Curso: Invitacion a la Cristologia (13 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 13 de 20: Cristologías de los albores de la Iglesia y sus criterios en la búsqueda de la verdad de Cristo.

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Temas de la Sesión 13: Asociaciones que son naturales para nosotros no lo eran para los cristianos de otras épocas, y en particular, los del periodo apostólico (dos primeros siglos).
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Curso: Invitacion a la Cristologia (12 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 12 de 20: Cristologías de los albores de la Iglesia y sus criterios en la búsqueda de la verdad de Cristo.

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Temas de la Sesión 12: Notas introductorias al periodo apostólico. Grandes concilios cristológicos: Nicea I, Éfeso, Calcedonia, Constantinopla III. Pero, ¿qué preguntas vivas y en qué contexto dieron origen a las discusiones que fueron sostenidas en esos concilios y otras asambleas? Ser teólogo no es sólo ni principalmente saber muchas respuestas sino saber ponderar preguntas. Sobre la expresión anatema: indica que algo, una idea, ha de rechazarse con la mayor fuerza posible. Pero la herejía no es una sarta de mentiras o de sandeces. El trato teológico serio de la herejía implica siempre un discernimiento y la responsabilidad de ponderar sus preguntas, sus cambios de horizonte y en qué acertaron. Es cómodo deshacerse del hereje por la estrategia elemental de la descalificación o la caricatura. por eso es clave percibir la pregunta.
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Curso: Invitacion a la Cristologia (11 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 11 de 20: La cristología de San Lucas.

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Temas de la Sesión 11: Lucas no llama “Evangelio” a su obra, sino que lo llama “escrito” o “libro” (logos), y lo divide en dos: primero, un relato “sobre todo lo que Jesús hizo y enseñó desde un principio
hasta el día en que, después de haber dado instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había elegido, fue llevado al cielo.” Luego, otro relato cuenta lo sucedido desde esa ascensión, pasando por Pentecostés, y la predicación de los apóstoles, y en particular, san Pablo. Estos dos relatos corresponden a lo que nosotros llamamos el Evangelio según San Lucas (que agrupamos con los otros tres “Evangelios”) y luego, el librod e los Hechos de los Apóstoles. Pero no debe perderse la perspectiva unitaria en la visión de su autor.

¿Qué une a los dos relatos lucanos? Puede decirse que la acción del Espíritu Santo, visto, primero en Cristo y luego en los cristianos. Este énfasis pone a un nivel comparable las obras de Cristo y las de los que creemos en él y hemos recibido su mismo Espíritu. Lo universal, en Lucas, está en esta común participación en la misma gracia y el mismo Espíritu–un mensaje de gran importancia para la comunidad de mayoría no-judía que sin duda son los primeros destinatarios de su autor. Otro elemento universal son los pobres, que están por todas partes, pero que sobre todo lanza a la comunidad esta pregunta: ¿A quién estamos excluyendo?

Por eso el universalismo de Lucas es dinámino porque la pregunta por los pobres debe replantearse en cada recodo del camino. Aquí se incluyen niños, pecadores mujeres, pobres, extranjeros, etc. Su Evangelio no es un dato sino un programa de vida para la Iglesia.

Jesucristo es aquí, Soter, el Salvador. Descubrir a Cristo es vivir en estado de salvación. No nos adueñamos nunca del Evangelio sino que él “nos puede” y así nos pone en camino.

¿Qué es la salvación? Ejemplo de Zaqueo: Cristo al final dice “hoy ha llegado la salvación a esta casa” (Lucas 19). La salvación es una transición, una conversión, un volverse hacia la esfera del querer divino. Ser salvo es descubrir que sólo Dios es Dios. Él toma el centro, pero a la vez nos envía a reencontrarlo en la periferia de nosotros mismos y de nuestra sociedad. Estar salvado no es estar resguardado y “en el centro” sino aquellos que no tienen otro resguardo sino la providencia y la confianza en Dios. Ser salvado es depender sólo de Dios.

