San Vicente Bernedo en Bolivia

En Potosí, Villa Imperial y «pozo del infierno»

Largas jornadas hizo fray Vicente, descansando con sus hermanos dominicos en Jauja, Huamanga -hoy Huancavelica- y Cuzco, caminando luego por aquellas tierras altísimas, hacia Copacabana, una doctrina de la Orden junto al lago Titicaca, y Chuquiabo, donde en 1601 se fundó el convento de La Paz, y siguiendo después hacia el convento de San Felipe de Oruro, para llegar finalmente al de Potosí.

Desde Cartagena de Indias había hecho un camino de 1.200 leguas, es decir, unos 7.000 kilómetros, mucho más largo que aquel otro viaje en el que acompañamos a San Francisco Solano desde Paita hasta el Tucumán. Por fin el padre Bernedo ha llegado al lugar que la Providencia divina le ha señalado, para que en dieciocho años (1601-1619) se gane el nombre de Apóstol de Charcas.

Potosí, a más de 4.000 metros de altura, fundada en 1545 al pie del Cerro Rico, o como le decían los indios Coolque Huaccac -cerro que da plata-, era ya por entonces una ciudad muy importante, llena de actividad minera y comercial, organizada especialmente a raíz de la visita del virrey Francisco de Toledo, en 1572, y de las célebres Ordenanzas de Minas por él dispuestas. En torno a la Plaza Mayor, hizo erigir Toledo la Iglesia Matriz, las Cajas Reales y la Casa de Moneda.

Contaba la Villa Imperial con conventos de franciscanos, dominicos, agustinos, jesuítas y mercedarios, situados en las manzanas próximas a la Plaza Mayor. Había varias parroquias «de españoles», trece para los indios que se agrupaban en poblaciones junto a la ciudad, y una «para esclavos», es decir, para los negros. Entre la ranchería de los indios y el Cerro se hallaba la tarja, casa en la que se pagaba a los mineros su trabajo semanal. En las minas los indios, obligados al trabajo por un tiempo cada año, según el servicio de mita o repartimiento, o bien contratados por libre voluntad -los llamados mingados-, laboraban bajo la autoridad del Corregidor, del alcalde de minas, de tres veedores y de ocho alguaciles o huratacamayos.

Por esos años en Potosí, a los treinta años de la fundación de la ciudad, las condiciones laborales de las minas eran todavía pésimas. Y también aquí se alzaron en seguida voces de misioneros y de funcionarios reales en defensa de los indios.

En 1575 tanto el arzobispo de Lima, fray Jerónimo de Loaysa, como el Cabildo de la misma ciudad elevan memoriales sobre la situación del trabajo en las minas (Olmedo Jiménez, M., 276-278). Unos años después, en 1586, Fray Rodrigo de Loaisa escribe otro memorial en el que describe así el trabajo minero de los indios, concretamente el que realizaban en Potosí: «Los indios que van a trabajar a estas minas entran en estos pozos infernales por unas sogas de cuero, como escalas, y todo el lunes se les va en esto, y meten algunas talegas de maíz tostado para su sustento, y entrados dentro, están toda la semana allí dentro sin salir, trabajando con candelas de sebo; el sábado salen de su mina y sacan lo que han trabajado». Cuando a estos pobres indios se les predica del infierno, «responden que no quieren ir al cielo si van allá españoles, que mejor los tratarán los demonios en el infierno… y aún muchos más atrevidos me han dicho a mí que no quieren creer en Dios tan cruel como el que sufre a los cristianos».

