Diagnostico y Pronostico de la Fe, 1 de 2

[Predicación en el Congreso de los Custodios de los Dos Corazones, versión 2012.]

Tema 1 de 2: Diagnóstico de la fe

* Siguiendo una analogía con la labor que hacen los médicos, conviene hacer un diagnóstico de nuestra fe, pues tal ha de ser uno de los propósitos del Año de la Fe.

* El reflejo de la pupila. Si ante la luz de la Palabra Divina la persona siente deseo de acercarse y crecer, es un buen síntoma. Si por el contrario, se aparta, como un vampiro, es algo grave. Pero aún más grave es la indiferencia, que a menudo es el fruto del cinismo.

* La respiración. El acto de inspirar es instintivo y señala ganas de vivir. Si hay anhelo de silencio, oración, sacramentos, formación, es buen síntoma. Si por el contrario la persona no extraña ni buscan las fuentes de la fe hay que preocuparse. El acto de espirar equivale al dar de nosotros. Debemos preguntarnos qué rastro estamos dejando, y cuánto nos interesa atraer a otros hacia Dios.

* El pulso. El ritmo cardíaco hace posible el recorrido de la sangre, que ha de llegar a cada célula viva de nuestro cuerpo. ¿Está llegando la Sangre de Cristo a todo lo que yo soy? ¿He permitido a Dios que renueve mis costumbres, amistades, finanzas, según su evangelio de salvación?

Fe y Comunidad, 6 de 6, Somos Iglesia Catolica

[Predicación en la Parroquia de Blessed Trinity, Waukegan, Illinois, EEUU, con ocasión del Año de la fe. Noviembre de 2012]

Tema 6: Somos Iglesia Católica

* El pecado lleva división; la redención debe definirse, entre otras cosas, como camino hacia la unidad.

* En su Carta a los Efesios el apóstol Pablo destaca esa nueva unidad, que es cohesión en Cristo Sólo en él puede cumplirse que hay “Un solo Señor, una sola fe; un solo bautismo.”

* Unirse a Cristo porque uno ha acogido su llamado es algo que tiene nombre: IGLESIA. Nuestra fe es desde el principio, e indisolublemente, fe de Iglesia, fe en la Iglesia, fe con la Iglesia. No existe una fe individual pues esta sería fantasía.

* Ser Iglesia es una buena noticia: es ser de la Casa de Dios; es acercarse a la morada eterna y la ciudad de sólidos cimientos.

Fe y Comunidad, 5 de 6, Nuestras comunidades de fe

[Predicación en la Parroquia de Blessed Trinity, Waukegan, Illinois, EEUU, con ocasión del Año de la fe. Noviembre de 2012]

Tema 6: Nuestras comunidades de fe

* Tal vez era una época en que era suficiente, ara una vida cristiana, decir: “Mi familia es católica, y vamos a la parroquia. Eso basta.” Entre la familia y la parroquia hay un nivel intermedio: las Pequeñas Comunidades de Fe.

* ¿Por qué se necesitan las Pequeñas Comunidades? Para vencer ella tentación del egoísmo de familia, es decir, el peligro de encerrarse sobre sí mismos. Además, ese encierro no sólo es egoísta sino asfixiante: necesitamos ver nuestras historias en otros.

* Las fortalezas de las comunidades son: formación, corrección fraterna, proyectos comunes.

* Debilidades y riesgos de las comunidades: asoman por el manejo del dinero, desorden en los afectos, ansias de poder, murmuración.

* Sobre el futuro de las Pequeñas Comunidades: claramente están en el centro de la nueva evangelización. Hermoso ideal: que la parroquia sea “comunidad de comunidades.”

Fe y Comunidad, 4 de 6, La fe en la familia

[Predicación en la Parroquia de Blessed Trinity, Waukegan, Illinois, EEUU, con ocasión del Año de la fe. Noviembre de 2012]

Tema 4: La fe en la familia

* Esta predicación empieza con un amplio resumen de las tres conferencias anteriores.

* La familia es el primer lugar donde se recibe la fe, donde se construyen las bases para el futuro.

* Descubran los papás las múltiples oportunidades que tienen para “escribir” muy profundamente en el corazón y la mente de sus hijos. El aprendizaje empieza desde el vientre materno.

* El amor de familia transforma en primer lugar a los papás si son sensibles a esta verdad: Cada niño es una manifestación de la confianza que Dios deposita en la mujer, que por ello debe ser llamada “ministra de la vida.”

* Los papás pueden y deben educar sobre todo en la escucha de la Palabra de Dios, y en la práctica del amor solidario y compasivo. Los papás, como jefes de hogar, tienen esa hermosa responsabilidad. Ni la parroquia ni la escuela católica reemplazan la tarea única que Dios ha encomendado a los papás.

