El Papa Francisco explica que las mujeres no pueden acceder al sacerdocio

“La Santa Sede ha hecho pública la carta que el papa Francisco ha enviado al cardenal Luis Ladaria, sj, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en la que le explica las razones del motu proprio por el cual permite el acceso de las mujeres a los ministerios de acólito y lector. El pontífice recuerda a su vez que la Iglesia no puede ordenar a las mujeres como sacerdotes…”

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Los orígenes de la devoción a la Virgen María

“Como han puesto en evidencia los estudios mariológicos recientes, la Virgen María ha sido honrada y venerada como Madre de Dios y Madre nuestra desde los albores del cristianismo. En los tres primeros siglos la veneración a María está incluida fundamentalmente dentro del culto a su Hijo.
Un Padre de la Iglesia resume el sentir de este primigenio culto mariano refiriéndose a María con estas palabras: «Los profetas te anunciaron y los apóstoles te celebraron con las más altas alabanzas». De estos primeros siglos sólo pueden recogerse testimonios indirectos del culto mariano. Entre ellos se encuentran algunos restos arqueológicos en las catacumbas, que demuestran el culto y la veneración, que los primeros cristianos tuvieron por María…”

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Louis Braille: el músico católico ciego que inventó la lectura táctil

“Louis Braille nació en la pequeña ciudad francesa de Coupvray, hijo de un curtidor. A la edad de tres años, Braille, tratando de imitar a su padre, levantó un punzón para perforar un trozo de cuero. Con los ojos entrecerrados, apretó el punzón con fuerza y ??desvió la mirada del cuero, perforando su ojo. No se pudo encontrar tratamiento, y el niño sufrió terriblemente cuando su ojo se infectó. La infección se extendió a su otro ojo. A los cinco años, se había vuelto completamente ciego. «¿Por qué siempre está oscuro?», seguía preguntando a sus padres, sin darse cuenta de que nunca volvería a ver…”

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Crecer junto a la Cruz del Señor

Cada día un poco más -igual que al tallar una piedra o una madera-, hay que ir limando asperezas, quitando defectos de nuestra vida personal, con espíritu de penitencia, con pequeñas mortificaciones, que son de dos tipos: las activas -ésas que buscamos, como florecillas que recogemos a lo largo del día-, y las pasivas, que vienen de fuera y nos cuesta aceptarlas. Luego, Jesucristo va poniendo lo que falta. -¡Qué Crucifijo tan estupendo vas a ser, si respondes con generosidad, con alegría, del todo!

El Señor, con los brazos abiertos, te pide una constante limosna de amor.

Acércate a Jesús muerto por ti, acércate a esa Cruz que se recorta sobre la cumbre del Gólgota… Pero acércate con sinceridad, con ese recogimiento interior que es señal de madurez cristiana: para que los sucesos divinos y humanos de la Pasión penetren en tu alma.

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