«Ser atea no es lo que la mayoría de la gente piensa que es – al menos no lo fue para mí», continúa Bennett. «Ser atea fue una de las cosas más aterradoras por las que me hice pasar. Y lo hice durante más de una década…»
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Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.