LA GRACIA del Lunes 11 de Julio de 2016

Cristo se va haciendo Señor de nuestra historia a medida que acogemos el Evangelio, nos saca de la tranquilidad, nos pone en camino y nos hace participar de su hermoso ministerio profético.

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LA GRACIA del Sábado 9 de Julio de 2016

En Colombia, FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ

La invitación es agradecer a Dios por nuestra Madre María, y a Ella, por su presencia bendita, acogiendo su llamado a volvernos a Jesús haciendo lo que Él nos diga.

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Cristo rompe las cadenas, 3 de 4: cadenas que tiende el enemigo

[Predicación en la Asociación Católica “Jesús en ti confío” de Bucaramanga. Junio de 2016.]

Tema 3 de 4: cadenas que tiende el enemigo

En cuanto a la influencia del maligno:

* Existencia de los ángeles: características de su inteligencia y su voluntad

* Naturaleza de la rebeldía de los demonios

* Consecuencias de la rebeldía: obstinación, odio a Dios, envidia, odio a la imagen viva de Dios, que es el ser humano

* Estrategias generales del demonio:
+ Envenenar las fuentes (ataque a la mujer y la familia)
+ La gran mentira
+ Presión en los sentidos (atajos: lo más rápido, con menos esfuerzo, con mayor ganancia)
+ Presión en la imaginación (obsesión sensual, calumnia)
+ Presión en los sistemas de poder (propios del príncipe de este mundo)
+ Presión hacia la tristeza
+ Ataque directo: infestaciones, posesiones.

* Respuesta de la Iglesia: confesión, bendiciones, oraciones de liberación, sacramentales, exorcismos

Cristo rompe las cadenas, 2 de 4: las cadenas de la voluntad

[Predicación en la Asociación Católica “Jesús en ti confío” de Bucaramanga. Junio de 2016.]

Tema 2 de 4: Las cadenas de la voluntad

Sensualidad – vicio – adicción
Duelo – tristeza – depresión
Miedo – ansiedad – fobias, paranoias
Venganza – ira – odio
Mediocridad – pereza – apatía
Soledad – vacío – egoísmo
Soberbia – orgullo – desprecio

Cristo rompe las cadenas, 1 de 4: las cadenas de la inteligencia

[Predicación en la Asociación Católica “Jesús en ti confío” de Bucaramanga. Junio de 2016.]

Tema 1 de 4: Las cadenas de la inteligencia

Ignorancia: Respuesta – Cristo confirma los mandamientos de Moisés
Escepticismo: Respuesta – Manera como Cristo trata a Tomás, Natanael
Prejuicio: Respuesta – parábolas y ejemplos de Cristo que tienen como protagonistas a los excluidos
Novelería: Respuesta – la Biblia enseña que quien adora ídolos se vuelve como la obra de sus manos
Cientificismo: Respuesta – San Pablo nos advierte que la ciencia hincha
Presunción: Respuesta – San Pablo nos dice: Respuesta – “¿qué tienes que no hayas recibido?”
Superficialidad: Respuesta – El caso de la hija de Herodías, Salomé, un cuerpo sin cabeza
Opinión pública: Respuesta – San Juan nos advierte que no amemos el mundo ni lo que hay en el mundo

LA GRACIA del Miércoles 6 de Julio de 2016

Cristo nos presenta un camino de evangelización por etapas, para que finalmente lleguemos a la perfección en el discipulado.

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LA GRACIA del Lunes 13 de Junio de 2016

El verdadero cambio social está en que detengamos la espiral de la violencia con generosidad, diálogo y comprensión antes que broten las primeras semillas de agresión.

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Cómo se forma un discípulo, parte 2 de 2: El campo de entrenamiento

Cómo se forma un discípulo, parte 2 de 2: El campo de entrenamiento

* La gran transformación que tuvieron los discípulos de Cristo–de rudos, ignorantes, ambiciosos, vanidoso y cobardes a prudentes, valientes, generosos, humildes y sabios–tiene su fuente ante todo en los misterios de la Cruz, la Pascua y Pentecostés.

* Y sin embargo, cabe preguntarse: Durante el tiempo que los Doce estuvieron en tanta cercanía con el Mesías, ¿qué recibieron de Él, que fuera formación como discípulos? Porque sin duda ese tiempo debió tener una razón de ser y una fecundidad peculiar.

* El examen de los Evangelios nos lleva a descubrir ocho puntos principales en el “entrenamiento” que Jesucristo dio a sus discípulos:

(1) Los guía por diversos lugares y situaciones.

(2) Los escucha y corrige.

(3) Les predica, sobre todo de la Cruz.

(4) Ora por ellos, en frente de ellos y con ellos.

(5) Los lleva a servir a la multitud.

