Sacerdotes que no dan la comunión de rodillas

Tengo una consulta, en mi parroquia el sacerdote que vino ahora se niega a darnos la comunion de rodillas, ya se le pregunto el porque, y dice que no esta permitido y que es una practica antigua y que el nunca va a dar la eucaristia de esa manera… por otro lado me dijeron que no podemos hacer nada, porque los sacerdotes pueden hacer lo que quieren durante la misa segun les parezca… que piensa usted? es cierto que es asi y que pueden hacer lo que quieren?

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No es cierto que el sacerdote sea “dueño” de la Misa. Tampoco es cierto que esa forma devota de comulgar sea tan “antigua.” Ni es cierto que por “antigua” haya que descartarla (más “antiguo es el hecho mismo de comulgar: ¿lo vamos a descartar por antiguo?). En todo esto el sacerdote está claramente equivocado.

Hay dos caminos a seguir: uno, duro; otro, más suave.

El camino “duro” es ir donde el obispo, acusar al sacerdote, reunir firmas, lograr una carta mandatoria para obligar a que el sacerdote dé la comunión a los que la soliciten de rodillas. A veces esto funciona, supongo, aunque no conozco un solo caso en que sea así. Esta estrategia aumenta la sensibilidad, endurece las partes, crea diferencias insalvables, destruye la confianza y termina llevando hacia situaciones litúrgicas y pastorales peores.

El camino “suave” es este: aun entendiendo que el sacerdote no tiene razón en lo que dice, hay que buscar la manera de construir algo que no sea una guerra de ofensas y prejuicios. Para nuestro orgullo a veces es atractiva la idea de ganar una discusión o triunfar sobre un error ajeno pero esa clase de sentimiento le da poca gloria a Dios y en cambio abre las puertas a muchos desastres.

En realidad, el camino “duro” sólo es necesario si el sacerdote está diciendo herejías o pisoteando la liturgia. Si no es el caso, y uno se siente tentado de tomar ese camino, es preferible irse a otra parroquia.

Si uno se siente capaz de asumir el camino “suave” lo mejor es conocer más la parroquia, integrarse a los grupos o comunidades que haya, primero con un perfil de sencillez y apoyo, y liego de un modo más abierto. A medida que vamos conociendo los rostros, las actitudes, las intenciones reales de las personas los prejuicios se van disolviendo.

Es de desear que ese camino “suave” lleve un día a replantear las cosas no como quien exige de un funcionario público sino como quien habla con un hermano en la fe y un verdadero guía espiritual. Por supuesto, sea cual sea la decisión y el camino, es muy importante orar pidiendo luz para nosotros y para todos.

Sobre la comunión de los santos

Comunión de los Santos. -¿Cómo te lo diría? -¿Ves lo que son las transfusiones de sangre para el cuerpo? Pues así viene a ser la Comunión de los Santos para el alma.

Vivid una particular Comunión de los Santos: y cada uno sentirá, a la hora de la lucha interior, lo mismo que a la hora del trabajo profesional, la alegría y la fuerza de no estar solo.

Hijo: ¡qué bien viviste la Comunión de los Santos, cuando me escribías: “ayer ‘sentí’ que pedía usted por mí”!

Otro que sabe de esa “comunicación” de bienes sobrenaturales, me dice: “la carta me ha hecho mucho bien: ¡se conoce que viene impregnada de las oraciones de todos!… y yo necesito mucho que recen por mí.”

Si sientes la Comunión de los Santos -si la vives-, serás gustosamente hombre penitente. -Y entenderás que la penitencia es “gaudium, etsi laboriosum” -alegría, aunque trabajosa: y te sentirás “aliado” de todas las almas penitentes que han sido, son y serán.

Tendrás más facilidad para cumplir tu deber al pensar en la ayuda que te prestan tus hermanos y en la que dejas de prestarles, si no eres fiel.

Más pensamientos de San Josemaría.

Comulgar varias veces en un dia

Una pregunta corta, fray Nelson: ¿Se puede comulgar más de una vez en el mismo día, por ejemplo si a uno lo invitan a participar de más de una eucaristía en el mismo día? Gracias por esta y todas sus respuestas. –M.T.

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Por una parte, es verdad que el acto mismo de comulgar es el culmen de toda la celebración eucarística. Todo en la misa mira hacia ese momento en que se significa y realiza la unión entre Cristo y quienes nos alimentamos de sus Sagrados Cuerpo y Sangre. En ese sentido, una misa en la que no se comulga tiene un elemento objetivamente incompleto.

Por otra parte, hay un límite en lo que la mente puede aprovechar. Por dar un ejemplo, leer la Biblia es bueno, pero leer nueve o doce horas seguidas de Biblia hará más daño que bien. Los bienes espirituales se parecen a los corporales en eso: no es sólo la calidad del alimento sino la manera como se provea oportunamente lo que al final hace el mayor bien.

Según eso, la Iglesia ha dispuesto en su Código de Derecho Canónico (canon 917) que hay un límite que debe ser respetado en el número de veces que se comulga diariamente. Puede comulgarse hasta dos veces en el mismo día, y es bueno y saludable que todos respetemos ese criterio.

Vidas Consagradas, 12 de 12, Comunicacion

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 12: Comunicación.

El término “comunicación” resume de modo muy completo un programa de consagración y de misión:

(1) Comunicación con Dios: vida de oración, de intercesión, de escucha, de confianza, de docilidad.

(2) Comunicación transversal con el tiempo: reconciliación con tu pasado; serena mirada al futuro.

(3) Comunicación con las Hermanas: vida de comunidad y fraternidad; de sinceridad, transparencia, acogida mutua.

