[Predicación en el Grupo Juvenil de la Parroquia de N. S. de Guadalupe, en Poza Rica, Veracruz, México.]
* En la Primera Carta del Apóstol San Juan 2,14 leemos: “Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.”
* Ante ese saludo, resulta lamentable la fragilidad y debilidad en que encontramos a tantos jóvenes, esclavizados a todo tipo de vicios y caprichos.
* Doloroso también ver a los jóvenes que buscan su “fortaleza” por el camino de la agresión, el vandalismo, el racismo o la xenofobia, como sucede con las pandillas o con tribus urbanas tipo “skinheads.”
* Hay también otros jóvenes, aquellos que han tomado opciones valientes, vigorosas y coherentes con sus principios y su fe.
* La llamada pastoral juvenil puede y debe estar marcada por la alegría del encuentro y por el entusiasmo de una vida nueva pero no debemos aprisionar lo juvenil en lo “divertido.”
* De hecho, la juventud es el mejor tiempo para prepararse a marcar una diferencia, desde la razón y la fe, en el mundo que nos ha correspondido vivir.