(6) Les explica en profundidad su mensaje.

(7) Los sirve con humildad.

(8) Los hace sus testigos y los envía.

Cómo se forma un discípulo, parte 1 de 2: Los fundamentos

Cómo se forma un discípulo, parte 1 de 2: Los fundamentos

* Quienes reconocemos a Jesucristo como nuestro Maestro tenemos el hermoso deber de aprender a ser sus discípulos.

* Si miramos a los Evangelios, lo primero que destaca en el grupo de los Doce es la extraordinaria diversidad y contrastes entre ellos, en varias direcciones y sentidos: por su origen, nombres, relación con el Imperio Romano, nivel de educación, y aun otros factores.

* Entendemos que esa diversidad entre los apóstoles fue querida por Cristo, pues Él mismo asegura que no fueron ellos los que lo eligieron a Él sino lo contrario. Posiblemente el motivo de esta variedad de llamados es el mismo que asegura Santo Tomás de Aquino al hablar de la variedad de las obras de Dios Creador: ninguna obra por sí misma puede expresar suficientemente la grandeza de la majestad divina y la riqueza interior de su sabiduría.

* De modo que la primera conclusión es que hemos de aprender a reconocernos como frutos de un mismo amor que nos ha unido, siendo como somos tan distintos.

* En la raíz de los diferentes modos del amor redentor de Cristo está el hecho de que hay como dos grandes vertientes en la acción de la gracia divina: la inocencia (expresión del amor que preserva de caer en el mal) y la penitencia (expresión del amor que levanta al que ha caído).

* Puede decirse que todos tenemos “áreas de inocencia” y “áreas de penitencia,” y también podemos encontrar santos en que brilló más una u otra forma de la obra de la gracia divina.

* Lo importante en cuanto a nuestras áreas de inocencia es que sigan el modelo precioso que tenemos en la Virgen María, es decir: humildad, gratitud, alabanza, servicio al prójimo, de modo que todo lo que es bueno, sano o fuerte en nosotros se gaste en dar gloria a Dios y amor a nuestros hermanos.

* Lo importante en cuanto a las áreas de penitencia es que no las usemos como pretexto de que “así somos” sino como manifestaciones de la gracia transformante de Cristo, y testimonio que ayude a otros a dar el paso de la fe hacia el Señor.

Historia de la Juventud, 3 de 3: Desafíos para nuestros jóvenes

[Conferencias ofrecidas en la Radio Católica Unidos por Cristo y María, en California. 2016.]

* Hemos visto que hay cuatro características que marcan profundamente esa etapa que llamamos juventud: Exploración, entusiasmo, crítica e independencia. Ello significa que en las crisis propias de esta edad de la vida la solución no es eliminar estos factores, por ejemplo, buscando que el joven vuelva a ser “dócil” (niño) sino más bien, encauzando la fuerza propia de la juventud hacia lo que vale la pena.

* Con esa claridad, podemos ofrecer una clasificación de los desafíos que enfrenta la juventud en nuestro tiempo según el siguiente esquema:

(1) Con respecto al cuerpo y la salud, hay tres puntos problemáticos:

+ El atractivo de las diversas adicciones, a menudo auspiciadas por los Estados, los medios de comunicación y las empresas que esperan gran lucro de, por ejemplo, vender la marihuana.

+ La obsesión con el cuerpo perfecto, que en ocasiones conduce a anorexia, bulimia, o procedimientos quirúrgicos innecesarios, extremos y peligrosos.

+ La excesiva importancia de la dieta, hasta arruinar la capacidad del organismo de consumir ciertos alimentos perfectamente sanos y saludables.

(2) Con respecto a la vida social, hay variso riesgos:

+ La obsesión por tener pareja como si carecer de pareja significara dejar de existir socialmente.

+ La dependencia del grupo o de la moda.

+ El individualismo, que exalta todos los derechos y toma muy poca cuenta de los deberes.

(3) Con respecto a la inteligencia, hay que evitar los extremos del fundamentalismo pero sobre todo del relativismo.

(4) Con respecto a la voluntad, hay que rescatar la palabra “amor,” que ha sido secuestrada y ensuciada de muchos modos.

(5) Con respecto a la memoria, hay que aprender a valorar lo propio de nuestras raíces, y ello incluye apreciar y agradecer lo que han hecho nuestros mayores y antecesores.

Historia de la Juventud, 2 de 3: Origen de aquello que hoy entendemos por “juventud”

[Conferencias ofrecidas en la Radio Católica Unidos por Cristo y María, en California. 2016.]

