Diez lecciones con recomendaciones básicas y prácticas para todos los que predican el mensaje de Jesucristo.
Lección 1: Orar, recordar, preguntar… Para aproximarte al texto.

Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
Diez lecciones con recomendaciones básicas y prácticas para todos los que predican el mensaje de Jesucristo.
Lección 1: Orar, recordar, preguntar… Para aproximarte al texto.
En las raíces de Occidente está la civilización romana, el pensamiento griego y la fe judeo-cristiana. Griegos y Romanos ya habían conformado una simbiosis relativamente estable a partir del idioma y la riqueza cultural griegas, y la capacidad administrativa y poderío militar romanos. Pero ese mundo se alimenta de triturar a millones de seres humanos anónimos, a los que trata como herramientas de labor, o como objetos de comercio o de placer.
El mensaje cristiano, empezando por las clases sociales más bajas y ascendiendo lentamente, sobre todo a través de la convicción de las mujeres, esposas y madres, llega a convertirse en un eje central de referencia en una nueva cosmovisión que habla del ser humano como amado por Dios, y que mira el futuro no como repetición sino como redención y esperanza.
No todo es glorioso en esos siglos, sin embargo: hay mediocridad y compromisos turbios con el poder mundano. Mas providencialmente surge entonces la vida monástica, como alternativa auto-renovable y expansible, que providencialmente crece a lo largo de los caminos marcados por el Imperio Romano, ya decadente o vencido.
La civilización de los monasterios será la semilla de la Europa que conocemos, alimentada por Roma, Grecia y Jerusalén.
* No puede irradiarse lo que no arde dentro. Sólo el cultivo de la comunión con Dios hace fecunda la vida.
* En Marcos 3,14 se describe la cercanía de los discípulos con Cristo. Ellos son los que “están con él.” Y están con él ante todo para ser instruidos por él.
* El espacio de la presencia es el espacio de la Palabra.
Quizás el horizonte más amplio de nuestra cultura se llama “Occidente” y proviene de la compleja interacción entre la civilización romana, el pensamiento griego y la fe judeo-cristiana. Hay muchas otras fuentes, lejanas y cercanas que afectan de alguna nuestro horizonte pero si uno escruta sus propias convicciones pronto llega a esas gres grandes fuentes.
De los romanos cabe destacar tres grandes aportes: (1) La noción de ciudadanía con derechos simétricos y continuidad hereditaria dentro de un cuerpo social esencialmente horizontal; (2) La noción de “contrato” como ley social objetiva que permite a la misma sociedad verse y modificar su propio curso; (3) La visión de la religión como contrato con los dioses, que conlleva una certeza más allá de lo racional en la capacidad de vencer y formar un imperio.
De los griegos destacamos tres aportes (1) El paso de la teogonía a la cosmología; (2) El paso de la dóxa a la episteme; (3) El vínculo entre lo bueno (agathós) y lo bello (kalós).
De la fe judeo-cristiana destacamos diez aportes: (1) El Dios distante y a la vez cercanísimo; (2) La noción de creación: autonomía y dependencia reales del mundo; (3) Unión de la fidelidad y la misericordia en Dios; (4) El sábado: descanso como elemento que humaniza y dignifica; (5) Conciencia de la unidad de la especie humana: la humanidad como familia; (6) La sexualidad: deleitable y ordenada a la vez; no es un entretenimiento ni acto cultual; (7) El sentido de la elección y del tiempo como promesa – cumplimiento; (8) Una historia nacional que no ensalza a la nación; (9) Mirada crítica a los héroes, precursores y epónimos; (10) Conciencia del pecado ajeno y también del pecado propio.
Escuela de Vida Interior, Tema 18: Teorías y modelos del YO.
Para distinguir entre el falso y el verdadero conocimiento de sí mismo conviene hacer un recorrido por la historia, la filosofía y la psicología, aunque sea brevemente.
En Egipto se da un modelo “panal.” Así como entre las abejas todo gira en torno a la abeja reina, y el sentido de la vida de las abejas obreras es sólo la reina, así también en Egipto sólo importa la vida y la muerte del faraón. Es tanta la distancia que le separa de los demás mortales que ni siquiera puede emparentar con los que no sean de su familia: el incesto es una obligación en el antiguo Egipto.
En Grecia y Roma el panorama es distinto, pero sólo parcialmente. No es un individuo sino una clase social la que tiene todos los derechos. Son los “ciudadanos.” El resto son esclavos y su vida sólo tiene significado al servicio y atención de los ciudadanos, que son una minoría. El trato a los esclavos cambia de lugar a lugar pero lo que no cambia es que el YO del libre no se puede comparar con el YO del esclavo.