Cristo, en Lucas, está también en camino, su misión es dinámica: desde la seguridad de Galilea a la incertidumbre de Jerusalén. Él es también “salvado,” en la medida en que no tiene otro apoyo que el Padre. Junto a él, los discípulos que le acompañan son los que tampoco tienen seguridad en sí mismos. Ser cristiano es renunciar a la certeza de “ser dueño del fuego del cielo” como aquellos Boanerges que querían castigar a los que no los hospedaron (Lucas 9,54).

Vivir en el discipulado es renunciar a que llegue “el tiempo” de ser el dueño, pues el dueño sólo es Dios. La mayor parte de la teología feminista o de las teologías de la liberación espera la hora de dar la vuelta a una situación de injusticia. Marx piensa de esa manera, pero Lucas mira el reconocimiento de derechos pero nunca el derecho de reemplazar al que devuelve a todos los derechos.

Vivir como cristiano es vivir en la gracia, es decir, reconocer que es verdad lo que ha sucedido en mí pero que ello no viene de mí sino que ha llegado como regalo, y así permanece siéndolo. Cristo es el que otorga la salvación, o mejor, es el “espacio” en que se experimenta la salvación de Dios.

Si Galilea significa en cierto sentido la seguridad de “Jesús en casa,” Jerusalén es “Jesús en la cruz.” La salvación no se percibe como una “solución” o “caja de soluciones,” que sería una reedición del paraíso. La salvación es caminar hacia la Cruz y hacia Jerusalén. Jesús es el ministro de una salvación que pone en movimiento y así, incomoda.

Cristo en la Cruz. Al entrar en Jerusalén, es recibido como si llegara a su “casa,” como un hacedor de prodigios (escena con Herodes). Cristo destaca que Jerusalén no ha conocido el tiempo de la visita de Dios, por eso él llora sobre la ciudad, y expulsa a los mercaderes del templo. Cristo no viene a devolver a la humanidad al paraíso sino para llevarla a través de la Cruz, hacia la gloria. La Cruz es necesaria como lugar de luz, lugar que desengaña del mundo y muestra la piedad humana y divina del Salvador. La Cruz enseña a leer como Dios lee.

En Lucas 23,33-34 Cristo ora por aquellos que “no saben lo que hacen.” Son ciegos, tanto los discípulos como de los enemigos de Cristo. En la Cruz se ve la ceguera, y así empieza a ser vencida. Es lo mismo que se cuenta en la escena de los discípulos de Emaús. Cristo sólo se comprende haciendo el camino de Cristo. El que se asoma a fondo a la Cruz se asoma a fondo a su victoria.

Curso: Invitacion a la Cristologia (10 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 10 de 20: La cristología de San Marcos.

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Temas de la Sesión 10: Una aproximación “dialéctica”

Este es el primer Evangelio que estuvo razonablemente completo en forma escrita. Junto con una hipotética Fuente “Q” que contendría especialmente dichos (logia) de Jesús, Marcos se supone que sirvió de base para Mateo y Lucas.

Comunidad de Marcos: mayoría de no-judíos: pocas referencias al AT, y carácter más universal. El Cristo de Marcos quiere responder a todo ser humano por ser humano. El sufrimiento y la muerte son experiencias muy universales a las cuales responde Cristo en esta presentación marcana.

Jesús es el “Hijo del Hombre” y es el Mesías (en hebreo) o Cristo (dicho en griego).

¿Qué o quién es el Hijo del Hombre? Varias interpretaciones.

  • Un hombre más: cualquier hombre, lo que es común a todos. Interpretación cercana a su uso en Ezequiel.
  • El que recibe el reinado, según el texto de Daniel. El reinado de este “Hijo de Hombre” (Vicario de Dios, según el Génesis) es el único que humaniza al hombre, que no lo usa ni lo destruye. Lo inhumano deshumaniza, y así aparta de Dios que ha dejado su imagen en el ser humano.

Posiblemente estas dos interpretaciones no son opuestas: humildad y potestad no deben contradecirse; se contradicen por la acción del pecado en nuestra naturaleza. Humildad y potestad son la dialéctica del Hijo del Hombre, y la misma del Reino-Reinado de Dios.