* Mientras que en la Antigüedad y en los comienzos de la Edad Media la sociedad se organizaba en torno a la producción de bienes y servicios básicos, a partir del siglo XII varias cosas empiezan a cambiar, en especial dos:

(1) El surgimiento de las universidades hace que una proporción considerable de hombres jóvenes se congreguen en espacios y tiempos más cercanos. El estudio despierta la capacidad intelectual, con multitud de preguntas, y a la vez amplía el horizonte de conocimiento más allá de lo que eran las fronteras usuales en el mundo feudal, en el que la única autoridad era la familia y el único modo de hacer las cosas era el que “siempre” se había seguido en cada sitio.

(2) El comercio va impulsando el mejoramiento de las vías de comunicación, que a su vez empujan el afianzamiento de los “burgos,” lugares ya no sólo de paso sino también de vivienda. Nuevos modos de vivir y nuevos criterios de poder se establecen en tales burgos, que a menudo se autodenominan “libres” (como en Frei-burg). Más comunicación significa también más oportunidades de comparar lo que se ha conocido con otros modos de hacer las cosas.

* Estos cambios dan origen al surgimiento de una nueva etapa en la vida, la que hoy conocemos como “juventud,” en la que no se tienen las responsabilidades plenas del adulto pero todavía tampoco se está bajo el estricto modo de autoridad de los niños. Más libertad de la autoridad y menos deberes frente a la sociedad se supone que es el “crédito” que la sociedad pone en la cuenta de los nuevos “jóvenes” para que puedan crecer en su propia formación, con el compromiso implícito de servir después, con una cualificación mayor, a la misma sociedad.

* Cuatro características van a marcar desde entonces a la juventud:

(1) Deseo de un horizonte vital más amplio (exploración).

(2) Experiencia gozosa del hecho mismo de vivir y compartir (entusiasmo).

(3) Inteligencia capaz de preguntar, aprender y disentir (crítica).

(4) Rebeldía frente a aquello que no se comparte (independencia).

* Estas cuatro características servirán para bien o para mal según la formación moral y la coherencia interior de cada joven, hombre o mujer: pandilleros o santos.

Historia de la Juventud, 1 de 3: En tiempos de Jesús

[Conferencias ofrecidas en la Radio Católica Unidos por Cristo y María, en California. 2016.]

* El tipo de personas que asociamos con la juventud es una realidad social que tiene mucho menos tiempo de lo que usualmente creemos.

* Por supuesto, la gente pasaba por las edades que nosotros asociamos con ser “joven” pero pasaba de un modo diferente, y ello por dos razones principales:

(1) Porque la expectativa de vida era mucho más breve; en época de Cristo el promedio de edad al morir podía estar alrededor de los 40 años.

(2) Porque la producción de los bienes básicos requería una proporción inmensa de tiempo de todos en la sociedad, de modo que las nuevas generaciones pronto eran indispensables para seguir realizando aquellas actividades necesarias para el simple funcionamiento de la sociedad.

* El modo típico de crecimiento de una persona en época de Cristo era como sigue:

+ Hasta cerca de los doce años de edad, niños y niñas estaban en el hogar, bajo cuidado principal de la mamá, sin escuela y con algunas actividades ocasionales de ayuda en el trabajo del papá.

+ Cuando las niñas tenían su desarrollo, la preocupación principal era asegurar que se casaran y tuvieron pronto sus propios hijos. Recuérdese el límite de edad al morir, cercano a los 40 años de edad.

+ Los niños, los varones, por su parte, a partir de esa misma edad, aproximadamente, se convertían en aprendices más o menos permanentes de sus papás.

* Esto explica por qué la gente piensa que la Biblia no dice nada sobre la “juventud” de Cristo: en realidad, sí dice lo necesario: durante esos años era, como los demás niños hebreos de la época, un adulto pequeño, aprendiz del oficio de artesano, que tenía su padre en la tierra, San José.

LA GRACIA del Viernes 10 de Junio de 2016

Empieza por renovar tu corazón frente a Aquel que todo lo ve y luego a partir de las buenas intenciones dale paso a las buenas decisiones, sacando lo que no debe estar en tu vida.

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Curso de Sacramentos II, parte 04 de 13: Fundamentos de la Unción de los Sacramentos

El misterio y el ministerio de la sanación.

1. Unidad psicosomática del ser humano y extensión del término “salud”.

La palabra salud está relacionada con la palabra salvación. La salud sale de la esfera de lo puramente físico. Todo lo concerniente a lo psíquico tiene una relación profunda con lo corporal. La salud afecta y es afectada por la unidad psicosomática del ser humano. Hoy en día, para explicar este fenómeno, tenemos dos extremos:

1.1. Filosofías orientales que hablan de la relación de la mente y el cuerpo pero acabando en panteísmos o en sincretismos.

1.2. Materialismo y ateísmo de la medicina occidental que niegan todo tipo energías o fuerzas espirituales dejando sin respuesta a todos los fenómenos espirituales.

