Autoridad, Amor y Libertad

El primer mensaje que enviamos no es lo que decimos ni lo que hacemos sino lo que somos.

Tener autoridad es, ante todo, ser “autor” de la propia vida.

Hay muchos modos de ser autor. ¿Cómo distinguimos a los mejores autores?

Lo primero: sus obras son coherentes. Por ejemplo, en una novela, uno ve que hay una “lógica” interna que se cumple. Hay consistencia.

Un buen autor no atrae la atención sobre sí mismo sino sobre su obra. Sie lla es buena, a él lo catalogamos como bueno. Ser buen autor de la propia vida es irradiar, generar, producir un bien sin exhibirse, pero sin tampoco esconderse.

Las obras geniales siempre generan imitadores. Muchas veces, esa imitación es un tributo de admiración. Tener autoridad es ser digno de ser admirado y en cierto sentido, digno de ser imitado.

El bien que vive aquel que es verdadero autor de su vida se irradia. Esa irradiación es un ámbito o atmosfera de amor.

La falsa autoridad crea una falsa distancia con la que pretende esconder su engaño. La verdadera autoridad no requiere de ese artificio.

El que es verdaderamente bueno ya está a distancia de los que apenas están aprendiendo a serlo. Por eso el que tiene autoridad suple con humildad y con amor la distancia que podría desanimar a los que apenas empiezan.

Por eso, el ideal de un papá no es: débil y agresivo, sino fuerte y amoroso a la vez. La autoridad no riñe con el amor. El ideal de una mamá no es: a veces cómplice y a veces regañona, sino más bien: reflejo de un amor que cuesta demasiado ofender o defraudar.

Amar con autoridad hace libre al que se sabe amado. En un hogar así, los hijos saben que repetir a los papás o competir con ellos no tiene sentido. Saben que su única opción es ser libres pero que también ellos tendrán que ser autores de sus vidas.

En medio de la noche

Jesús nace en medio de la noche.

Era de noche, en más de un sentido, aquella vez.

Noche de la tierra, privada de la luz del sol; noche del pecador, lejos de la claridad de la gracia; noche del egoísmo, que nos hace prisioneros de horribles mazmorras a todos; noche del miedo ante el imperio homicida que se endiosa a precio de sangre humana.

Jesús nace en medio de la noche.

Las voces de los ángeles rompen la serenidad de la campiña, y los pastores se ven rodeados de un gozo inesperado, inusitado, inexplicable. La gloria del cielo visita la tierra: una tierra ennegrecida por las huellas del mal y de la ignorancia. No le pareció mal a Dios que el esplendor angelical bañara con su luz al lodo de tantas injusticias, tantas torpezas, tantos engaños, tantas impurezas.

Jesús nace en medio de la noche.

¿Qué está “de noche” en mí? ¿Cuál es la “noche” de mi familia, de mi país, de mi generación? ¿Y en dónde y cómo va amaneciendo la gracia?

El amor de María, la diligencia de José, el resplandor de la estrella, la adoración de los pastores, el peregrinar de los magos de Oriente: Dios siempre regala señales que alivian la noche, que consuelan durante la noche, que son capaces de vencer a la noche. No critiques más a la noche, que así no la alumbras; no maldigas la noche, porque se te entra en el alma; no lamentes la noche, porque el eco de tu lamento te atrapará hasta asfixiarte. Mira, en cambio las señales de luz; bendice las señales, agradece las señales, y vence la noche.

¡Feliz Navidad 2011!

Un forastero se metio en mi casa

EL EXTRAÑO

Unos cuantos años después que yo naciera, mi padre conoció a un extraño, recién llegado a nuestra pequeña población.

Desde el principio, mi padre quedó fascinado con este encantador personaje, y enseguida lo invitó a que viviera con nuestra familia.

El extraño aceptó y desde entonces ha estado con nosotros.

Mientras yo crecía, nunca pregunté su lugar en mi familia; en mi mente joven ya tenía un lugar muy especial.

