internamente: “ahora estoy absorbiendo el aire… ahora estoy soltando el aire”. Sin reflexiones. Únicamente ser consciente de ello.

Observa el diafragma que se llena y se vacía… Aspira y expira varias veces suavemente. Percibe el aire que pasa por tu nariz y se expulsa por tu boca. Aire caliente, aire frío… Concentra ahora tu atención en ti mismo, en el yo que está respirando… El aire está cargado de la presencia de Dios. Aspira como aspiras el aire… expresa deseo, hambre y sed de Dios… Desea que él te penetre y purifique, como el aire que penetra en tus pulmones y purifica tu sangre. Como el aire oxigena tu sangre, la presencia de Dios te reconforta, te reaviva… Aspira profundamente queriendo que Dios purifique tu vida y la llene de bondad… Al expulsar el aire, expresa arrepentimiento por tus pecados y omisiones. Experimenta también el deseo de entregarte al Señor. Pon énfasis en esa entrega al expulsar el aire de tus pulmones… Repite conscientemente aspiraciones y expiraciones dándoles el sentido de entrega, de amor, de intimidad, de alabanza, de acción de gracias, de purificación, de perdón. Te recomendamos este estilo de oración acompasada, acompañando la respiración. Nuestros deseos de Dios son actos de amor. Abre los ojos y continúa presente al Señor.

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Ejercicios sobre el perdon, 50

PERDONAR Y OLVIDAR: A la falta de perdón se le llama, también, cáncer emocional. Aunque los investigadores todavía no saben cómo prevenir todos los tipos de cáncer, ya han detectado una de las causas que lo provoca: la irritación constante. Fumar provoca el cáncer de pulmón porque la nicotina y el alquitrán de los cigarrillos irritan los pulmones. Exponerse a las quemaduras producidas por los rayos solares irrita la piel y esto incrementa la posibilidad del cáncer de piel. La irritación emocional puede causar el equivalente al cáncer emocional. El peor tipo de irritación emocional, aquello que destruye a la gente como un cáncer emocional, es no perdonar a los que nos han lastimado u ofendido.
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Ejercicios sobre el perdon, 49

SERVIR ES PERDONAR: Les invito a reflexionar sobre el perdón partiendo de un gesto simbólico del Señor (Jn 13, 2-17) en una de sus enseñanzas extraordinarias. Se trata del gran servicio que debemos entregar al hermano con nuestro perdón. También nosotros, como discípulos de Jesús, podemos realizar ese gesto simbólico de lavar los pies a los hermanos. Esta experiencia puede tocar nuestro corazón, si la hacemos en oración. Con el gesto del lavatorio de los pies Jesús quiso enseñar a sus discípulos lo que es el servicio. Y servir es amar. Y amar es perdonar. Así que, en oración, vamos a lavar los pies a un hermano, como símbolo de amor, para reparar la falta de amor en nuestra vida; y como símbolo de perdón, para perdonar a quien sintamos necesidad de hacerlo.

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The City of God, book 9 of 22

Book 9 – Having in the preceding book shown that the worship of demons must be abjured, since they in a thousand ways proclaim themselves to be wicked spirits, Augustine in this book meets those who allege a distinction among demons, some being evil, while others are good; and, having exploded this distinction, he proves that to no demon, but to Christ alone, belongs the office of providing men with eternal blessedness.

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Ejercicios sobre el perdon, 48

EL AMOR SANA (Mc 1,40-42)

No digo que iniciemos, sino que continuemos, pues toda nuestra reflexión sobre el perdón nos ha llevado siempre hasta el amor, como la gran columna vertebral del perdón. En efecto la falta de perdón habla de una incapacidad de amar a quien no queremos perdonar. Les invito a que ofrezcamos a Jesús que sea dueño de nuestro interior y que haga un trasplante, o lo que El crea mejor, de nuestro corazón de piedra y lo cambie por un corazón de carne, que ame a todos los hermanos. Invitémosle a que visite todos los lugares de nuestra vida en donde hemos sido heridos. En efecto, a la base toda herida afectiva hay un problema de perdón. Y si este perdón no se da, es imposible encontrar la paz consigo mismo, con el prójimo y con Dios.

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The City of God, book 8 of 22

Book 8 – Augustine comes now to the third kind of theology, that is, the natural, and takes up the question, whether the worship of the gods of the natural theology is of any avail towards securing blessedness in the life to come. This question he prefers to discuss with the Platonists, because the Platonic system is “facile princeps” among philosophies, and makes the nearest approximation to Christian truth. In pursuing this argument, he first refutes Apuleius, and all who maintain that the demons should be worshipped as messengers and mediators between gods and men; demonstrating that by no possibility can men be reconciled to good gods by demons, who are the slaves of vice, and who delight in and patronize what good and wise men abhor and condemn—the blasphemous fictions of poets, theatrical exhibitions, and magical arts.

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The City of God, book 7 of 22

Book 7 – In this book it is shown that eternal life is not obtained by the worship of Janus, Jupiter, Saturn, and the other “select gods” of the civil theology.

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The City of God, book 6 of 22

Book 6 – Hitherto the argument has been conducted against those who believe that the gods are to be worshipped for the sake of temporal advantages, now it is directed against those who believe that they are to be worshipped for the sake of eternal life. Augustine devotes the five following books to the confutation of this latter belief, and first of all shows how mean an opinion of the gods was held by Varro himself, the most esteemed writer on heathen theology. Of this theology Augustine adopts Varro’s division into three kinds, mythical, natural, and civil; and at once demonstrates that neither the mythical nor the civil can contribute anything to the happiness of the future life.

