Guia para encontrar tu corazon, 3a. parte

Escuela de Vida Interior, Tema 14: Caminos de la gracia divina, llamándonos al arrepentimiento y la conversión.

* El arrepentimiento bíblico no es un pozo de desesperación, sino una luz intensa que muestra la verdad del pasado y abre esperanza firme y real para el futuro. El acusar por acusar, y para destruir, es el estilo del demonio; acusar para despertar y llamar a nueva vida es el estilo de Dios.

* Para cambiarte, Dios tiene que despertarte. Estos son algunos “despertadores,” caminos más frecuentes del arrepentimiento, verdadero regalo de Dios:

  1. Darse cuenta del daño causado a otros o a uno mismo.
  2. Ver cuál es el final de los malvados.
  3. Hacer memoria del bien perdido.
  4. Aplicarse la propia ley.
  5. Percibir la insatisfacción profunda.
  6. Descubrir un ideal noble.
  7. Cambiar por completo de ambiente.
  8. Sentir la proximidad de la muerte.
  9. Descubrir la alegría de hacerle bien a alguien.
  10. Desenmascarar las disculpas.

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Este tema pertenece al Capítulo 02 de la Escuela de Vida Interior; la serie completa de los diez temas de este Capítulo 02 está aquí:

is.gd/vida_interior_02

La serie de TODOS los temas de esta Escuela de Vida Interior está aquí:

is.gd/vidainterior

La Mies es Mucha, 2 de 2

* En el camino de la evangelización al que está llamado el laico por su bautismo hay tentaciones que son fáciles de reconocer; otras en cambio son menos obvias. En esta predicación nos referimos en particular al caso de las personas casadas.

* Las tentaciones “obvias” son la infidelidad, la rutina y la pereza. Esta última es incluso sutil, porque puede presentarse como un “jubilarse” para dar paso a nuevas generaciones.

* Las tentaciones no-obvias pueden agruparse con el acróstico MEDID: Murmuración, Egoísmo, Doble lenguaje, Ser Iluso, y Disimular la verdad por evitarse problemas.

La Mies es Mucha, 1 de 2

* Mies indica “cosecha,” y con ella, dos cosas: tarea y fiesta. A ambas cosas somos convocados por Cristo.

* Ser obreros es: no limitarse a analizar, pensar o lamentarse. Es OBRAR; es estar disponibles para que Dios haga su obra en y a través de nosotros. Si somos concretos en tantas cosas de nuestra vida, ¿por qué queremos tranquilizar nuestra conciencia, en lo que atañe a la evangelización, quedándonos en vaguedades?

* Ser obrero, en lo peculiar y particular de la evangelización, es ser como Cristo, que es el verdadero y primer “Siervo de Dios.”

* Y ser como Cristo es no quedarnos en la lógica de la transacción, que consiste en: doy para que me den; trato bien sólo al que me trata bien.

* Hay que llegar a la “lógica del don”, que es la única que hace depósitos en el banco de la eternidad. Aprender a dar, con lo que eso implica.