Cristo Vivo, 03 de 10: La Urgencia del Amor

Cristo Vivo. Retiro con Frailes Dominicos del Vicariato del Ecuador, en Enero de 2012. Tema 3: La Urgencia del Amor.

* Llama la atención que Juan bautista anuncia cosas terribles, en el estilo y modo del Día de la Ira, y luego llega Cristo anunciando una Buena Nueva.

* Para algunos predicadores y teólogos, es como si Cristo desautorizara o diluyera el mensaje de Juan, presentándolo prácticamente como una “falsa alarma.” En esa misma línea, el amor de Cristo se empieza a mirar como si fuera una especie de benevolencia sin exigencias, un cariño “light” que fácilmente se vuelve como cómplice de nuestras mediocridades o de los pecados que preferimos.

* Ese tipo de “amor,” por ejemplo, es invocado como argumento para decir que la homosexualidad es una opción más–a pesar de los textos claros que condenan tal práctica.

* La verdadera percepción del amor sólo se da en la percepción de la urgencia del amor. Quien percibe lo dramático de vivir en los últimos tiempos descubre también la gracia y la misericordia de Dios que, en Cristo, nos da aún tiempo para acoger con prontitud y alegría su salvación.

Cristo Vivo, 01 de 10: La preparacion para el ministerio publico

Cristo Vivo. Retiro con Frailes Dominicos del Vicariato del Ecuador, en Enero de 2012. Tema 1: Preparación para el Ministerio Público.

* No hay que dar por conocido ni por descontado el inicio del ministerio del Señor. ¿Cómo sucede que el hijo y ayudante de un artesano, de una casi desconocida aldea de Galilea, llega a asumir la misión más grande de todos los tiempos? ¿Cuáles son las circunstancias y el contexto? ¿Quiénes detentan el poder y en qué sentido el Mesías es una amenaza para ellos?

Caracter historico de los Evangelios

19. La Santa Madre Iglesia firme y constantemente ha creído y cree que los cuatro referidos Evangelios, cuya historicidad afirma sin vacilar, comunican fielmente lo que Jesús Hijo de Dios, viviendo entre los hombres, hizo y enseñó realmente para la salvación de ellos, hasta el día que fue levantado al cielo. Los Apóstoles, ciertamente, después de la ascensión del Señor, predicaron a sus oyentes lo que El había dicho y obrado, con aquella crecida inteligencia de que ellos gozaban, amaestrados por los acontecimientos gloriosos de Cristo y por la luz del Espíritu de verdad. Los autores sagrados escribieron los cuatro Evangelios escogiendo algunas cosas de las muchas que ya se trasmitían de palabra o por escrito, sintetizando otras, o explicándolas atendiendo a la condición de las Iglesias, reteniendo por fin la forma de proclamación de manera que siempre nos comunicaban la verdad sincera acerca de Jesús. Escribieron, pues, sacándolo ya de su memoria o recuerdos, ya del testimonio de quienes “desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra” para que conozcamos “la verdad” de las palabras que nos enseñan (cf. Lc., 1,2-4).

[Constitución Dei Verbum, n. 19, del Concilio Vaticano II]

Origen apostolico de los Evangelios

18. Nadie ignora que entre todas las Escrituras, incluso del Nuevo Testamento, los Evangelios ocupan, con razón, el lugar preeminente, puesto que son el testimonio principal de la vida y doctrina del Verbo Encarnado, nuestro Salvador.

La Iglesia siempre ha defendido y defiende que los cuatro Evangelios tienen origen apostólico. Pues lo que los Apóstoles predicaron por mandato de Cristo, luego, bajo la inspiración del Espíritu Santo, ellos y los varones apostólicos nos lo transmitieron por escrito, fundamento de la fe, es decir, el Evangelio en cuatro redacciones, según Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

[Constitución Dei Verbum, n. 18, del Concilio Vaticano II]