Confianza plena

Cuando ames de verdad la Voluntad de Dios, no dejarás de ver, aun en los momentos de mayor trepidación, que nuestro Padre del Cielo está siempre cerca, muy cerca, a tu lado, con su Amor eterno, con su cariño infinito.

Si el panorama de tu vida interior, de tu alma, está oscuro, déjate conducir de la mano, como hace el ciego. -El Señor, con el tiempo, premia esta humillación de rendir la cabeza, dando claridad.

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