Fe y Comunidad, 3 de 6, La fe y el amor de pareja

[Predicación en la Parroquia de Blessed Trinity, Waukegan, Illinois, EEUU, con ocasión del Año de la fe. Noviembre de 2012]

Tema 3: La fe y el amor de pareja

* Es muy distinto decir que se ama solamente porque se desea, que decir que se ama porque se comparte el amor que viene de Dios. Las parejas de creyentes son una referencia necesaria para la sociedad entera porque en ellas se hace visible de manera especial el amor divino.

* La fe se vive en la pareja especialmente a través de la oración. Es muy grave error dejar de orar porque es como bajarle el volumen a la voz de Dios. Y ese es el peor error porque es someterse al poder de las muchas otras voces que quieren llevarnos a idolatría, destrucción y muerte.

Fe y Comunidad, 2 de 6, Nacer y crecer en la fe

[Predicación en la Parroquia de Blessed Trinity, Waukegan, Illinois, EEUU, con ocasión del Año de la fe. Noviembre de 2012]

Tema 2: Nacer y crecer en la fe

* La fe crece de la misma forma que nace. Ante todo: no consiste en sugestionarse, “hacer fuerza;” no es pensar con el deseo; no es una fábula.

* La fe brota del testimonio, es decir: a partir de hechos reales sucedidos a gente real.

* La fe sigue típicamente este itinerario en cinco pasos: Encuentro, Confianza, Experiencia, Proclamación y Misión.

Fe y Comunidad, 1 de 6, la Puerta de la Fe

[Predicación en la Parroquia de Blessed Trinity, Waukegan, Illinois, EEUU, con ocasión del Año de la fe. Noviembre de 2012]

Tema 1: La Puerta de la Fe

* No queremos ser cristianos que se quedan “en la puerta” ni cristianos que escogen lo que quieren creer, como quien va a un supermercado.

* Cruzar la Puerta de la Fe es dar el paso a una vida que aprovecha los sacramentos, que los vive a fondo.

* El Año de la Fe es entonces un año de renovación, de escucha más profunda de la Palabra de Dios, y de afianzamiento en nuestras bases de vida cristiana.

Maestros en la Fe, 5 de 6, Pablo VI y el valor de creer

[Curso a las Monjas Dominicas del Monasterio de Santa Ana, en Murcia, España.]

Tema 5 de 6: Pablo VI y el valor de creer

Breve perfil biográfico

* Trabajó en la Secretaría de Estado del Vaticano de 1922 a 1954, cuando fue nombrado Arzobispo de Milán (sede de San Ambrosio y San Carlos Borromeo, entre otros).

* Continuó el Concilio (1963-1965), fue el primero en aplicarlo e interpretar sus enseñanzas, rodeado de presiones, sospechas e incluso acusaciones.

* Papa de gran espiritualidad mariana, escribió tres encíclicas sobre el Rosario y sobre la Virgen, a la que dio por primera vez el título de “Madre de la Iglesia.”

* Valiente y a la vez deseoso de acoger a todos, le correspondió una época de profundos cambios y un tiempo muy convulso: Llegada del hombre a la Luna, Guerra Fría, Guerra de Vietnam, auge de las Brigadas Rojas; fue el primer pontífice en dirigir la palabra a las Naciones Unidas. No menores fueron las tensiones en la Iglesia: extremismos postconciliares, publicación del catecismo holandés, levantarse de la rebeldía lefebvriana, y sobre todo: desobediencia cínica frente a su Encíclica Humanae Vitae.

* Escribió así cuando fue elegido Papa el 21 de Junio de 1963: “Según palabras del mismo Montini, él sabía lo que venía. Escribió en su diario: “La posición es única. Me trae gran soledad. Yo era solitario antes, pero ahora mi soledad llega a ser completa e impresionante…” Pero no tenía miedo a la nueva soledad que se esperaba de él. Reconoció que sería inútil buscar ayuda fuera, o de confiar todo a los demás. Se veía tan solitario, con Dios. La comunicación con Él debía ser completa e inconmensurable.

El Credo del Pueblo de Dios

* Pablo VI convocó el Año de la Fe (1967-1968), con ocasión de los XIX siglos del martirio de los apóstoles Pedro y Pablo, y ante las desviaciones doctrinales que ya asomaban, como en el Catecismo Holandés. Jacques Maritain, filósofo, católico convencido, y amigo personal del Papa, le sugirió que el Papa expresara en lenguaje sencillo, para todos, la fe de la Iglesia. La redacción del texto estuvo a cargo, primero, del mismo Maritain y pasó el examen del Card. Charles Journet. La versión final fue revisada y cuidada por el mismo Papa Pablo VI, que la proclamó el 30 de Junio de 1968. Sigue la parte pertinente del texto:

* Queremos que esta nuestra profesión de fe sea lo bastante completa y explícita para satisfacer, de modo apto, a la necesidad de luz que oprime a tantos fieles y a todos aquellos que en el mundo —sea cual fuere el grupo espiritual a que pertenezcan— buscan la Verdad.