En la India se da un sistema de castas. El Yo de los sacerdotes, casta de los brahamanes, es fundamental y central. De ahí se desciende según los oficios y los orígenes de las diversas personas en la sociedad, como por una escalera, hasta llegar a los parias, que no interesan ni existen. El YO paria es sólo un estorbo; una basura.
Siddhartha Gautama, educado en el hinduísmo, tiene en su juventud lo que considera una gran iluminación: el sufrimiento nace del deseo; el deseo brota de la ficción o mentira permanente de la permanencia del YO. El “buda,” el iluminado, viene entonces a declarar la guerra al YO, una guerra que se supone que se gana a través de una cierta disciplina, mucha meditación y momentos privilegiados de iluminación. Por supuesto, la muerte del YO es también la muerte del TÚ. Si el budista quiere ser consecuente, sabe que no puede asir nada ni querer ser asido por nada, y esto excluye una propia vida social y familiar.
En el mundo shinto, que ha tenido tan amplia influencia en la cultura japonesa, lo que interesan son aquellas experiencias inesperadas de armonía, revelación y trascendencia que pueden estar ligadas a lugares incluso muy sencillos. El YO tampoco interesa y más bien estorba;si acaso sirve a manera de ofrenda anónima que ayuda a construir una armonía superior. Esto pareciera estar a la base del potente sentido de pertenencia que muchos empleados tienen con respecto a sus empresas, así como su lealtad al gobierno o al emperador.
Uno que en cambio ve la afirmación del YO como paso necesario para llegar a ser plenamente humano es Friedrich Nietzsche. Es ridículo y vergonzoso constreñir al YO dentro de los moldes de un “deber ser.” Sólo la corriente vital que no reconoce superior; sólo aquellos que tienen moral de “señores” y no de “esclavos” son capaces de una vida dionisíaca, plena, feliz, que no pide permisos ni se excusa ante nadie. Este YO gigantesco no puede tener peor enemigo que Dios, porque según Nietzsche la idea misma de Dios implica la afirmación de un orden debido, y eso coarta la explosión y el fluir mismo de la vida.
Para Sigmund Freud el YO es una entidad compleja que va más allá de lo que uno cree que conoce y piensa que desea. Además del YO visible hay un YO subconsciente que contiene multitud de tensiones no resueltas y de represiones de impulsos profundos que uno ha tenido, sobre todo en razón de los conflictos a que lleva el impulso sexual (libido). Además, todos hemos introyectado voces de maestros, papás y autoridades que conforman un “super-yo” que sigue adoctrinándonos e imponiéndose sobre las decisiones del YO y los requerimientos del inconsciente y del subconsciente.
La postura de Freud ha sido criticada desde varios ángulos: su “pansexualismo” no llegó a convencer del todo ni siquiera a sus más cercanos discípulos. Además, sus métodos para acceder al inconsciente, por ejemplo a través de la interpretación de sueños, han sido duramente criticados como faltos de rigor científico.
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Este tema pertenece al Capítulo 02 de la Escuela de Vida Interior; la serie completa de los diez temas de este Capítulo 02 está aquí:
La serie de TODOS los temas de esta Escuela de Vida Interior está aquí:
* Tiranías y sus respuestas:
Inmediatez – Cultivo
Ruido – Silencio, soledad
Sensación – Razonamiento, concepto
Novedad – Verdadera meditación
* Temas Controvertidos:
Castidad y salud afectiva
Perdón y salud emocional
Sobriedad y salud fisica
Penitencia y salud
Una verdadera comprensión de lo que es “sanación” se apoya firmemente en cinco principios:
(1) La salud es un concepto integral. El ser humano, en su complejidad, goza de profunda unidad y todo afecta a todo.
(2) La salud del individuo no está tampoco desconectada de la salud general de las personas con quienes vive, ni con la comunidad a la que pertenece. No habrá salud estable sin la búsqueda del bien común. nuestro ideal es el de Pablo VI: el bien de todo el hombre y de todos los hombres.
(3) No se puede cuidar del bien de la comunidad sin estar atentos a sus miembros más débiles y necesitados. La medida de nuestra humanidad viene dada por la medida de bondad y equidad que ofrecemos a los más frágiles y agotados de entre nosotros.
(4) La salud va de adentro hacia afuera, y el recinto más interior es la conciencia. Hay que desconfiar de las propuestas de serenidad sin conversión del pecado hacia la gracia; tal es el caso del budismo y sus variaciones.
(5) La calve finalmente está en el amor. Un amor que tenga su fuente y meta en Dios; un amor que tenga como referencia primera a Cristo en la Cruz; un amor que sepa volverse al prójimo y que por tanto no se deje encerrar en los límites de mi familia, mi raza o mi nación.
