Una historia increíble de perdón

Renne Napier no podía no estar de acuerdo: se había hecho justicia. Porque perder una hija quema el interior del alma y el dolor exige una reparación. Por ello, y porque Eric Smallridge se había mostrado más bien defensivo durante el proceso, se alegró de la sentencia a 22 años de cárcel para el que, tras manejar al doble del límite de velocidad y borracho, había atropellado a su hija Megan junto a su compañera Lisa Nixon. Lo dicho: se había hecho justicia.

No obstante, algo en el corazón de Renee le decía que no todo finalizaba ahí. Por eso decidió viajar por todo el país dando conferencias a jóvenes y adolescentes sobre el peligro de conducir bajo los efectos del alcohol. Charlas que daban sus frutos y le traían algo de satisfacción… aunque cada noche volvía a sentir en su interior ese desasosiego de que algo faltaba.

Por fin, Renee descubrió una verdad profunda, algo que había estado evitando en lo más profundo de su alma: no había untitledperdonado al joven que mató a su hija. Y era consciente de que si no lo hacía, su conciencia no la dejaría tranquila. Con esta decisión amartillándole el corazón, decidió enviar a Eric una carta que empezó con una frase sencilla pero poderosa: te perdono. Frase que pudo repetir luego en persona, dándole un fuerte abrazo con los ojos de ambos llenos de lágrimas.

«Podría haberle odiado para siempre –comenta Renee en una entrevista a la cadena CBS– y el mundo me hubiera dicho que tenía todo el derecho de hacerlo. Pero no iba a hacerme un bien ni a mí ni le hubiera hecho un bien a él. Hubiera envejecido amargada, llena de ira y de odio. Me di cuenta que si quieres curarte, el perdón es el único camino a ello».

Un camino que decidió recorrer el resto de la familia de Renee: uno a uno se dirigió a Eric ofreciéndole su perdón. Algo que también curó al joven encarcelado: «Fue como si me quitaran una carga del pecho –dijo Eric más tarde–. Ni siquiera yo podía perdonarme y ella me ofreció su perdón. Ya no tenía que esconderme detrás de una careta».

Repitiendo la acción de Renee, Eric pidió perdón en privado y en público a las familias de las dos niñas. Perdón que fue aceptado con muestras de cariño por parte de todos.

Pero no todo quedó aquí. Renee descubrió el poder transformador del perdón y se dio cuenta que había que compartirlo. Tomando de nuevo el bolígrafo, escribió al juez pidiendo clemencia para reducir la sentencia de Eric a la mitad: «está profundamente arrepentido por lo que ha hecho y merece el perdón». El juez aceptó por lo que había escrito… pero sobre todo por quién era la que lo había escrito.

Y así empezó una profunda amistad entre Eric y Renee. Una amistad hecha pública en diferentes conferencias que han dado juntos alrededor de los Estados Unidos –incluso cuando él todavía pagaba su sentencia de cárcel–, en donde comparten su experiencia de perdón y de redención con todo el mundo: «Quiero ir a donde sea necesario –cuenta un ahora sonriente Eric– para contar este mensaje. Porque ya no es algo solamente nuestro».

La historia ha conquistado el corazón de muchos, incluyendo el del famoso cantante cristiano Matthew West. Renee había escrito a Matthew contándole su historia porque «es algo que debe ser contado, Matthew. No es sobre mí, sino sobre Dios y el perdón». Impresionado por el testimonio de esta mujer de 54 años, decidió componer una canción en su honor y darle la sorpresa de que sea la primera en escucharla con él a su lado.

Decía Lewis Smedes que «perdonar es liberar un prisionero y darte cuenta que ese prisionero eras tú». Por eso, cuando el pasado 24 de noviembre de 2012 Eric fue puesto en libertad, en realidad no sólo salió él de la cárcel, sino toda la humanidad detrás de él. Todos tomados de la mano del perdón de una mujer. Una mujer que hoy llama a Eric su hijo. Una mujer que demuestra que el perdón es una opción no sólo posible, sino necesaria.

ROSARIO de las Semanas 20191017

#RosarioFrayNelson para el Jueves:
Contemplamos los Misterios de la vida pública del Señor

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la vida pública contemplamos a Jesús, que es bautizado por Juan en el Jordán y recibe la unción del Espíritu Santo.
  2. En el segundo misterio de la vida pública contemplamos que el diablo tienta a Jesús en el desierto pero al final tiene que retirarse derrotado.
  3. En el tercer misterio de la vida pública contemplamos las bodas en Caná de Galilea, donde Cristo dio su primera señal como Mesías.
  4. En el cuarto misterio de la vida pública contemplamos a Jesús, que predica la Buena Nueva a los pobres.
  5. En el quinto misterio de la vida pública contemplamos a Jesús, que llama a algunos discípulos para que estén con él y sean sus apóstoles.
  6. En el sexto misterio de la vida pública contemplamos la transfiguración del Señor, verdadero anuncio de su pasión y de su pascua.
  7. En el séptimo misterio de la vida pública contemplamos la institución de la Eucaristía y el mandamiento de amar como Jesús nos ha amado.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

ROSARIO de las Semanas 20191016

#RosarioFrayNelson para el Miércoles:
Contemplamos los Misterios de la Infancia de Jesús

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la infancia contemplamos la Anunciación a María Santísima y la Encarnación del Hijo de Dios.
  2. En el segundo misterio de la infancia contemplamos la visita de la Virgen Madre a su pariente Isabel.
  3. En el tercer misterio de la infancia contemplamos el sufrimiento que pasó San José, y la fe amorosa que tuvo.
  4. En el cuarto misterio de la infancia contemplamos el Nacimiento del Hijo de Dios en el humilde portal de Belén.
  5. En el quinto misterio de la infancia contemplamos la Epifanía: Jesús es luz para las naciones, y así es adorado por unos magos venidos de Oriente.
  6. En el sexto misterio de la infancia contemplamos la Presentación del Niño Jesús en el templo de Jerusalén.
  7. En el séptimo misterio de la infancia contemplamos a Jesús Niño en el templo, ocupado de las cosas de su Padre del Cielo.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]