El mismo virrey Velasco, en carta de 1597 al rey Felipe II, le pide que intervenga para reducir estos abusos, y denuncia que los indios vecinos de Potosí son traídos a las minas «donde los tienen 2, 4, 6 meses y un año, en que con la ausencia de su tierra, trabajo insufrible y malos tratamientos, muchos se mueren, o se huyen, o no vuelven a sus reducciones, dejando perdidas casa, mujer e hijuelos, por el temor de volver, cuando les cupiere por turno [la llamada mita], a los mismos trabajos y aflicciones y por los malos tratamientos y agravios que les hacen los Corregidores y Doctrinantes con sus tratos y granjerías». Nótese que alude también a los abusos de los sacerdotes encargados de las Doctrinas. En efecto, poco antes ha señalado «la poca caridad con que algunos ministros de doctrina, particularmente clérigos, acuden a los que están obligados». Los culpables de todas estas miserias tenían todavía ánimo a veces para defenderse con piadosas alegaciones, como las escritas por Nicolás Matías del Campo, encomendero de Lima, en 1603, en su Memorial Apologético, Histórico, Jurídico y Político en respuesta de otro, que publicó en Potosí la común necesidad, y causa pública, para el beneficio de sus minas. En este engendro «maquiavélico», como bien lo califica hoy el padre Farrely, el sutil encomendero se atreve a alegar que «ni la deformidad de la obra se considera, cuando se halla sana, santa y recta la intención del operante». Sic.


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

Gratitud hacia la Iglesia Católica en Bolivia

Quiero expresar desde este lugar mi agradecimiento a la Facultad de Teologìa “San Pablo” de Cochabamba, Bolivia, por invitarme a participar como ponente en el Simposio Teológico “Misericordiosos como el Padre,” celebrado hace breves días en ese lugar.

Y quiero poner a disposición de todos las reflexiones que allí pude ofrecer.

Parejas de las tinieblas hacia la luz, 4 de 4: Esplendor

[Retiro para familias durante el tiempo de carnaval, en Santa Cruz, Bolivia. Febrero de 2015.]

Tema 4 de 4: Esplendor

  • Las familias renovadas en cristo y en el poder del Espíritu Santo no deben esconder la luz recibida. he aquí el ideal que se nos ofrece:

(1) Familias numerosas.
(2) Familias sólidas, felices, abiertas a la misericordia y el servicio.
(3) Escuelas de Fe: los papás, primeros catequistas.
(4) Con experiencia de evangelización explícita.
(5) En formación permanente.

Parejas de las tinieblas hacia la luz, 3 de 4: Acepta la claridad

[Retiro para familias durante el tiempo de carnaval, en Santa Cruz, Bolivia. Febrero de 2015.]

Tema 3 de 4: Acepta la claridad

  • El cimiento ya está puesto, y es Jesucristo. Algunas frases y pensamientos de los Evangelios iluminan intensamente la vida de pareja y de familia:

(1) No necesitan de medico los sanos sino los enfermos; por consiguiente, negar mi necesidad es perder al auxilio de Cristo.
(2) Cristo no ha venido a condenar el mundo sino a salvarlo; de modo que donde hay humildad, oración y sinceridad siempre hay esperanza.
(3) Cristo es “Uno más fuerte.” Es cierto que el pecado tiene fuerza pero no más fuerza que la gracia que Cristo da a los suyos.
(4) “Con el dedo de Dios”: Cristo no es sólo ejemplo para nosotros; al otorgarnos el Espíritu Santo nos da fuerza interior y transforma lo que nos gusta de modo que el bien tenga poder en nuestra vida.
(5) Cristo nos quiere sabios, unidos y fecundos.

Parejas de las tinieblas hacia la luz, 2 de 4: Recibe el amanecer

[Retiro para familias durante el tiempo de carnaval, en Santa Cruz, Bolivia. Febrero de 2015.]

Tema 2 de 4: Recibe el amanecer

  • Pasamos de la oscuridad a la penumbra y al amanecer cuando nos arriesgamos a cuestionarnos:

(1) ¿Cuáles son mis frutos? ¿Adónde me está llevando este camino? ¿Cómo acaban los que van por donde yo voy? ¿De qué me voy a perder?
(2) ¿Cómo deciden los hijos? ¿Con qué criterios toman sus decisiones? ¿Son capaces de salir de sus intereses y gustos? ¿Les importan los necesitados?
(3) ¿Dónde está mi descanso? ¿Soy descanso y acogida para mi pareja?
(4) ¿Cuál será mi vejez? ¿Me estoy preparando para pasar del protagonismo a lugares más modestos? ¿Tengo presente la eternidad que me llama?
(5) ¿Qué impacto tiene la fe en mis decisiones, horarios y presupuestos?

Parejas de las tinieblas hacia la luz, 1 de 4: Reconoce la oscuridad

[Retiro para familias durante el tiempo de carnaval, en Santa Cruz, Bolivia. Febrero de 2015.]