¿Qué significa el Mesías? Literalmente, es el Ungido, el que ha recibido la Unción. El aceite penetra, perfume, alivia, conserva la salud. El Ungido es el rey, el comandante victorioso, el juez supremo, el legislador sabio. Ser el Ungido es “ir delante” en el Nombre y con la autoridad de Dios.

¿Por qué el “secreto mesiánico,” es decir, aquello de pedri a la gente que no vele quién es Cristo? Dos explicaciones:

  • Psicológico-espiritual: que el beneficiado por un milagro u obra de Cristo profundice en el don recibido, pasar del hecho a su significado.
  • Socio-política: la imagen de Mesías tiene que ser purificada y levantarse de las aspiraciones más inmediatas y a menudo de revancha.

Quizás no se oponen estas dos explicaciones: para descubrir a Cristo no basta con tenerlo al frente. Lo que Cristo da no es, como en el paganismo, un punto que deja inalterada la vida y devuelve el destino a las manos del hombre, no a las de Dios.

Cristo predica el Reino de Dios, y en Cristo acontece ese Reinar de Dios. No es una propuesta que pueda desligarse del Hijo de Dios, aquel que trae todo lo que es de Dios al ámbito de lo que consideramos nuestro.

Curso: Invitacion a la Cristologia (9 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 9 de 20: La cristología de San Juan.

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Temas de la Sesión 9: El Cuarto Evangelio ha sido ocasión de notable polémica en las últimos décadas, porque su redacción sirve claramente de inspiración a la cristología descendente, mientras que hoy tiene mayor acogida la cristología ascendente, que intenta reproducir en nosotros el itinerario de los discípulos. También es esta última la que enfatiza en la cercanía y amistad con Jesús. De algún modo es el esquema de los Evangelios Sinópticos.

En la cristología descendente, muy presente en San Juan, el punto de partida es Dios; es el Cristo pre-existente, y la Encarnación (de ahí los tratados ). Pero, ¿es completamente “ascendente” la cristología de los Sinópticos? ¿Es del todo descendente la de San Juan? Además, ¿qué tan suficiente es el enfoque ascendente, que parece casi norma única para la cristología académica actual?

[Referencia bibliográfica: Gabino Uríbarri, La Singular Humanidad de Jesucristo.]

¿Cuál es, en efecto, el intento de la cristología ascendente? Encontrarse con Cristo antes que con lo que se ve como el dogma cristológico. Pero, ¿es ello posible sobre la base de unas Escrituras que hablan de Cristo como pre-existente? Además, ¿no es el caso que el rechazo a ese “dogma” se hace sobre la base (implícita) de otros “dogmas”? Si la preexistencia fue creída por la primera generación de cristianos, el proyecto “ascendente” se muestra como radicalmente insuficiente: no puede dar razón de ese dato de la Escritura.

La Comunidad no es autora colectiva pero sí es colectivamente responsable; es instancia validante que da fe de la verdad fundamental del mensaje de salvación, un mensaje por el que había que estar dispuesto a dar la vida. En el proceso de elaboración del canon está ya integrada la base apostólica, incluyendo los elementos jerárquicos que surgen naturalmente de este hecho los Evangelios son testimonios. Quienes dan el testimonio original van jerárquicamente primero que todos los demás. La comunidad creyente ni fue ni no puede ser una democracia, aunque sí es instancia colectiva de validación.

Ya la Carta a los Filipenses, en su Capítulo 2, afirma que Cristo era “de condición divina.” Esto fue escrito, ratificado, y cantado por comunidades creyentes muchos años antes de la redacción del Evangelio según San Juan.

El prejuicio que ronda a la cristología ascendente es que el encuentro con la humanidad de Cristo impide la afirmación de su preexistencia o su divinidad. La solución, sin embargo, no es descartar el énfasis ascendente sino ser conscientes de sus límites. Y sobre todo: si vamos a seguir el camino de fe de los discípulos, sigámoslo hasta el final, esto es, hasta la afirmación de la verdad de la resurrección y de la divinidad del Señor Jesús.