Serie de predicaciones con las Monjas del Monasterio de Carmelitas Descalzas de Santa Fe, en Argentina.
Tema 4 de 4: Lo adverso
* Conviene repasar la historia de Jesús para dos cosas, por lo menos: (1) Descubrir en su historia real los motivos reales de sus enemigos también reales. Esto implica que cuando Cristo habla de enemigos no habla de una posibilidad ni una teoría. Se sabía odiado. (2) Ver que detrás de esos adversarios visibles está el adversario, el enemigo malo, que pretende finalmente una sola cosa: desconectarlo de la voluntad del Padre.
* Eso tiene la adversidad: que cada ataque termina por mostrar alguna verdad. La verdad que brilla en el ataque a Cristo es la diferencia entre el amor de trueque y el amor de gratuidad. Sólo este último tiene promesa de superar el pecado, vencer la enemistad y traspasar el umbral de la muerte.
* La adversidad no sólo revela sino que purifica tanto las intenciones como la manera de expresarnos.
* Y un corazón purificado se vuelve creíble y se vuelve conducto del fecundo amor de Dios.
Serie de predicaciones con las Monjas del Monasterio de Carmelitas Descalzas de Santa Fe, en Argentina.
Tema 3 de 4: Lo doloroso
* Desde un punto de vista fisiológico, el dolor es notificación de un problema o amenaza, y como tal es indispensable para la conservación de la salud.
* Ser insensible no es, ciertamente, una cualidad. La empatía, la solidaridad, la compasión y la misericordia son todas experiencias de cercanía y fraternidad que finalmente parten de algo sencillo y profundo: la capacidad de sentir el dolor del otro.
* Aquel que ama a Cristo, y de modo especial, aquella alma consagrada que se considera “Esposa de Cristo” no puede llevar una vida desconectada del dolor, no sólo por el sufrimiento que Él padece en la persona de sus “hermanos más pequeños” sino porque los intereses y la gloria del Esposo son ofendidos de continuo. En este sentido, el dolor es muestra y condición de amor.
* Hay dolores de varias clases, que podemos agrupar en tres casillas: (1) el dolor del esfuerzo, como el de un atleta que se entrena; (2) el dolor de una pérdida, sea por alguien que ha fallecido o por un derecho que no se ha respetado; (3) el dolor de la penitencia, en cuanto ofrenda para perdón de los pecados e intercesión que se une a la Cruz de Cristo. La madurez consiste en pasar, durante la vida, todo a las casillas (1) y (3), y llegar a la hora de la muerte con todo en la casilla (3).
Serie de predicaciones con las Monjas del Monasterio de Carmelitas Descalzas de Santa Fe, en Argentina.
Tema 2 de 4: Lo contradictorio
* Si lo inevitable nos revela nuestros límites, puede en cambio decirse que son las contradicciones las que nos revelan que, aun dentro de los límites de lo posible, no podemos conseguir todo lo que quisiéramos. Una contradicción es un “NO” que se planta frente a nosotros, y que nos incomoda, frustra o enoja.
* La contradicción de nuestra inteligencia sucede cuando encontramos opiniones opuestas, o más todavía, cuando debemos admitir que estábamos equivocados. Hay algo positivo: así aprendemos una nueva verdad.
* La contradicción de la voluntad, en cuanto motor de proyectos y planes, suele generar disgusto e ira. pero podemos aprender esto: que nuestra voluntad cuando todo le sale bien no puede estar segura de coincidir con la voluntad divina; cuando halla oposición, sí que sabe que hace caso a Dios. En esto no interesa qué motivaciones tengan las mediaciones humanas.
* La contradicción de la voluntad, en cuanto capacidad amatoria y lugar de afecto, suele engendrar tristeza, pero una cosa es cierta: que lo que finalmente entristece no es el amar sino la expectativa de ser amado; por eso es posible superar este tipo de contradicción por la ampliación de la capacidad, pureza y manera de amar.
* La contradicción de la memoria es el llamado que hace Dios a la amada del Rey: “Escucha, hija, mira, inclina el oído; olvida tu pueblo y la casa paterna.” Pero ese olvido va unido a una certeza y una promesa: “Prendado está el rey de tu belleza… a cambio de tus padres tendrás hijos.”
Serie de predicaciones con las Monjas del Monasterio de Carmelitas Descalzas de Santa Fe, en Argentina.
