Simposio teológico sobre la Misericordia, 1 de 3: La misericordia en la Palabra de Dios

REVELACIÓN DE LA MISERICORDIA DIVINA

1. Iniciativa divina. Entre Dios y el hombre hay una asimetría: Dios nos rebasa en todos los sentidos. Pero este Dios se nos revela.

* Ideas elevadas de Dios tuvieron los antiguos, por ejemplo las encontramos en Aristóteles. Para él solo es digno de pensarse lo que es divino. El dios de Aristóteles se vuelve a sí mismo. En la Biblia en cambio vemos que el Dios se mezcla con el ser humano (Gen.12).

* Otra diferencia entre el dios filosófico y el teológico es la siguiente: los hallazgo filosóficos son resultado de esfuerzo continuado. En la Biblia vemos que el hombre es encontrado por Dios. En ese primer encuentro se encuentra la noticia. El Dios de la Biblia no necesita del hombre pero quiere estar con él. Hay asombro: ¿Por qué este Dios se abaja hasta ese punto? Por Misericordia.

2. Lento a la ira y rico en piedad.

* La ira es presentada por la Sagrada Escritura como que Dios es un dios celoso. No le hacemos ningún favor a Dios rebajándolo. En el Antiguo Testamento se nos a la santidad y en el Nuevo se nos dice que hemos de ser santos con el Padre Celestial. Dios descarga toda su ira contra aquello que te disminuye. La fuerza de la ira divina hace posible que Él aleje de nosotros nuestros delitos. La revelación de la ira es la capacidad de separar al pecador de su pecado. En el AT se busca la destrucción del pecador, pero ese el comienzo. Hay un camino en el que se distingue la ira que separa al pecador con su pecado. La paciencia de Dios no es la mediocridad o la complicidad. La paciencia es la expresión de su providencia. La sabiduría en acción se llama providencia cuando hablamos de Dios.

* No quiero la muerte del pecador sino que se convierta y viva (Ez.) Este tema del Dios paciente que actúa evitando que el pecador se instale en su pecado nos lleva a lo que el Papa Francisco llama el acompañar. Ser espejos de la providencia de Dios supone el acompañar pero no significa que nos volvamos cómplices. No podemos detener el proceso con el que Dios nos llama hacia Él.

3. El llamado a la violencia.

* A veces para burlarse de la Biblia se tacha a Dios como un ser violento. Hay que ir al contexto del mundo antiguo y podríamos comprobar que antes no existía un estado derecho. El peligro de trasladar nuestras ideas de misericordia al mundo del Antiguo Testamento es grande y es lo que hay que evitar. Imponer nuestras ideas sobre la Biblia es un gran error. Es importante notar en que determinadas circunstancias la única manera de actuar es imponiendo violencia para hacer justicia.

* La misericordia no es solo hacer el bien, sino frenar el mal, que no siempre se consigue con buenas maneras y sonrisas. Sobre este tema se puede profundizar acudiendo al concepto de guerra justa.

4. Qué encontramos en Jesucristo.

* Praxis en Cristo: En Lc. 4, 16 ss. “el Espíritu del Señor está sobre mí porque me ha ungido…”, en Hech. 10 “pasó haciendo el bien…liberando a los oprimidos del mal”. La compasión no se detiene. Cristo se gasta y desgasta por los pobres y excluidos, por los que no cuentan, por los de la periferia, que dirá el Papa Francisco. La praxis de Jesús beneficia los necesitados de entonces sino a los de todos los tiempos.

* La enseñanza está marcada por la Misericordia. Antiguamente, el conocimiento era para una élite.

* Cristo con sus exorcismos muestra la Misericordia de Dios.

* Cristo también es misericordioso cuando tiene azotar a los mercaderes, cuando llama “raza de víboras”.

* La máxima manifestación de la Misericordia es la Cruz, un rompecabezas para la mente humana. La Cruz acoge a todos. La Cruz enseña porque el Cristo está en fidelidad con el Padre. La Cruz es vital porque dijo Él que atraería a todos hacia él.