En otro sentido, no cabe decir que el Cristo del Evangelio de San Juan sea sólo “deducido.” Datos históricos, a veces únicos, aparecen en el Cuarto Evangelio, mostrando una base fáctica que ha sido comprobada por la arqueología (por ejemplo, la piscina de los cinco pórticos: Juan 5,2).

Cristo en el Evangelio de San Juan:

  1. Lógos: En cuatro líneas de interpretación: (1) Plenitud de aquello que Dios quería decirnos en los profetas. (2) Revelador del Padre. (3) Todo lo que podíamos necesitar, de lo que teníamos hambre “no sólo de pan vive el hombre sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios.” (4) El sentido y razón de ser de todo: el cosmos, la historia, el corazón humano.
  2. Semeion: Señal de Dios, y el que hace significativa la vida, y el que da y enseña a leer los signos de Dios. La fe, en San Juan, no es apuesta ciega, sino es lectura de signos: “Kai eiden kai epísteusen.”
  3. Hora de Dios: Cristo es el perfecto acontecer de Dios.

Curso: Invitacion a la Cristologia (8 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 8 de 20: La cristología de San Mateo.

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Temas de la Sesión 8: San Mateo da énfasis a las palabras de Cristo, pero no podemos separar milimétricamente “palabras” de “obras” en Cristo. Cuando la gente habla de la “autoridad” de Cristo se refiere a esta unión de hablar y obrar.

Palabras de Cristo: irrupción de un nuevo orden. Su palabra eficaz es comparable con Génesis 1: “Dios lo dijo y existió.” Cristo es un nuevo Moisés no como agregado, complemento o reemplazo del primer Moisés, sino como Aquel que constituye un nuevo orden, el orden definitivo querido por Dios.

Cristo es legislador, no como quien propone una nueva ley que quedaría a merced de quien la escucha, sino como quien instaura la ley nueva que obra desde dentro, rehaciendo a quien la escucha. En Moisés la propuesta (ley) queda afuera y la ejecución adentro. En Mateo, Cristo ordena incluso “imposibles” porque la ejecución ya empieza en la propuesta; al proponer instaura una condición nueva.

En la creación, hay un solo principio: Dios. Dios no crea a partir de “algo,” que sería un segundo principio, sino a partir de la “nada.” Así que, en la radicalidad de lo que somos, ya existe esa acción creadora que habla de una Palabra que es único principio. En ese nivel de radicalidad pronuncia Cristo su “Buena Nueva” según san Mateo, rehaciéndonos al hablarnos. La obediencia consiste en no frenar a la Palabra que nos rehace. Ser discípulo es escuchar y no detener la Palabra.

Por ello, en san Mateo, negar la divinidad de Cristo es dejar sin autoridad su manera de hablar de la alianza en presente, del sábado y su manera de pedir imposibles, como ser puro, humilde y generoso a la vez siempre. Al obrar así, como lo hace a lo largo de todo este Evangelio Jesús es un blasfemo, un loco o Dios entre nosotros. Jesús es el testigo y realizador primordial de la ley (voluntad) original de Dios. Por eso, sólo Cristo es la “plenitud” de la Ley.

Curso: Invitacion a la Cristologia (7 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 7 de 20: La cuestión sinóptica.

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Temas de la Sesión 7: Proceso de elaboración de los Evangelios escritos.

Primera fase: Partimos de “paquetes de información” que son recuerdos personales, experiencias vividas, fragmentos de discursos y parábolas. El primer Evangelio es la memoria de los discípulos.

La Cruz desborda la comprensión de los discípulos. La noticia de la Resurrección los encuentra indispuestos y tiene que imponerse a ellos–en contra de los que dicen que la resurrección fue una invención de los discípulos. No sólo estaban propensos a no creer sino que las horribles persecuciones que debían desanimarlos. Si ellos hubieran inventado la resurrección, ¿cómo prosperaron y quedaron como canónicos textos que presentan a los discípulos como lentos e incrédulos? ¿Cuál sería el rol de esos textos? Se puede afirmar que todo fue una “conspiración” pero semejante suposición de farsa implica afirmar que hicieron trampa para ganarse persecución, desprestigio y muerte.