Tema 1 de 4: Reconoce la oscuridad

He aquí las principales barreras:

(1) Soberbia
(2) Ignorancia
(3) Vanidad (falsas imágenes: el hombre “duro” y la mujer “perfecta”)
(4) Egoísmo (espacios cerrados de idolatría y mentira)
(5) Pereza (mediocridad)

Servidores en Cristo y de Cristo, 2 de 2

[Encuentro con las comunidades de laicos “Bodas de Caná” y “Defensores de la fe” en Santa Cruz, Bolivia. Febrero de 2015.]

[Continuación…]

III. FRUTOS Y SEÑALES DE LA LLEGADA DEL REINO DE DIOS

(2) La segunda señal es la lucha frontal contra el pecado. Las componendas no caben aquí. Ahora bien, hay pecados y deficiencias que son evidentes, como sucede con las adicciones. Más difícil es darse cuenta de las mediocridades y mentiras elegantes con que disfrazamos nuestra falta de amor y nuestras resistencias al reinado de Cristo. Por eso hace falta un verdadero conocimiento de sí mismo. Fácilmente nos descargamos del llamado a la santidad con frases como “Soy un tipo normal” o “Yo no lo hegao mal a nadie.” Esas frases frenan el amor y nos aparcan en la mediocridad.

  • Tips para sacudir la mediocridad:

(1) ¿A cuántas personas he acercado a Jesucristo, por ejemplo, en el último año? Un fuego que no quema, un viento que no sopla, no son verdaderos. Un cristiano que no evangeliza no es cristiano.

(2) ¿Eres miembro vivo de una comunidad en la que estás sirviendo?

(3) ¿Tu familia está abierta al servicio más allá de sus fronteras e intereses inmediatos? ¿Tu familia es capaz de incomodarse por otros?

(4) ¿La adoración, la vida mística, el ardor por el Cielo, para cuándo?

(5) ¿Eres capaz de hacer equipo con otros?

(6) ¿Cómo vives los sacramentos y cómo te formas para amarlos más?

IV. ¿QUÉ SIGNIFICA SER SERVIDORES DE JESUCRISTO?

(1) Conocer la voz de nuestro Buen Pastor.

(2) Atentos a las distintas presencias de Cristo: el Cielo, la Biblia, la Eucaristía, los pobres, la Iglesia…

(3) Sólo conoce el Evangelio quien evangeliza.

Servidores en Cristo y de Cristo, 1 de 2

[Encuentro con las comunidades de laicos “Bodas de Caná” y “Defensores de la fe” en Santa Cruz, Bolivia. Febrero de 2015.]

I. CLARIFICACIÓN DE LOS TÉRMINOS

  • Siervo es una palabra complementaria. Así como padre hace relación a hijo, así servidor, o siervo, alude a “señor.”
  • Tanto el apóstol Pablo con la Santa Virgen María utilizan una palabra más fuerte: esclavo. En el contexto de la fe, esclavo significa el que es siervo sin condición alguna, y que por tanto así proclama el señorío absoluto de Dios.

II. CRISTO, SIERVO DE DIOS

  • Cristo proclama y trae el reinado de Dios. Entendemos el “reino de Dios” como Dios reinando, y por consiguiente, si Cristo anuncia y hace posible ese reinado, él es el verdadero “Siervo de Dios,” el que manifiesta completamente su reinado.
  • El pecado es la entrada del desorden en nuestra vida. La redención es la restauración del orden querido por Dios. Todo pecado atenta contra el primer mandamiento y toda la redención consiste en darle de nuevo su lugar a ese mandamiento primero.

  • Así entendemos por qué Cristo es intransigente en cuanto al evangelio: Si alguno pone en primer lugar a alguien, no importa que sea la relación afectiva o familiar más cercana, automáticamente se separa de la gracia redentora del Señor.

  • El Reino de Dios no es entonces un modo de organización económica o social ni consiste en primer lugar en una solución para el progreso y la convivencia humana. El reuno de Dios es anuncio e irrupción de una gracia transformante por al cual Dios recupera su puesto en la persona y en la sociedad.

