Imita a la Virgen Santa: sólo el reconocimiento cabal de nuestra nada puede hacernos preciosos a los ojos del Creador.
La soberbia entorpece la caridad. -Pide a diario al Señor -para ti y para todos- la virtud de la humildad, porque con los años la soberbia aumenta, si no se corrige a tiempo.