Al examinar una hipótesis exegética suele seguirse ese criterio: aquello que no beneficia los intereses de los protagonistas de un relato difícilmente puede ser inauténtico. De igual modo, aquello que podría disminuir la credibilidad pero que fue admitido como canónico puede considerarse genuino, pues la comunidad no iba a permitir una predicación que destruyera la fe que profesaban y que tenía bases conocidas de todos.

Segunda fase: conjuntos de relatos en boca de maestros, “evangelistas,” predicadores ambulantes. De aquí, las colecciones de dichos y narraciones, agrupados por palabras claves, secuencias cronológicas, u otras ayudas mnemotécnicas. Se inicia la historia de la redacción.

Tercera fase: los relatos que se van encadenando en secuencias más amplias que son puestas por escritos y sirven de material a autores específicos, miembros de comunidades creyentes que por supuesto no permitirían que se negara lo que consideraron recibido de Cristo. La noción de verdad aquí no es la de una filmadora sino la del tipo de testimonio que se da, en este caso, sobre Cristo. Hay sin embargo un valor agregado en los detalles no esenciales y no coincidentes, en la línea de lo alegórico.

Jesús de Nazareth tiene continuidad con los profetas del Antiguo Testamento pero tiene discontinuidad: habla de una alianza en presente y no se excusa de su propia misión, ni habla de defecto o pecado suyo.

Lo redaccional aparece en las expresiones que sirven de puente o gozne, como el “por aquellos días” de Lucas. Mateo, en cambio, agrupa palabras de Cristo en “discursos,” sin que nadie lo interrumpa.

Criterios de canonicidad que debieron cumplir los Evangelios:

  1. Sobriedad: nada de descripciones aparatosas.
  2. Cercanía a lo ordinario: lo típico de las parábolas. Poco o nada de fantasía.
  3. Nada de desprecio a la materia: lo que desprecia el cuerpo, la mujer o el sexo es descartado.
  4. Centrado en lo esencial: no acaricia la curiosidad ni la sensiblería.

Curso: Invitacion a la Cristologia (6 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 6 de 20: Requerimientos hermenéuticos para una cristología bíblica. *** Contraste entre los Sinópticos y San Juan.

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Temas de la Sesión 6: Punto de partida: los evangelios no son objetivos (como una grabadora) ni son subjetivos (como una fantasía). Son testimonios intersubjetivos de realidades vividas. Los testimonios intentan reproducir, en el oyente, la experiencia del hablante para generar comunión. Al igual que el teatro, la liturgia quiere transmitir y reproducir una misma experiencia creando una misma comunión. El género literario “evangelio” no puede entonces desconectarse de la celebración y la liturgia.

Sin embargo, la diferencia entre el teatro y el dúo “predicación-liturgia” es que la comunió que se quiere en el segundo caso es permanente, y reicbe el nombre de ekklesía, la convocación, la asamblea de los que viven de y en Jesucristo. El Evangelio hace nacer a la Iglesia y la Iglesia es el “diccionario” del Evangelio, porque el Evangelio se hace comprensible sólo en la Iglesia, en cuanto comunión. Al perder a la Iglesia como marco interpretativo uno se ve obligado a buscar otros marcos; es el proceso que realizó la crítica.

¿Cómo se ha hecho la cristología bíblica en el caso de los Evangelios? A través de las Formas (Dibelius) se obtiene el contexto inmediato de comprensión de las preguntas que uno hace a un texto. No es lo mismo la verdad en un refrán que la verdad en un tratado. Ejemplo importante: la diferencia entre parábola y alegoría. Presentación de la parábola como “Forma”: no se trata de “crear una historia” (fábula) sino “hacer hablar a la historia” (la vida misma). Presentación de la diatriba como “Forma”: se trata de un despertar, por el recurso de quitar toda justificación y toda excusa, retirar todo soporte para que aparezca la verdad en el oyente. Es más un ejercicio intelectual que emocional. Se siente como ofensiva sólo en aquellas sociedades que idolatran el ego.