La interacción entre el cuerpo y la mente es un mundo por investigar en el que se necesitan brillantes científicos y a la vez buenos cristianos. Podemos afirmar que el hombre posee una profunda unidad psicosomática y que el término salud es muy amplio debido a la misma complejidad del ser humano.

2. ¿Qué trae el pecado? (panorama bíblico)

2.1. Siendo el pecado una ruptura con Dios y dado que el ser humano, desde un punto de vista antropológicogoz de unidad sustancial, resulta lógico pensar que el pecado tiene repercusiones en todas las áreas de nuestro ser. La Biblia las muestra comenzando por la relación que existe entre pecado y enfermedad, sin que de ahí pueda uno apresurarse a sacar una regla general:

2.1.1. Rebelión de Aarón y María, hermanos de Moisés (Núm. 12). Pecado de murmuración de los hermanos, castigo a María con la lepra (enfermedad), arrepentimiento posterior, intercesión de Moisés y perdón de Dios.

2.1.2. Muerte del hijo de David fruto de su crimen. (II Sam. 11-12) Vemos un pecado cometido por el Rey David, denuncia del Profeta Natán, arrepentimiento del rey, declaración formal del perdón por el profeta y sin embargo hay una consecuencia del pecado ya perdonado. Esto es clave para entender la teoría teológica de las Indulgencias.

2.1.2.1. Perdonar es abrirse a una nueva historia, pero no es un “aquí-no-ha-pasado-nada”.

2.1.2.2. Las Indulgencias aluden a las consecuencias del pecado (pena temporal) en la historia humana. Las Indulgencias ingresan una fuerza temporal que supera las consecuencias del pecado. La abundancia del bien supera la consecuencia del mal.

El fruto del pecado de David (un niño) muere (enfermedad-castigo) a pesar de los sacrificios de David. Después sigue la vida normal aceptando en esta muerte la voluntad de Dios. Vemos de nuevo la relación y el vínculo entre pecado-enfermedad y muerte.

2.1.3. La profanación en la “Cena del Señor”. (I Cor. 11, 29-30) Los que profanan la Fracción del Pan enferman. Hay un vínculo claro entre pecado y enfermedad.

2.1.4. Ciego de nacimiento (Jn. 9) Le preguntan quién pecó éste o sus padres, lo cual significa que tenían claro el vínculo pecado-enfermedad, (en este caso será una excepción porque el ciego no nació así por culpa de pecado).

Podemos decir que se da un vínculo general pecado-enfermedad pero que no es uno a uno e inmediato, porque de hecho en los Salmos aparece que a muchos malvados les va bien; y también en la Biblia se da el ejemplo contrario como le sucede al santo Job que siendo bueno sufre de modo impresionante.

3. Promesa del Nuevo Mesías. Misión del Profeta. (Is. 61 – Lc. 4)

“… anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos …” Cristo pasó haciendo el bien (Hech. 10). Su “bien” se muestra particularmente en:

3.1. Pobres: la pobreza es una forma de cautividad. El pobre está aprisionado.

3.2. Enfermos: la enfermedad es una pobreza porque se carece de recursos.

3.3. Cautivos: la cautividad es una enfermedad porque los prisioneros se consideran como desecho de la sociedad y se les margina.

Todas estas realidades sociales se interrelacionan en todas las direcciones–cosa que no es fácil si vamos a la praxis cristiana. Así por ejemplo, la Teología de la Liberación se fijó en la pobreza y en la cautividad pero olvidó la enfermedad. No se puede transformar la estructura de la sociedad sin tocar el pecado personal.

3.4. En Lc. 4, vemos a Cristo como es un manantial de amor y de sanación. Los efectos que traen la obra de sanación son:

3.4.1. Asombro que revienta el esquema pesimista que provocó el pecado. “Nunca hemos visto a nadie así.” (Mc. 2, 12)

3.4.2. Alegría, que evita la desesperación y los falsos consuelos pecaminosos. El alma alegre está blindada a la tentación y el demonio no puede atacar.

3.4.3. Conversión interior que es un entrar a sí mismo. En el pasaje de los 10 leprosos a nueve les cambió la salud, a uno le cambió la vida.

3.4.4. Poder de la sanación y curación física que se manifiesta a partir de Pentecostés. (Hech. 2-3). Evítese los extremos de una posición mágica argumentando que sin milagros no hay evangelización, pero tampoco se caiga en un neopositivismo desmitologizador que intenta anular milagros.

Es entonces evidente que hay un círculo, que aparece en Lc.4, que define el programa de evangelización de Jesucristo, y que el ministerio de sanación de Jesús es hecho incontestable que heredan los primeros discípulos de Cristo.