  • III. FRUTOS Y SEÑALES DE LA LLEGADA DEL REINO DE DIOS

    • La predicación del Reino no es una novedad absoluta que empieza con Cristo. Más bien, el Señor prolongó la predicación y el llamado de Juan el Bautista, bien que desde la óptica y realidad nueva de la gracia. Por eso conviene ver qué proponía Juan.

    (0) Hay una base previa: no abusar de lo que uno puede y es en la sociedad. Por eso el Bautista dice a los militares que no aprovechen su puesto y su fuerza.

    (1) La primera señal es la capacidad de descubrir que no todo lo que está a nuestro nombre es nuestro pues mucho de lo que parece nuestro lo hemos recibido para darlo a otros o para administrarlo en favor de otros. Si este paso no se da, somos víctimas de codicia o alguna otra idolatría. Esto vale para cosas, físicamente hablando, pero sobre todo vale para talentos, tiempo y otros recursos.

    [Continúa…]

    Retiros de carnaval

    Una de las cosas que me gustan de los católicos convencidos es que no se limitan a quejarse sino que abren camino y hacen propuestas creativas, signadas por el poder del Espíritu Santo.

    En varios lugares, de los cuales destaco Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, se realizan “retiros de carnaval,” es decir: se convoca a la gente a orar y reflexionar, a bendecir y alabar a Dios, precisamente en el tiempo en que el mundo pretende a arrastrar a todos en la vorágine de sus excesos y pecados.

    A mí no se me olvida que Santa Catalina de Siena celebró las bodas de su amor con Cristo precisamente en la época en que su ciudad se perdía en medio del estruendo y desorden del carnaval.

    Y tú, ¿qué vas a hacer? ¿Serás cómplice activo? ¿Cómplice pasivo (espectador)? ¿O serás agente de cambio, en el Nombre de Cristo?

    Autoridad y Liderazgo, 3 de 3, La formación de un líder

    [Retiro espiritual con los jóvenes de la Comunidad Betania, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.]

    Tema 3 de 3: La formación de un líder

    * El amor; el ser dignos de confianza; la mansedumbre, y sus virtudes hermanas: la pureza y el dominio de sí, son esenciales en el corazón de un líder. Pero llegar a la estatura de la verdadera autoridad es un proceso más amplio, que a la vez incluye muchos detalles, en distintas áreas, sobre todo cinco:

    (1) Oración. Hay que evitar dos extremos: el mecanicismo (repetir por repetir) y el espontaneísmo (convertir la oración en un simple expresar uno su interioridad). Lo recomendado es partir de una base externa, como la Eucaristía, la lectura bíblica, el Rosario, o la Liturgia de las Horas, y desde ahí levantar el corazón hacia Dios sin olvidar las intenciones de nuestros hermanos.

    (2) Formación. Tiene dos partes: en la doctrina y en las virtudes. Para la parte de doctrina y de nuestro entendimiento, necesitamos cercanía con la Sagrada Escritura, consulta frecuencia y alguna profundización sobre el Catecismo, y un buen elenco de páginas de Internet sobre los temas principales. En las virtudes ayudan mucho lecturas de Josemaría Escrivá como Camino, Surco y Forja.

    (3) Identidad. En particular aquí queremos referirnos a la diferencia entre hombres y mujeres. Por una parte, el proyecto vital de las mujeres, sobre todo jóvenes, hace que no necesariamente se sientan llamadas a ser visibles y a tener “poder.” La persona en el poder tiene a todos y no tiene a nadie, y eso no necesariamente es atractivo para aquellas que quieren asegurar no el afecto de una multitud sino el construir un hogar con alguien especial. Ello empuja en la dirección de un mayor número de líderes masculinos a ciertas edades pero también implica que esos líderes hombres tendrán que cultivar virtudes un poco más frecuentes en el corazón femenino: mansedumbre, misericordia, empatía, humildad, sentido de pertenencia.

    (4) Comunidad. Dos indicaciones: (i) Sólo se hace comunidad en el espíritu del lema de Chiara Lubich: “Jesús en medio.” (ii) Cada uno es importante; cada uno tiene un lugar y un llamado.

    (5) Evangelización. Dos indicaciones básicas: (i) Creer y celebrar en clave de Iglesia, con un corazón abierto a toda la obra del Espíritu en toda la Iglesia. (ii) Sólo se aprende a evangelizar evangelizando. No basta la teoría; hay que equivocarse.