* Por tanto, para gloria de Dios omnipotente y de nuestro Señor Jesucristo, poniendo al confianza en el auxilio de la Santísima Virgen María y de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo, para utilidad espiritual y progreso de la Iglesia, en nombre de todos los sagrados pastores y fieles cristianos, y en plena comunión con vosotros, hermanos e hijos queridísimos, pronunciamos ahora esta profesión de fe…

ESCUCHA, Fe y Tiempo

* El Nuevo Testamento caracteriza el tiempo en que viven los cristianos con expresiones más bien sombrías: son “tiempos malos” (Efesios 5,15-16: Tened cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.) Se nos amonesta: “Sed salvos de esta perversa generación” (Hechoas 2,40), en continuidad con el lamento de Jesús: “¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar?” (Mateo 17,17). San Pablo advierte: “Debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles” (2 Timoteo 3,1; véase 4,3)

* Por otra parte, el tiempo es breve: 1 Corintios 7,29. Estos son los últimos tiempos (Hebreos 1,1), y lo sabemos porque Cristo se ha manifestado (1 Pedro 1,20). A todos se nos advierte: “no sabéis cómo será vuestra vida mañana. Sólo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece” (Santiago 4,14). Por eso hay que saber sufrir durante un breve tiempo (1 Pedro 5,6.10).

* Enseña san Pedro: “Puesto que Cristo ha padecido en la carne, armaos también vosotros con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado, para vivir el tiempo que le queda en la carne, no ya para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios. Porque el tiempo ya pasado os es suficiente para haber hecho lo que agrada a los gentiles, habiendo andado en sensualidad, lujurias, borracheras, orgías, embriagueces y abominables idolatrías.” (1 Pedro 4,1-3)

* Es Pedro también quien saca la conclusión: “El fin de todas las cosas se acerca; sed pues prudentes y de espíritu sobrio para la oración. Ante todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados. Sed hospitalarios los unos para con los otros, sin murmuraciones. Según cada uno ha recibido un don especial , úselo sirviéndoos los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios; el que sirve, que lo haga por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén.” (1 Pedro 4,7-11).

La Verdad y el Amor, 11 de 12, Fe y consejos evangelicos

[Retiro Espiritual en el Real Monasterio de Monjas Dominicas en Caleruega, Octubre de 2012.]

Tema 11 de 12: Fe y consejos evangélicos

* Los “consejos” que brotan del Evangelio son susurros del Espíritu Santo, voces suyas que nos ayudan a descubrir en lo concreto e irrepetible de cada vida dónde está nuestro bien, no como contrapuesto sino como integral al bien de la Iglesia.

* Los consejos que da el Espíritu son también impulsos suyos que nos ayudan a vencer nuestras malas inclinaciones, y que a la vez nos dan una pregustación del bien que nos aguarda, como si nos dijera: “Sigue por aquí, que te conviene, y te irá bien…”

* Es la fe la que mantiene abierto el canal a esa voz del Espíritu. Con fe hemos recibido el primer anuncio. Con fe hemos obedecido ya, al desechar nuestros antiguos pecados. Si se cierra el canal de la fe no valdrá haberlo tenido abierto porque la vida no está en empezar sino en continuar, no perderse, perseverar hasta la meta.

* Además, si se cierra el canal que nos acerca las voces del Cielo pronto se abrirán los canales que traen las voces de infierno. Si no atendemos a los susurros de la gracia, los susurros que tientan con tipo de soberbias, codicias y lujurias nos irán conquistando desde dentro.

* Bien se ve que no pueden vivirse los votos si no hay por dentro fascinación con los consejos, y no podrán recibirse los consejos sin la fe que nos hace sensibles y a la vez inteligentes a la voz de Dios, y su voluntad.

* Suele definirse a la vida consagrada como “seguimiento de Cristo.” Pues hay que anotar: (1) Seguirle implica que nos pase lo que a él le pasó. Sin la sabiduría de la Cruz no habrá seguimiento del Crucificado. (2) Seguirle requiere que se le vea, que se le tenga a la vista, y eso lo da la fe. Pedros se hundió en las aguas cuando quitó la fe y la mirada de Cristo, mientras que la Carta a los Hebreos invita a que tengamos nuestros ojos siempre en él, como lo concede la fe.

La Verdad y el Amor, 09 de 12, Fe como cimiento

[Retiro Espiritual en el Real Monasterio de Monjas Dominicas en Caleruega, Octubre de 2012.]