La diferencia crucial entre los Evangelios Sinópticos y Juan: En San Juan, los conceptos se elaboran junto con el discurso, y el proceso de elaboración es espiral; en los sinópticos, la semántica de los conceptos es mucho más estable y el discurso es más lineal. Sinóticos y San Juan tienen como centro de gravedad y criterio interpretativo la Pasión de Cristo. Juan es espiral; los Sinópticos son “flechas,” cada uno con su énfasis:

  • Marcos – obrar de Cristo – Presencia del Actuar de Dios
  • Mateo – enseñar de Cristo – Nuevo Moisés, lugar de la Alianza definitiva
  • Lucas – “corazón” de Cristo – la Humanidad de Dios

Curso: Invitacion a la Cristologia (5 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 5 de 20: Conclusión sobre el uso de la Crítica. Introducción a la cristología bíblica.

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Temas de la Sesión 5: Sobre el buen uso de la crítica.

La carencia de crítica lleva a: espiritualismo (reemplazo del texto por sentimiento o devoción, revelaciones privadas, etc.); fideísmo (renuncia a pensar, idea implícita incompatibilidad entre pensar y creer); fundamentalismo (ignorancia voluntaria del recorrido que el texto hace en la historia).

La razón no puede probar lo que dice la fe pero sí puede refutar lo que se opone a la fe. Contraste entre la pregunta de María (Lucas 1,34): “¿Cómo será esto?” y la pregunta de Zacarías (Lucas 1,18): “¿En qué lo conoceré?” María es imagen de la crítica “sana,” la que implica la evangelización de la inteligencia, y Zacarías representa aquí la crítica destructiva, que pone en primer lugar el yo, la subjetividad.

Propósito sano de la crítica: Establecer el texto y establecer el significado. Lo primero implica llegar al texto crítico; lo segundo, con la ayuda de ciencias auxiliares, busca el sentido propio de la “letra.” Forma (literaria): manera de transmitir información, ligadas a determinadas a culturas y tiempos. Conlleva una intencionalidad típica y una perspectiva sobre la verdad.

Sobre la cristología bíblica: se trata de la pregunta “¿Quién es Jesús para…?”

Puntos previos: autor, historia de las formas, historia de la redacción, búsqueda de autenticidad. Otro riesgo, más serio, es creer que lo demostrablemente histórico (“ipsisissima verba”), es por ello mismo, más inspirado o es criterio último para todo lo demás: la credibilidad queda amarrada al esfuerzo y la especulación humanas. Hay quienes miran la autoría como sinónimo de canonicidad, cayendo así en la herejía del “canon dentro del canon.”

Además, las presunciones racionales sobre vocabulario o estilo pueden caer en un dogmatismo que desconoce que las personas humanas efectivamente cambiamos, aprendemos, olvidamos, respondemos de modo diverso a circunstancias diversas.

La disolución del autor, considerándolo como sujeto a la comunidad, trae dos peligros: (1) se pierde la apostolicidad; (2) se empieza a mirar los textos como resultados de consensos (democráticos).

Curso: Invitacion a la Cristologia (4 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 4 de 20: La necesidad y los límites de la crítica como método de la razón humana.

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Temas de la Sesión 4: Para Kant, la crítica es la actitud propia de la Humanidad llegada a la “mayoría de edad.” Criticar implica tomar distancia del dato recibido, y en ese sentido, es abrir un espacio a la desconfianza. En el caso del cristianismo el episodio de mayor trascendencia es la postura tomada por Lutero: ¿Es de fiar la Iglesia?

Ahora bien, la desconfianza no tiene límite desde sí misma y por ello la historia de los últimos siglos ha mostrado que la Crítica, dejada a su propio impulso, termina en la negación de toda religión, y en la parálisis de la inteligencia misma, que entonces cede su puesto a la moda, la opinión, el capricho o la publicidad.