    Autoridad y Liderazgo, 2 de 3, Cualidades inesperadas de un líder al modo de Cristo

    [Retiro espiritual con los jóvenes de la Comunidad Betania, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.]

    Tema 2 de 3: Cualidades inesperadas de un líder al modo de Cristo

    * Cristo tiene autoridad porque supera los defectos mencionados en la predicación anterior. Pero debe haber, y hay, mucho más que eso.

    * La verdadera autoridad consiste en llegar a ser “autor” en el libro de la vida de otra persona. Si no estamos hablando de agresión ni de violencia, es claro que la autoridad requiere de confianza que abra la puerta del alma, y de amor que quiera recibir nuevo texto. Eso es precisamente lo que tiene Cristo: suscita confianza y despierta amor, en unas escalas y dimensiones absolutas, totales, irrevocables.

    * La confianza, a su vez, depende de una virtud muy poco reconocida hoy: la mansedumbre; aquella capacidad de infundir certeza de que no haremos daño alguno. Esto requiere pureza de cuerpo, alma, intención y palabra; y gran dominio de sí mismo.

    * hay ejemplos bíblicos que nos ayudan a descubrir por qué ese género de autoridad “nueva” y auténtica es propia de una juventud llena de fe. Ahí conviene examinar los ejemplos de David, Daniel y Timoteo.

    Autoridad y Liderazgo, 1 de 3, Las falsas autoridades del tiempo de Cristo

    [Retiro espiritual con los jóvenes de la Comunidad Betania, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.]

    Tema 1 de 3: Las falsas autoridades del tiempo de Cristo

    * Cuando Cristo predicaba, la gente percibía claramente una diferencia con el modo de enseñar de otros maestros. Es bueno precisar en dónde naufraga la autoridad de los otros para apreciar mejor la novedad de Cristo.

    * Los ESCRIBAS eran la gente culta de la época. Tenían el privilegio, entonces muy escaso, de saber leer y escribir. Estudiaban durante prácticamente toda la vida. pero su erudición terminaba en una colección de interpretaciones que finalmente no marca una dirección. No tenían verdadera autoridad.

    * Los FARISEOS querían pasar por virtuosos, y además celosos custodios de la Ley. Eran aliados naturales de los escribas. Pero su tendencia a ser puntillosos y estrictos terminaba llevándolos al ridículo, a la incoherencia, y a veces a extremos muy visibles de inhumanidad.

    * Los SADUCEOS eran la casta sacerdotal. Sólo se preocupaban de sí mismos y de nadie tenían verdadero cuidado, por lo cual en ningún sentido claro podría considerárseles líderes verdaderos. Usaban a la gente simplemente.

    * Los ESENIOS se consideraban en posesión de un saber recóndito, de tipo profético y apocalíptico. Vivían segregados de los demás. No podían ser líderes porque en realidad no les interesaba impactar el mundo sino abandonarlo a su suerte.

    * por supuesto, al hablar de Cristo descubrimos que su liderazgo y autoridad son lo contrario de lo que mostraban estos contemporáneos suyos.

    Parejas de fe, esperanza y amor, 5 de 5, Firmes en una misma fe

    [Taller para parejas, organizado por la Comunidad Betania, y ofrecido en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.]

    Tema 5 de 5: Firmes en una misma fe

    * ¿Qué bienes trae la fe a la pareja en cuanto tal? Especialmente son tres:

    (1) Libra de idolatría, que conduce a decepciones y celotipias.

    (2) Mirar en la misma dirección; tener una ruta de realización y servicio.

    (3) Tener un lenguaje común; un marco de referencia en valores, especialmente para la educación de los hijos.

    Parejas de fe, esperanza y amor, 4 de 5, Cultivar la esperanza

    [Taller para parejas, organizado por la Comunidad Betania, y ofrecido en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.]

    Tema 4 de 5: Cultivar la esperanza

    * Un buen modo de captar la fuerza de vida que trae la esperanza es recordar cuál fue el contexto en que se abrió paso el Evangelio. Una parábola histórica sobre cómo la esclavitud fue reventada por la predicación del Evangelio muestra que la esperanza es fuente de vida y libertad.