Recuerdos (1)

Mi papá recuerda una anécdota de mis primeros años de secundaria. Temprano en la mañana, mis hermanos y yo debíamos prepararnos para ir al colegio. Para agilizar mi propio tiempo yo acostumbraba hacer una contero hacia atrás, que iba diciendo en voz alta; por ejemplo: “300, 299, 298, 297…”. La idea era estar bañado, arreglado y listo antes de llegar a cero. Como yo llevaba esa cuenta en voz alta, porque no tenía un cronómetro a mano y si lo tuviera no creo que lo sometería a una ducha diaria, un día mi mamá me pilló con la extraña letanía de números en descenso. Le preguntó ella en voz alta a mi papá que qué era eso y él respondió lo único que podía responder: “No sé; hace días está con una cuenta regresiva…”

Continuar leyendo “Recuerdos (1)”

Camino a Portugal

He sido invitado a predicar el retiro anual del Monasterio de Pío XII en Fátima, Portugal. He de predicar en inglés, pues se trata de un Monasterio internacional de dominicas y la lengua que usan es esa.

Siento alegría y también mis límites de lenguaje, pero prima la alegría.

Sería para viajar a mediados de Marzo y es hasta finales de ese mes. A quienes esto lean les agradezco su apoyo en la oración.

Con toda la seriedad de un juego (9)

La Adrenalina

Teóricamente los juegos sirven para relajarse pero es un hecho que tensionarse es también un modo de jugar.

Claro está: no cualquier tensión es un juego. Tener una deuda de difícil pago mal puede llamarse una forma de jugar. Sin embargo, una persona endeudada puede querer jugar un agitado partido de squash para descargar en las emociones de ese deporte mucho de la tensión de su vida “real.”

Continuar leyendo “Con toda la seriedad de un juego (9)”

Con toda la seriedad de un juego (7)

¿Es la ficción un juego?

El extraordinario éxito de la trilogía de “El Señor de los Anillos” nos hace pensar en el poder de la ficción. Como es sabido, este monumento cinematográfico está basado en la obra del mismo nombre publicada por J. R. Tolkien en 1955. Uno no puede menos de sorprenderse de la fuerza de los símbolos que mana sin cesar de las páginas o escenas de esta epopeya impresionante.

Continuar leyendo “Con toda la seriedad de un juego (7)”

Con toda la seriedad de un juego (6)

Jugar y Aprender

Según las descripciones que nos ha dejado san Agustín de Hipona, juego y aprendizaje muchas veces se han visto como opuestos, por no decir enemigos. En aquella época las cosas se veían más o menos así: El juego es el terreno de la libertad y la gratuidad; la escuela, el terreno de la exigencia y de los fines evaluables. Desde este punto de vista, poco juego puede pedirse a las escuelas, aparte de algún tiempo de “recreo,” destinado especialmente a recobrar las fuerzas para seguir en lo serio, lo que sí vale la pena: el estudio.

Continuar leyendo “Con toda la seriedad de un juego (6)”

Con toda la seriedad de un juego (4)

Jugar y Creer

Hay una compleja relación entre la religión y el juego. Todo jugador serio es un creyente, usualmente un creyente supersticioso, pues sin una noción de “suerte” difícilmente se entra a un juego o deporte que sea digno de ese nombre. ¿Puede decirse, por complemento, que todo creyente tiene algo de jugador? Hay quien ha hablado de la religión como una “apuesta” y creo que es defendible ese punto de vista. La sola, estricta y calculadora razón no puede justificar sin más las inversiones de tiempo, dinero y fuerzas que hacemos en todo lo que tiene que ver con la fe. Desde luego que creer no es lo mismo que apostar pero en todo caso el creyente sabe que el control no está del todo en sus manos y en eso se hermana con el jugador. Además, un buen creyente quiere “ganar” y quiere que las tinieblas “pierdan” –un tema que es continuo en los juegos.

Continuar leyendo “Con toda la seriedad de un juego (4)”

Con toda la seriedad de un juego (2)

Juegos y adicciones

Queda claro, entonces, que lo de los juegos, jugar y entretenerse, no es un asunto trivial. Implica dinero, gente, vidas, fuerzas, talento y preguntas muy profundas.

La cara oscura del tema es la adicción. Como cualquier otro adicto el jugador compulsivo puede despedazar todo con tal de no desprenderse de aquello que le fascina y se adueña de él. Las historias a este respecto son dramáticas y tristes: gente ofreciendo a los propios hijos o hijas en una mesa de póker, o arriesgando el patrimonio de la familia entera o llegando a la desesperación o el suicidio por una racha de “mala suerte.”

Continuar leyendo “Con toda la seriedad de un juego (2)”

Con toda la seriedad de un juego (1)

Quedé pasmado al enterarme que los juegos caseros (tipo Play Station) mueven más millones que los videos para consumo en casa.

Por ejemplo, la edición digital del Diario de León para hoy anota que “8,5 millones personas, uno de cada cinco españoles, son consumidores de videojuegos.” Un poco más adelante específica en lo que atañe a las edades: “sólo el 38% de los usuarios son menores de edad, y […]este porcentaje se reduce espectacularmente por debajo de los 14 años.”

Continuar leyendo “Con toda la seriedad de un juego (1)”

Si se nos va…

La enfermedad del Papa Juan Pablo II, ha causado un desmesurado interés, a pesar de las declaraciones oficiales del Vaticano, que quisieran sosegar los ánimos. No sólo por la edad y fragilidad del paciente, que a estas horas está hospitalizado en el Gemelli de Roma, sino porque los antecedentes de la enfermedad de Parkinson que él padece hacen humanamente muy difícil pensar en la recuperación, pues esta enfermedad afecta particularmente los músculos de la respiración.

Continuar leyendo “Si se nos va…”

Veinte años no es nada…

…así dice la canción. Permítanme una nota personal. El 1° de febrero de 1985 tomé el hábito de Santo Domingo, en la Basílica de N. S. Chiquinquirá, en Colombia. Así empezó mi año de Noviciado bajo la dirección del siempre recordado y amado P. Pastor Prada. Todos los días tomamos decisiones pero no todas son decisivas. Ese día, en cambió, muchas cosas se decidieron allí, bajo la mirada amorosa de la Siempre Virgen María, en su advocación del Rosario de Chiquinquirá.

Continuar leyendo “Veinte años no es nada…”

Campo Elías, me acordé de ti

Hace 20 años estaba yo en los días finales del retiro espiritual para entrar al Noviciado. Ya en Chiquinquirá, el Padre Pastor nos predicaba sobre el sacerdocio en la teología de San Pablo. Veíamos con respeto y distancia a todos los venerables padres del convento grande, porque nuestro Noviciado, aunque ocupara un espacio comparable, nos parecía como pequeño y rudimentario al lado de los grandes padres. Por turnos, los novicios servíamos a las mesas en el almuerzo y la comida, y era solamente eso lo que nos permitía acercarnos a aquellos hombres mayores que miraban sin dureza pero con distancia.

Continuar leyendo “Campo Elías, me acordé de ti”