Tema 9 de 12: Fe como cimiento

* El subjetivismo infecta por igual el pensar y el obrar. La lógica consecuencia de imaginarse que uno puede definir lo que es verdadero, es que después uno imagine que puede definir qué es lo correcto. Por eso la pérdida del recto pensamiento (ortodoxia) conduce prontamente a la pérdida del recto obrar (ortopraxis).

* El subjetivismo mira la fe como un fruto de la fantasía o como una sugestión que a uno se le antoja agradable o conveniente. O también la mira como aquello que la “alta gerencia” de la Iglesia estima que debe creerse. De esta última postura surge una idea servil de la Iglesia, como si su principal tarea fuera buscar la aprobación del mundo. Es la Iglesia que vive en “rebajas” y que se considera dueña de lo que enseña o manda.

* Por contraste, la frase Pablo en 1 Corintios es: “Aquello que recibí, lo mismo transmití.” No se siente dueño del mensaje ni se pone por encima de él. El verdadero apóstol ve al depósito de la fe en los mismos términos que hablaba san Agustín refiriéndose a la Escritura. como un pozo que sacia mi sed, pero de cuyas aguas no soy dueño: Carezco entonces del derecho de dañar lo que otros habrán de beber.

* Eso de contaminar la fe que es bien de todos ya aparece en el Nuevo Testamento. En pasajes como 1 Colosenses 2 vemos a Pablo advirtiendo sobre el peligro de dejarse llevar por doctrinas capciosas, o de dejarse convencer de “filosofías humanas.”

* Si hay algo que tiene que ser la fe es verdadera, porque sólo una fe verdadera es cimiento de una esperanza que vaya más allá del deseo. Y sólo una fe verdadera revela el amor de Dios en su sorprendente dimensión, aquella que nos colma y nos hace capaces de amar.

Que NO es y que SI es la fe

Fray quisiera apelar a su sabiduría, y podría en 5 frases o 5 palabras, que me diga: QUE ES LA FE PARA UD., y 5 frases o palabras que me resuman, QUE NO ES FE. — S.M., Paraguay

* * *

QUÉ NO ES LA FE:

1. No equivale a la sugestión ni a “pensar con el deseo.”

2. No es lo mismo que una actitud optimista, a la manera del pensamiento positivo o la llamada programación neuro-lingüística.

3. No es la simple repetición de frases de religión, en caso de que uno ni siquiera las entienda ni acoja de corazón.

4. No es irracionalidad, como si al apagar la razón empezara la fe, o al apagar la fe empezara la razón.

5. No es simple costumbre o práctica social establecida.

QUÉ SÍ ES LA FE:

1. Es el primero entre los dones que el Espíritu Santo otorga a un ser humano, cuando le concede afirmar con certeza el ser y el obrar de Dios.

2. Es la RESPUESTA que damos a la PROPUESTA de Dios en la persona de su Hijo Jesucristo.

3. Es un movimiento de confianza y entrega total hacia Dios porque hemos descubierto su bondad, sabiduría y poder.

4. Es la perfección máxima que puede alcanzar nuestro entendimiento en esta tierra porque al abrirse a creer se apoyo en el entendimiento mismo de Dios.

5. Es el lenguaje común, el código genético mismo, de la iglesia, pueblo santo que ha nacido de la predicación y es regido por el cuidado de los apóstoles y sus sucesores.

Para que sirven los dogmas

Lo que sigue es mi comentario a esta entrada del blog Espada de doble filo de Bruno Moreno..


Brillante. Oportuno. No te digo más elogios para no tentar la vanidad, Bruno. Dios te bendiga.

Agrego algo: observemos cómo, detrás del desprecio al dogma cristiano y católico está también la desconexión entre verdad y libertad, o entre bien y verdad. El bien se ve como fruto del puro apetito, de la espontaneidad buenista, o de un consenso social que se asume… dogmáticamente. Lo “bueno” es, por dogma postmoderno, lo que la sociedad secularizada declare como tal.

Esa “bondad,” indigesta y de muchos modos contradictoria consigo misma, no resiste análisis. Se refugia es su dogmatismo intolerante, subjetivista, rabioso, arrogante. Esa pésima “bondad” sólo habla de Cristo para negarlo, desfigurarlo o blasfemar de su Iglesia.

De ahí la increíble capacidad de nuestra sociedad “racional” y “desarrollada” para detestar a un hombre como Benedicto XVI. El Papa que el Espíritu Santo nos ha dado es exactamente la peor noticia que podían recibir los que creen en el dogma buenista, ultrasecularizado y subjetivista. Pero también hoy Cristo cumple su promesa: “He orado por ti, Pedro, para que tú fe no desfallezca.”