Comunion y Comunidad, 08 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 8 de 10: Virtudes Humanas, 1a. parte.

PRUDENCIA

– Es la virtud que mueve a pensar y decidir rectamente sobre lo que debe hacerse o no hacerse. Ser “prudente” no debe considerarse como sinónimo de no actuar, ni tampoco de actuar con disimulo.

– En una comunidad todos hemos de cultivar la prudencia porque hay ocasiones en que pequeñas acciones o respaldos o falta de respaldo traen serias consecuencias. Pero corresponde especialmente a los formadores (maestros) y a los superiores cultivar esta virtud.

– Los formadores han de procurar ser dóciles al Espíritu, nunca considerarse dueños de la vida o la vocación de nadie, y saber que cuanto digan o hagan lo recibirá cada quien según su propio carácter, por lo que hay que conocer el terreno para anticiparse un poco a qué sentido dará cada formando a las palabras o gestos que se le presenten.

– Los superiores han de pasar por varias muertes: renunciar a menudo al propio proyecto en aras del proyecto de la comunidad, o mejor aún: el proyecto de Dios. Cuiden de no quedarse con una parte de la comunidad marginando a otros, y busquen construir unidad en torno a Cristo.

JUSTICIA

– En sentido bíblico consiste en “ajustarse” al querer y plan de Dios.

– Enemiga de la justicia es la racionalización, sobre todo la de tipo espiritual, que toma muchos rostros, por ejemplo: clericalismo, justificiación de privilegios, considerarse uno excepción de la regla, y más.

– El camino de la justicia pasa a menudo por la denuncia. Es preciso oarar, autoexaminarse, pedir consejo, buscar el momento oportuno, pero finalmente sí hay que hablar.

II-E. Examinarnos en la justicia

93. Inmola un hijo a los ojos de su padre quien ofrece sacrificios con los bienes de los pobres. Pan de indigentes es la vida de los pobres, quien se lo quita es un hombre sanguinario. Mata a su prójimo quien le arrebata su sustento, vierte sangre quien quita el jornal al obrero. (Sir 34,20-22)

94. Atesorasteis para el fin del mundo. El jornal de los obreros, que no pagasteis a los que segaron vuestros campos, alza el grito; el clamor de los segadores ha llegado a los oídos del Señor de los Ejércitos. Habéis vivido en la tierra con lujo refinado; habéis cebado vuestros cuerpos para el día de la matanza. Oprimisteis y matasteis al inocente: ¿no os va a resistir Dios? (St 5,3-5)

Un Kerigma para Hoy (2 de 3)

El “kerigma,” la proclamación fundamental de nuestra fe en Cristo, es único pero a la vez, se adapta a las realidades y necesidades de cada tiempo. Tema 2 de 3: Que sea Dios quien te justifique. Un recorrido por el tema, tan querido a san Pablo, el de la justificación, nos ayuda a la vez a esclarecer textos bíblicos y esclarecer nuestro corazón, que a menudo ama tanto las excusas.

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