Principales etapas en el camino que va desde la crítica protestante al laicismo extremo de nuestros días; porque no existe una crítica, sino un proceso crítico que parte siempre de un determinado horizonte:

(1) Desconfianza de algunas prácticas eclesiásticas apoyándose en la Biblia y la propia conciencia.

(2) Desconfianza del Magisterio y de la Tradición, en nombre de la Biblia, considerada como “autoevidente.”

(3) Desconfianza del canon bíblico, en nombre de la experiencia considerada fundante, la de la gracia, expuesta según san Pablo. Se trata de un “canon dentro del canon.”

(4) Desconfianza del texto bíblico aceptado, en nombre de un conocimiento más profundo de las lenguas bíblicas, hebreo y griego.

(5) Desconfianza de la interpretación del texto crítico, en nombre de la Historia de las Formas y la Historia de la Redacción.

(6) Desconfianza del interés propio en el texto, a partir de una antropología de la subjetividad.

El exceso de crítica conlleva la destrucción de toda posibilidad de creer, aunque sí es necesaria para el recto uso de los textos.

Curso: Invitacion a la Cristologia (3 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 3 de 20: Continuación de los Horizontes en que se ha escrito la Cristología.

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(5) Las “Vidas de Jesús”: situar a Jesús en la sociedad humana. La dificultad en este caso es que las fuentes no pretenden objetividd sino testimonio.

(6) Autoconciencia de Cristo. Es un proyecto condenado al fracaso por ausencia de fuentes reales. Los supuestos accesos extra-biblicos sirven a la curiosidad pero no al conocimiento. El conocimiento “carnal,” el de los detalles cotidianos o perfiles de personalidad de Cristo, no tiene relevancia para la salvación

(7) Teología feminista: ¿Importa o no, y en qué sentido, que Jesucristo sea varón? El supuesto feminista es: El pueblo de la Biblia jamás logró desprenderse de sus cadenas patriarcales. Incoherencias que brotan de este supuesto.

(8) La unicidad de Cristo. ¿Cómo se articulan la unicidad de Cristo y el hecho de que es uno de nosotros? La cuestión “interreligiosa” y las consecuencias para el impulso misionero.

(9) ¿Necesitamos experiencia de las condiciones de la vida de Cristo para conocerlo? Aquí entran propuestas como la de los “sacerdotes obreros,” y en otro sentido también la Teología de la Liberación.

Curso: Invitacion a la Cristologia (2 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 2 de 20: Cuatro Etapas en el desarrollo del tratado de la Cristología. Presentación de uatro de los nueve principales horizontes en que se ha escrito la Cristología.

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Temas de la Sesión 2: Cada etapa de la cristología aproximadamente cubre cinco siglos.

Etapa fundacional (siglos I-V). Referencia: Concilio de Calcedonia.

Etapa de latencia (siglos VI-X). ¿Monofisismo implícito? Llega incluso hasta nuestros días, según se ve en algunas expresiones comunes del lenguaje.

Etapa clásica (siglos XI-XV). Dos fases: teocéntrica (con su cumbre en Santo Tomás de Aquino, siglos XI-XIII); y cristocéntrica (inaugurada por San Francisco de Asís y con su culmen en la Imitación de Cristo).

Etapa de la crítica (siglos XVI-XX). Inicia con la Reforma Protestante y afecta nuestro modo de pensar actual.

¿Qué es criticar? Etimológicamente: llevar a juicio. Preguntas directas: ¿qué es esto? Preguntas indirectas o críticas: ¿Es esto realmente así? (Pone en tela de juicio). Implica una desconfianza (metodológica o existencial) sobre la respuesta “recibida” y el establecimiento de un nuevo horizonte.

Un horizonte es el “desde dónde” de mi pregunta. Nadie pregunta en el vacío. Siempre hay supuestos, certezas previas, fundamentos: lo que se toma por seguro y sentado. No corresponde a lo que se dice sino a qué hace posible y oportuno decirlo.

