Una oración a rezar para que el Papa pueda ir a Irak

El papa Francisco confió el 10 de enero que no sabía si este viaje podría realizarse a causa de la pandemia de la Covid-19. Así que el patriarca de los caldeos, Louis-Raphaël Sako, ha propuesto una oración para que este viaje se pueda llevar a cabo. Es esta:

Señor Dios nuestro, concede al papa Francisco salud y prosperidad para que pueda realizar esta visita tan esperada.

Bendice sus esfuerzos para fortalecer el diálogo y la reconciliación fraterna y para generar confianza y consolidar los valores de la paz y la dignidad humana, especialmente para nosotros los iraquíes, testigos de los dolorosos hechos que nos han afectado.

Señor, Creador nuestro, ilumina nuestros corazones con tu luz, para que veamos el bien y la paz y comencemos a realizarlos.

Virgen María, Madre nuestra, confiamos a tu atención maternal la visita del papa Francisco, para que el Señor nos conceda la gracia de vivir en plena comunión nacional, cooperando fraternalmente para construir un futuro mejor para nuestro país y sus ciudadanos.

Amén.

Estamos orando por la salud de Joe Biden

Una colección de hechos que muestran la mentalidad y la línea política de Kamala Harris, vicepresidenta electa, que asumirá el cargo el próximo 20 de Enero, y quien quedaría al frente del gobierno ejecutivo de los Estados Unidos en caso de quedar impedido o fallecer el presidente Biden.

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Recordemos a los Mártires Jesuitas del Brasil

Cuarenta mártires jesuitas, 1570

Antonio Rumeu de Armas nos muestra cómo ese mismo espíritu se manifestó en La expedición misionera al Brasil martirizada en aguas de Canarias (1570). En efecto, el general de la Compañía de Jesús, San Francisco de Borja, en 1566, envió al Brasil como visitador al jesuita portugués Ignacio de Azevedo, que partió con siete compañeros. En los dos años que duró la visita, pudo el padre Azevedo comprender la magnitud de la empresa misional que la Compañía había iniciado en el Brasil, y volvió a Europa para buscar más religiosos.

Tanto el General de la Compañía como el papa Pío V -que le obsequió con una copia del retrato de la Virgen, atribuido a San Lucas-, apoyaron cordialmente los planes de Acevedo. Pronto pudo éste reclutar sesenta y nueve voluntarios, diez españoles y los demás portugueses, que partieron en junio de 1570 en una flota de siete galeones.

El grupo más numeroso, compuesto de cuarenta y cuatro jesuitas, iba en la nao Santiago con el padre Azevedo. Otros veinte, con el padre Pedro Días, embarcaron en la nave almirante, que conducía al nuevo gobernador, don Luiz de Vasconcellos. Y el resto de los jesuitas navegó, con el padre Francisco de Castro, en el navío Os Orfâos. Separada la nave Santiago de las otras dos naves, con objeto de llevar unas mercancías a las Canarias, en las inmediaciones de estas islas fue atacada por una flotilla francesa, capitaneada por un calvinista siniestro, Jacobo de Sores, pirata muy experimentado y cruel, apóstata de la Iglesia. Al grito de «¡mueran los papistas, que van a sembrar la falsa doctrina en el Brasil!», desembarcaron en la nao Santiago los corsarios.

El primero en ser acuchillado fue el padre Azevedo, que abrazado a la imagen de la Virgen de San Lucas, flotó largo tiempo en el mar sin hundirse, ya muerto. Un pariente lejano de Santa Teresa de Jesús, Francisco Pérez Godoy, animaba a sus compañeros con palabras escuchadas en el noviciado a su maestro, el padre Baltasar Alvarez: «¡No degeneremos de los altos pensamientos de hijos de Dios!».

Con ellos murieron los navarros Juan de Mayorga, hermano coadjutor de unos cuarenta años, pintor, y Esteban de Zudaire, también hermano, así como toda la expedición de misioneros. El joven Simâo de Acosta, de dieciocho años, que no vestía aún el hábito religioso, se declaró a gritos hijo de San Ignacio, alcanzando así la palma del martirio, y también un incógnito portugués del Santiago, completó voluntariamente con su vida el número de los cuarenta mártires de Cristo.

Santa Teresa de Jesús, por estos días -julio de 1570-, aseguró a su confesor, el padre Baltasar Alvarez, que había visto a los mártires «entrar en el cielo vestidos de estrellas y con palmas victoriosas». Desde entonces, efectivamente, los misioneros Nóbrega, Anchieta y tantos otros, tuvieron en el cielo cuarenta intercesores especiales, aquellos jesuitas que por la evangelización del Brasil habían ofrendado sus vidas. Fueron beatificados los cuarenta en 1854.


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

Preguntas frecuentes y Respuestas necesarias sobre vacunas contra COVID-19

Versión original, aquí.

1. “Las vacunas de ARN mensajero van a modificar nuestro genoma”

Falso. Hasta el momento, y con los conocimientos que tenemos de biología molecular y celular, no hay evidencias de que las vacunas de ARN mensajero puedan modificar nuestro genoma y las razones no son pocas, incluyendo que:

  1. El ARN mensajero se degrada muy fácilmente y no le da tiempo a casi nada.
  2. El ARN mensajero no llega a encontrarse con el ADN.
  3. El ARN de las vacunas no se integra en el ADN.
  4. Hasta ahora no se ha encontrado rastro de ningún coronavirus en nuestro genoma.

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