Mis padres eran instructores complementarios:

Mi mamá me enseñó lo que era bueno y lo que era malo y mi papá me enseñó a obedecer.

Pero el extraño era nuestro narrador.

Nos mantenía hechizados por horas con aventuras, misterios y comedias.

El siempre tenía respuestas para cualquier cosa que quisiéramos saber de política, historia o ciencia.

¡Conocía todo lo del pasado, del presente y hasta podía predecir el futuro!

Llevó a mi familia al primer partido de fútbol.

Me hacia reír, y me hacía llorar.

El extraño nunca paraba de hablar, pero a mi padre no le importaba.

A veces, mi mamá se levantaba temprano y callada, mientras que el resto de nosotros estábamos pendientes para escuchar lo que tenía que decir,

pero ella se iba a la cocina para tener paz y tranquilidad.

(Ahora me pregunto si ella habrá rogado alguna vez, para que el extraño se fuera.)

Mi padre dirigió nuestro hogar con ciertas convicciones morales, pero el extraño nunca se sentía obligado para honrarlas.

Las blasfemias, las malas palabras, por ejemplo, no se permitían en nuestra casa Ni por parte de nosotros, ni de nuestros amigos o de cualquiera que nos visitase.

Sin embargo, nuestro visitante de largo plazo, lograba sin problemas usar su lenguaje inapropiado que a veces quemaba mis oídos y que hacia que papá se retorciera y mi madre se ruborizara.

Mi papá nunca nos dio permiso para tomar alcohol.

Pero el extraño nos animó a intentarlo y a hacerlo regularmente.

Hizo que los cigarrillos parecieran frescos e inofensivos, y que los cigarros y las pipas se vieran distinguidas.

Hablaba libremente (quizás demasiado) sobre sexo.

Sus comentarios eran a veces procaces, otras de doble sentido, y en más de una ocasión obscenos.

Ahora sé que mis conceptos sobre relaciones fueron influenciados fuertemente durante mi adolescencia por el extraño.

Repetidas veces lo criticaron, mas nunca hizo caso a los valores de mis padres, aun así, permaneció en nuestro hogar.

Han pasado más de cincuenta años desde que el extraño se mudó a nuestra familia.

Desde entonces ha cambiado mucho; ya no es tan fascinante como era al principio.

No obstante, si hoy usted pudiera entrar en la guarida de mis padres,

todavía lo encontraría sentado en su esquina, esperando por si alguien quiere escuchar sus charlas o dedicar su tiempo libre a hacerle compañía…

¿Su nombre?

Nosotros lo llamamos… ¡Televisor!

El silencio de la noche

“El silencio de la noche es una vela nocturna que pone al vigía en actitud de expectación. ¿Qué podría decirnos el hombre del silencio de la noche?, ¿qué ve?, ¿qué intuye?, ¿qué barrunta?, ¿qué atisba?, estos interrogantes, sinónimos de una misma realidad, podrían ser respondidos con un Himno litúrgico vespertino: “Vi los cielos nuevos y la tierra nueva. Cristo entre los vivos y la muerte muerta”. Esto es lo que en su capacidad óptica interna, ve el hombre del silencio nocturno: el Dios de la Vida…”

silencio de la noche

Click!

Todavia puedes recuperar tu Cuaresma

Todavía puedes empezar a orar. Todavía puedes romperle el lomo a tu egoísmo. Todavía puedes decidirte a hacer una buena confesión–la mejor de tu vida. Todavía puedes hacer un ayuno sincero, y también compartir con los pobres lo que ahorres de tu ayuno y de otros gastos superfluos. Todavía hay lágrimas en tus ojos: gástalas pidiendo perdón por tus pecados y los del mundo entero. Todavía puedes cambiar tus planes de Semana Santa, para que sea de verdad “santa.”

Todavía tienes tiempo. No lo desperdicies. Tampoco digas que nadie te dijo. Tienes cuaresma. No la pierdas. Esta vez, por favor: NO LA PIERDAS.