(4) Comunicación con la Iglesia: sentido de pertenencia, de lealtad, de alegre gratitud en el don común recibido por el bautismo.

(5) Comunicación en el apostolado: capacidad de traducir fielmente el mensaje de Jesús.

Teologia de la Mision, 05

Fundamentación Teológica de la Misión. Curso a los Estudiantes de Síntesis Teológica del Studium Generale de los Dominicos de Colombia. Tema 5: Al servicio de la comunión eclesial.

– La búsqueda de la verdad de la Iglesia corre el peligro de volverse una serie de acusaciones mutuas en las cuales uno consciente o inconscientemente se afianza en una postura para juzgar desde ella a las demás.

– Por eso hay tres actitudes que han de servirnos de cimiento: (1) Conciencia de la necesidad de la propia conversión, como un llamado que ha de renovarse una y otra vez en la vida. (2) Es necesario salir de la propia “burbuja.” Una característica de las sectas es que pretenden ser auto-suficientes y auto-abastecidas. (3) Servimos en la Iglesia pero no somos sus dueños. Ella no es nuestro diseño, nuestro proyecto o nuestra posesión.

– Sobre esa base, hay que estar atentos a las siguientes semillas de sectarismo y división:

1. Canon dentro del canon: escoger sólo los textos bíblicos (o patrísticos, o conciliares) que favorecen mis tesis.

2. Conciencia de gremio: el ser teólogo (o misionero, o dominico) lo inscribe a uno en una asociación de personas humanas que seguirán ciertas leyes propias de los grupos humanos, incluyendo la pérdida de capacidad crítica frente a algunos líderes, vistos como intocables. Está también el riesgo de valorar el tiempo o esfuerzo que algunos han invertido sin atender a si sus resultados son eclesialmente válidos o correctos.

3. Perfección del arte: cada actividad y campo del saber tiene su dinámica propia que puede llevarle a evolucionar en direcciones que ya no son útiles al propósito inicial de su inserción en la formación sacerdotal o en el discurso teológico. Por ejemplo, si la lógica formal y argumentativa se vuelve lógica matemática ya sirve mucho menos al Evangelio. Hay que tener cuidado también a la expresión “Hoy se piensa, o se dice que…” porque no siempre lo más reciente es mejor.

4. Extrapolación espiritual: imposición de una forma de experiencia de fe como norma única de discernimiento.

5. Extrapolación académica: colonización mental que lleva a imponer modelos o métodos de pensamiento de manera global, identificando peligrosamente al Evangelio con una manera de aproximarse a él.

6. Extrapolación pastoral: traslado de un modelo de trabajo de evangelización a todas las realidades culturales o eclesiales, como si sólo lo propio fuera lo válido.

7. Idolatría de la eficiencia: tomar como criterio que lo que “funciona,” por ejemplo en términos de respuesta numérica, es lo válido. Esta, y las siguientes idolatrías, muestran su fragilidad cuando se ven frente a la Cruz.

8. Idolatría del consenso: seguir el espíritu del mundo; pensar que la mayoría estadística o el parecer democrático han de tener la última palabra. ¿Qué tal que Cristo hubiera sometido a votación si debía morir en el calvario?

9. Idolatría de la certeza: canonizar para la eternidad un cuerpo de conocimientos, hasta llegar a la intolerancia frente a todo otro esquema.

10. Maniqueísmo redivivo: tendencia a caricaturizar, descalificar y satanizar lo que no corresponda con mi modo de ver, sencillamente por eso: porque prefiero quedarme con mi estilo.

Teologia de la Mision, 03

Fundamentación Teológica de la Misión. Curso a los Estudiantes de Síntesis Teológica del Studium Generale de los Dominicos de Colombia. Tema 3: La fe se recibe y se da en comunidad.

– El capítulo 5 del Documento final de Aparecida destaca la dimensión eclesial de la fe: somos discípulos y misioneros en comunidad.

– El punto de partida es que Cristo mismo, siendo paradigma de santidad y misionero por excelencia, escogió Doce para que “estuvieran con él” (Marcos 3,14). El ámbito de la intimidad con Cristo es el ámbito mismo de la comunión con los hermanos. A la vez, el punto de partida de la misión es la comunidad. Misión y contemplación tienen su validación en la comunidad.

Aparecida subraya que la comunidad eclesial se funda y a la vez manifiesta la comunión trinitaria. Es una expresión riesgosa. Las experiencias de “comunidad de personas” que uno tiene suponen que el individuo antecede a la comunidad, grupo o asociación. No es el caso en la Trinidad, donde un punto de partida así implicaría tri-teísmo.

– Sin embargo, Dios, uno y trino, es fuente de comunión, en la medida en que el Padre, al enviar al Hijo y al Espíritu, en cierto sentido nos ha extendido sus “brazos,” de modo que la comunión eclesial es abrazo con el Padre, después de acoger a Cristo y al Espíritu Santo. Estos brazos no se extienden en el espacio físico sino en el espacio existencial: Cristo es Dios-con-nosotros; el Espíritu es Dios-en-nosotros.

– La Iglesia es más iglesia allí donde esa comunión divina es más perfecta, y por ello su referencia más alta y acabada son los santos. El que quiera ver a la Iglesia con plena claridad mire a los santos.

– La Iglesia no es exterior a la Palabra, pues ésta no nos llega sino a través de la mediación de la comunidad. Las palabra, en general, sólo existen en la comunidad que las habla. La Iglesia es esa comunidad, en lo que toca a la Palabra viva de Dios, y por eso se equivoca el protestantismo al creer que puede quedarse con la Biblia y la conciencia.

– A su vez, la Iglesia vive del Evangelio y para el Evangelio, extendiendo a lo ancho de las culturas, y a lo largo de los siglos, la comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.