Si uno se aburre en la misa y tiende a distraerse, ¿es buena idea aplicarse por ejemplo a rezar el Rosario? — S.M.
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No, no es una buena idea.
Una idea mejor es preguntarnos por qué llegamos a distraernos o aburrirnos en la Santa Misa. Si leemos con atención, por ejemplo, lo que nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica sobre la Eucaristía (numeros 1322 a 1419), nuestro corazón se llenará de fervor por la grandeza del amor que Dios hace presente en cada celeración eucarística.
Ayuda mucho también llegar con tiempo, preparar nuestro corazón, orar con atención pidiendo el don del Espíritu Santo, y en fin, todo aquello que abra nuestra mente y corazón para presenciar de modo místico pero absolutamente real el mismo sacrificio del calvario.
Algunas decisiones prácticas son útiles también. Hay que situarse donde uno puedo oír y ver lo mejor posible; seguir atentamente las lecturas; y al escuchar la homilía, buscar algunos elementos que uno pueda aplicar a la propia vida.
Rezar el Rosario es una ocupación preciosa y santa pero su lugar no es durante la Misa. Simplemente, no hay NADA que se compara a la grandeza, hermosura y fruto espiritual de la Misa.