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Ejercicios sobre el perdon, 45

CÓMO ORAR POR SANACIÓN DE LOS RECUERDOS: Vamos a detenernos en un tema, iniciando una reflexión, que nos puede ayudar mucho y que cada uno podemos completar más adelante con nuestra experiencia de orantes. Todos necesitamos sanar nuestros recuerdos. Ese mundo de vivencias que hemos ido acumulando, algunas de las cuales pueden estar haciéndonos daño con su recuerdo, necesitamos compartirlas con algún hermano, con Jesús como hicieron los discípulos de Emaús. Cuenta la Palabra, que los dos regresaban a su pasado “conversando entre sí sobre todo lo que había pasado” (Lc 24,14).

Los dos de Emaús: Dos discípulos de Jesús, tristes, abatidos, desorientados, se alejaban de Jerusalén, de su comunidad, sin ilusión y sin esperanza. Su Maestro había muerto, crucificado días antes. Para ellos, Jesús y su seguimiento era una causa perdida. Decepcionados regresan a su pueblo. Durante el camino de regreso hacia Emaús, su pueblo, Jesús resucitado se hizo el encontradizo con ellos y les preguntó: “¿de qué discuten entre ustedes mientras van caminando tan tristes?” (v. 17).

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Meditacion sobre la genialidad de un santo, Benito de Nursia

San Benito de NursiaHe aquí lo que encuentra un católico en un día cualquiera en Europa, y particularmente en España: el cinismo de un gobierno socialista para el cual el cuerpo es objeto de uso; la avanzada imparable del secularismo, que compite con el renacer de la superchería y la superstición; la presión de los medios de comunicación, vendidos al hedonismo barato y al comercio sin alma; la traición visible de un número de miembros del clero y de los religiosos, unido a la escasez de vocaciones; el laicismo rampante que parece no saciarse en su ansia de extinguir la vida débil, haciendo así de esta tierra un escenario grotesco y cruel; el abandono masivo de la práctica de la fe en los jóvenes; la fractura de la familia, que hace todo más duro, más sordo, más aciago; la complicidad mediocre de la mayoría de los centros de estudio, que a menudo consagran como única fuente de verdad el materialismo cientificista. No es para quedarse tranquilo.

Si ese católico toma en serio su fe tiene que sentir indignación. Su tristeza se volverá lamento pero también deseo de combatir, de gastarse, de entrar en la refriega y dar la cara por Cristo y su Iglesia. Su beligerancia, sin embargo, será interpretada de inmediato por el sistema como “fundamentalismo,” “ingenuidad infantiloide,” “nostalgia de Cristiandad,” y decenas de epítetos de los que ya conocemos, y que empiezan por “carca.” En resumen, un católico hoy solo puede esperar dolor por dentro y rechazo silencioso y asfixiante por fuera. ¿Qué se hace ahí?

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The City of God, book 5 of 22

Book 5 – Augustine first discusses the doctrine of fate, for the sake of confuting those who are disposed to refer to fate the power and increase of the Roman empire, which could not be attributed to false gods, as has been shown in the preceding book. After that, he proves that there is no contradiction between God’s prescience and our free will. He then speaks of the manners of the ancient Romans, and shows in what sense it was due to the virtue of the Romans themselves, and in how far to the counsel of God, that he increased their dominion, though they did not worship him. Finally, he explains what is to be accounted the true happiness of the Christian emperors.

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Ejercicios sobre el perdon, 44

LA MEMORIA Y LOS RECUERDOS: El tema de la sanación interior es muy largo y uno no se sana de una sola vez. Mucha gente piensa que está en paz, pero en su memoria hay guardadas una cantidad de heridas que necesitan ser sanadas mediante el perdón. Este tiene que llagar hasta las últimas fibras de nuestro ser, especialmente hasta la memoria y los recuerdos. Les invito, por tanto a iniciar una reflexión sobre este tema.

Cada persona es un mundo y su interior es tan complejo, que resulta difícil de esclarecer. Ha recibido, desde su concepción e infancia, gran cantidad de sensaciones tanto positivas como negativas. Todos llevamos en nuestro interior un mundo de experiencias, que a través de la vida hemos recibido, lo cual nos hace reaccionar de manera muy distinta. Para conseguir la mayor paz y felicidad en nuestro interior, necesitamos entrar dentro de nosotros mismos, para descubrir aquello que nos está haciendo daño. Es necesario, por lo mismo, buscar a Cristo, dejarnos amar y cubrir nuestra vida con su perdón. Es la única manera para poder perdonar, aunque, de pronto, sea un camino largo, pues las heridas afectivas son hondas y se infectan con facilidad. Por eso, necesitamos tener una vida de oración personal, prolongada, estar con Jesús: media hora, un ahora, según el crecimientote espiritual de cada uno. Ser sanados, poder perdonar no se recibe como por encanto. Sólo el Señor nos sana. En la presente reflexión veremos el poder del perdón en la sanación de la memoria, que es el almacén de los RECUERDOS. Los recuerdos son la base para una vida emocional estable. El recuerdo es como la fotografía de un acontecimiento, feliz o desdichado, registrado en mi memoria.

El acontecimiento feliz queda registrado sin problemas y se convierte en parte integrante de mi vida. El Señor aprovecha los buenos acontecimientos de la vida para sanar en nosotros lo que ha sido herido. El acontecimiento desdichado plantea problemas, porque, cuando fue registrado en mi memoria, hirió mi afectividad. El recuerdo de esta herida, que siempre es signo de una falta de amor o de una frustración, se convierte en un veneno que se infiltra en nuestro ser enfermándolo.

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The City of God, book 4 of 22

Book 4 – In this book it is proved that the extent and long duration of the Roman empire is to be ascribed, not to Jove or the gods of the heathen, to whom individually scarce even single things and the very basest functions were believed to be entrusted, but to the one true God, the author of felicity, by whose power and judgment earthly kingdoms are founded and maintained.

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