* Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que los Discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta. En esta barca, estamos todos.
* Jesús, después de calmar las aguas, se dirige a los Discípulos: ¿Por qué tienen miedo? ¿Acaso no tienen fe?
* La tempestad desenmascara nuestra debilidad.
* Nos hemos mantenido imperturbables, pensando mantenernos sanos en un mundo enfermo.
* En tiempos de sufrimiento, entendemos el llamado de Jesús .que todos sean uno.
* La oración y el servicio silencioso son nuestras armas.
* Jesús trae serenidad en nuestras tormentas.
* En su cruz hemos sido salvados; tenemos un timón.
* Abrazar su cruz es animarse a abrazar todas las contrariedades de nuestro tiempo.
* Abrazar al Señor es abrazar la Esperanza.