Textos de base: Deuteronomio 6,4-9; Efesios 2,1-10; Mateo 5,13-16, en una celebración penitencial con un grupo de sacerdotes.- Nuestros pecados le han quitado sentido y sabor al don del sacerdocio y los medios de comunicación caen con sevicia sobre nuestras faltas y errores. Lo primero es la humildad. Lo segundo, reconocer que no podemos por nosotros mismos devolver su lugar a nuestra vocación sino que en todo dependemos de la gracia de Dios, que ciertamente es abundante por Jesucristo. Lo tercero es volver a dirigir nuestra vida hacia el amor a Dios sin fisuras ni interrupciones para ser verdaderos testigos de la gracia recibida.