El Camino que el Padre eligio

“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él” (Jn 3, 16-17). “Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros sino por los del mundo entero… Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en el Hijo; quien tiene al Hijo tiene la Vida” (1 Jn 2, 2; 5, 11-12).

El Padre Bueno da su Hijo al mundo en oblación para salvarlo del pecado y del demonio, realizando un sacrificio de amor inédito, logrando la libertad total del mundo cumpliendo con toda justicia; es decir, Dios liberó a las criaturas del imperio del mal por amor y por medio del amor, sin trasgredir el orden por Él establecido: Dios tomando sobre sí el pecado, el castigo y al autor del pecado renovó y reordenó lo que había caído en la corrupción, el caos y la confusión, recibió todo dolor transfigurando el sufrimiento y la muerte en vías hacia el cielo, y haciéndose uno con el pecado lo aniquiló con su indecible anonadación: “Seré tu muerte, oh muerte” (DEV 31). El Hijo de Dios es entregado como víctima de propiciación por nuestros pecados: “por Cristo, Dios nos ha reconciliado consigo” (2 Co 5, 18).

Continuar leyendo “El Camino que el Padre eligio”

Brevedad de la Vida

Dicen que la vida es un viaje, y yo lo confirmo. Me parece que cuando viajamos se eleva a su última potencia el carácter de fugacidad que es propio de nuestra relación con las cosas.

Rodamos sobre ellas y ellas sobre nosotros: sólo nos tocan en un punto, en un instante de nuestra persona, de modo que por blandas, suaves y redondas que sean, su contacto con nosotros tiene siempre algo de punzada, de pinchazo doloroso.

Continuar leyendo “Brevedad de la Vida”

La Amistad, el Silencio y la Palabra (12 de 15)

Retiro espiritual ofrecido a las monjas del Monasterio de Santa Ana, en Murcia (España), en Marzo de 2010. Tema 12: Aunque algunas manifestaciones externas de la oración cristiana se asemejen a estados mentales que otros alcanzan de otras maneras, la originalidad de la oración nuestra permanece en la imagen del diálogo en el que nuestra mejor opción es “poblar el corazón” de la Palabra.

DE LA HUMILLACIÓN A LA HUMILDAD

DE LA HUMILLACIÓN A LA HUMILDAD

(Lc 15,14-15)

 Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a su finca a cuidar puercos“.

La parábola, nos lleva a reflexionar sobre las humillaciones que tuvo que aceptar el hijo menor, sin quererlas, pero que le llevaron a descubrir en su interior la realidad del amor, la experiencia que había vivido cuando estaba cerca de su padre y la necesidad de regresar donde él. Mientras estuvo en su casa estuvo amado y sostenido por su padre, pero cuando, lleno de orgullo y de dinero, determinó vivir su propia vida y se alejó de su padre, su vida se fue desmoronando poco a poco. Despilfarrada su herencia, ya no tuvo medios para poder conseguir el sustento y así tuvo que aceptar una cantidad de humillaciones para conseguirlo, sin poder lograrlo. La carestía y la necesidad eran tan grandes que este pobre muchacho quiso alimentarse de lo que comen los cerdos.

Continuar leyendo “DE LA HUMILLACIÓN A LA HUMILDAD”

Invitacion (descarada) a la Conversion

Jesus¿En algún momento en tu vida has sentido deseo de conocer mejor a tu Dios?

A veces pienso que en tu vida ha habido toda clase de voces y toda clase de anhelos. Deseo de dinero, de diversión, de tranquilidad, de amor humano, de placer… todo eso puede estar bien, pero sirve solo para esta tierra. Vivas como vivas, bien o mal, cuando te mueras eso quedará aquí. ¿Y qué te llevas?

Yo quiero invitarte con humildad y cariño a que te acerques a la piedad, a la devoción, a la oración sincera, tuya, nacida del alma. Quiero invitarte a que encuentres la riqueza de la vida interior, la vida que no muere. Jesús dijo una vez: “Busquen primero el Reino de Dios, y todo lo demás se les dará por añadidura.”

Continuar leyendo “Invitacion (descarada) a la Conversion”