Tema 1 de 4: Lo inevitable
* La vida de Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) aparece marcada por dos palabras: ciencia y cruz. Entendida en su sentido original, muy amplio, “ciencia” es conocimiento cierto. Ya en él hay una renuncia a las opiniones personales, y hay una marcha hacia lo verdadero y sus implicaciones, es decir, ya hay un anticipo de la renuncia propia de la cruz.
* Más explícita se ve esa renuncia en la tradición filosófica que Edith principalmente siguió en su juventud. La fenomenología de Edmund Husserl propone una “epojé,” palabra por la que el filósofo entiende un “poner entre paréntesis” los datos (ciertos, probables o falsos) de las ciencias, para buscar un piso que dé fundamento a todo conocer. Despojo y fundamento son entonces dos expresiones que acompañan la maduración intelectual de Edith Stein y que tendrán luego su expresión en la experiencia de despojo del Monasterio Carmelitano y en el fundamento de cristo como roca única.
* Llegamos al conocimiento por vía inicial de experiencia. Y las experiencias que conducen a percibir la cruz van en cuatro áreas, que de menor a mayor intensidad pueden quizás ordenarse así: lo inevitable, lo contradictorio, lo doloroso y lo adverso.
* Lo inevitable, lo que escapa a nuestro control, lo que impone su ley en nosotros, es siempre un recordatorio de una verdad fundamental: somos creaturas; no somos el Creador. El primer paso hacia la Cruz consiste en algo tan sencillo pero tan profundo como reconocer que no somos dioses. Frente a la arrogancia de pensadores como Nietzsche, Freud o Sartre, es falso que la sola voluntad o la palabra humanas puedan definir lo que somos y tenemos.
* Jesús nos enseña sobre este límite de creaturas cuando recuerda que no podemos alargar nuestra vida o nuestro cuerpo a placer: dependemos de otros, estamos sometidos a leyes naturales, nuestra esencia y naturaleza no están al arbitrio de cualquier deseo que tengamos. Así va uno descubriendo el camino de la Cruz, no para quedarse en el límite sino para ver en la Cruz la revelación del genuino amor y el comienzo de la gloria que perdura.
Ciclo de conferencias en la ciudad de Santa Fe, Argentina, a un grupo de docentes y directivos.
Tema 3 de 3: Propuestas de fondo
Ciclo de conferencias en la ciudad de Santa Fe, Argentina, a un grupo de docentes y directivos.
Tema 2 de 3: Cuestionamientos internos
Ciclo de conferencias en la ciudad de Santa Fe, Argentina, a un grupo de docentes y directivos.
Tema 1 de 3: Condicionamientos externos
* Cada amor engendra una forma de desear; y cada deseo, un modo de unión; y cada tipo de unión trae un fruto peculiar.
* El amor mundano trae deseos mundanos; uniones falsas porque son egoístas; frutos de discusión, rapacidad y agresividad, y finalmente: MUERTE.
* El amor de Dios, que es el Espíritu Santo, trae un deseo de crear bien, o sea, de servir. Y el deseo de servir trae unidad en la comunión de gracia y de conocimiento de cristo. Y la comunión en cristo trae como fruto redención y VIDA.
* En cuanto a los padres de la tierra: análisis del machismo y de su fuente principal, que es la inseguridad masculina, a raíz de la incertidumbre sobre si se funciona bien como hombre, y también debida a la pobre capacidad comunicativa emocional, la necesidad de producir resultados y el temor a perder la pareja. Hay también un apoyo al machismo por algunas mujeres que pretenden afirmar su femineidad en el sentirse intensamente deseadas por hombres “machos.”
* En la Biblia se mencionan algunos aspectos maternos del amor de Dios pero se le presenta ante todo como padre, porque hay esta diferencia entre el amor de madre y el de padre: el de madre se basa en la continuidad entre el ser materno y el de la criatura concebida; es un amor “dado.” El amor paterno es en cambio “construido” a partir de la noticia de haber engendrado o de haber sido engendrado. Es evidente que la relación con Dios es más “noticia” que “dato” y por ello debe describirse más en términos de amor paterno.
* Un buen papá hace un bien inmenso a sus hijas porque, al amarlas sin pretenderlas, les enseña a diferenciar amor de deseo. un buen papá le hace gran bien a los hijos varones, al convertirse en referencia, motivo de esperanza, límite externo, motivo de inspiración y confianza. La falta de un buen papá ocasiona multiplicación de la lógica del machismo, e inseguridad en la identidad sexual. En más de un caso, ello favorece las tendencias de tipo homosexual.
* Hacer alianza de amor con el Padre Celestial es recibir lo mejor del mejor papá. Implica dejar idolatrías y falsas certezas y crecer, como hombres o como mujeres, con la certeza de que nadie puede tomar el lugar que sólo a Dios pertenece.