[La fe del Papa Benedicto y la pobreza del Papa Francisco – Retiro Espiritual para el Monasterio de Santa María Reina, en Zamora, España. Junio de 2013.]
Tema 10 de 12: La Virgen de Nazareth
* Los llamados “evangelios de la infancia” (Mateo, capítulos 1 y 2; Lucas capítulos 1 y 2) presentan la transición que va del “Pequeño Resto” al “Pueblo de las Bienaventuranzas.” Los personajes que allí aparecen, como Zacarías, Isabel, Simeón, Ana, y por supuesto: José y María, hacen todos parte de esa espiritualidad que es propia de los que son germen santo, pequeño resto, pobres de Yahveh, supervivientes de Israel. Es necesario leer la vida de la Virgen a partir de ese contexto que fue en el que ella vivió.
* En ese sentido resulta contradictorio rodear de pompa, lujo y circunstancia la devoción a María porque no debe presumirse que las riquezas de esta tierra son la mejor manera de representar la abundancia de dones del Espíritu.
* De hecho, observando con atención uno pronto descubre una hermosa “complicidad” y cercanía entre la Santa Señora y los pobres y sencillos de esta tierra. Hablan un mismo lenguaje. Un lugar, entre muchos, donde ello se percibe muy vivamente es el Santuario de Nuestra Señora del Rosario en Chiquinquirá.
* El modo como maría se ve a sí misma, es decir, como “esclava” del Señor, es en realidad un grito de libertad. En la línea de los Pobres de Yahveh, ella sabe a quién pertenece y a qué voz hace caso. Su palabra habla del escepticismo y distancia frente a los poderes y poderosos de esta tierra.
* Y precisamente por tener esa mirada hacia lo alto, ella muestra la magnanimidad propia del Dios Santo. Junto a la Cruz descubre toda la incapacidad y la traición de los discípulos; pero pronto está junto a ellos implorando el auxilio del Espíritu Santo para todos. De tal modo está su alma elevada a los intereses del Evangelio que sin aspaviento ni resignación forzada perdona y sigue adelante. testimonio sublime para nuestra vida consagrada que a menudo se resfría en su amor por cosas sin importancia.