Ejemplos de “horizontes” que han surgido a lo largo de la historia de la cristología. De un total de nuevo horizontes que se presentarán, aquí se presentan cuatro:

(1) Conocer entendido como situar. Situar a Cristo dentro de lo conocido, “conocer a Cristo como conozco lo demás que conozco.” Inevitable para elaborar una cosmología cristológica, o cristología cósmica. Condujo al arrianismo.

(2) Encuentro entre racionalidad y sabiduría: búsqueda de una lógica que gobierne la vida de Cristo (Santo Tomás de Aquino).

(3) “Quiero ser como Cristo.” Horizonte de la mística, con cierta desconfianza de la injerencia de la razón: querer comprender mucho a Cristo puede impedir imitarle y obedecerle.

(4) Horizonte crítico: ¿Es de fiar la Iglesia cuando habla de Cristo? De ahí surge la Reforma Protestante, la Teología Liberal, la Crítica Textual, y el Modernismo.

La busqueda de la verdadera puerta a la vida interior

Nuestro mundo tiene sed de trascendencia, interioridad, búsqueda de “algo más.” ¿Cuál es la propuesta católica?

Escuela de Vida Interior, Tema 1: Definiciones básicas: qué es una vida en la pura “exterioridad.” Examen de algunas propuestas actuales que hablan de interioridad (naturismo, gnosticismo, meditación-budismo). Cuál es la puerta a la interioridad según nuestra fe.

* * *

Este tema pertenece al Capítulo 01 de la Escuela de Vida Interior; la serie completa de los diez temas de este Capítulo 01 está aquí:

is.gd/vida_interior_01

La serie de TODOS los temas de esta Escuela de Vida Interior está aquí:

is.gd/vidainterior

Curso: Invitacion a la Cristologia (1 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 1 de 20: Introducción General.

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Temas de la Sesión 1: Preguntas esenciales: qué es y quién es Cristo. Enfoques, métodos, límites y fuentes de la Cristología.

Enfoques: Cristología ascendente, que intenta reproducir la experiencia y el camino de los discípulos. (2) Cristología descendente, que parte de las conclusiones que son tesoro de la Iglesia y desde ellas relee la historia y el dato del Evangelio.

Métodos de la cristología: tres básicamente, que actúan en espiral: (1) exégesis; (2) sistematización (filosófica y propiamente teológica); (3) retroalimentación desde la evangelización.

Límites de la cristología: ¿Tenemos el derecho y la posibilidad real de saberlo todo sobre Cristo? Contraste con los límites absolutos, hoy reconocidos, para la matemática, la física y la filosofía.

Principios hermenéuticos: (1) Conciencia de los propios intereses, porque uno tiende a cambiar el diccionario para que coincida con lo que uno vive. (2) Status quaestionis (estado de la cuestión) y la historia quaestionis (historia de la cuestión); (3) Hay que hacer crítica de la crítica, para evitar la hipercrítica y el peligro de hacer un “canon dentro del canon” de la Biblia. (4) El principio ireneico (y su diferencia con el irenismo). (5) Lex orandi, lex credendi.

Herramientas, 2 de 2: la Mision

Dos predicaciones para aquellos que están comprometidos en el servicio de pequeñas comunidades parroquiales, carismáticas, bíblicas o similares. Tema 2 de 2: Herramientas para la misión. El Documento de Aparecida nos recuerda que, por el bautismo, todos somos discípulos y misioneros, pero ¿qué elementos concretos, básicos, tienen a su disposición nuestras pequeñas comunidades, cuando se trata de transmitir el Evangelio?

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Herramientas, 1 de 2: la Comunion

Dos predicaciones para aquellos que están comprometidos en el servicio de pequeñas comunidades parroquiales, carismáticas, bíblicas o similares. Tema 1 de 2: Herramientas para la Comunión, es decir, criterios que nos ayuden a consolidar una unidad en Cristo, de modo que sea él, y no nuestros intereses o preferencias, quien prevalezca.

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