Algo que cambió por decisión del Papa San Pablo VI fue el modo de entender la relación entre el Vicario de Cristo y el conjunto de los fieles. Fue este Papa quien hizo parte de su ministerio ir personalmente al encuentro del pueblo católico en cada uno de los cinco continentes. Inmensas multitudes salieron a su encuentro aunque también conoció de primera mano los riesgos que podía implicar, incluso para su vida, estar tan cercano y a la vez tan expuesto.
Sucesor suyo, el Papa San Juan Pablo II recorrió incansableente esta tierra, de modo que muchos países pudieron ver por primera vez al Sucesor de Pedro. Su palabra y su presencia dejaron una huella indeleble en hombres y mujeres de toda condición. Así por ejemplo, su visita a nuestra patria, con ocasión de los cuatrocientos años de la renovación del lienzo de Nuestra Señora de Chiquinquirá marcó la historia de fe de muchos de nuestros compatriotas.
El pontificado relativamente breve de Benedicto XVI, así como la edad más avanzada a la que llegó a la Sede de Pedro, hicieron que este Papa viajara mucho menos que los ya mencionados. Y sin embargo, su voz se escuchó directamente en lugares tan distantes como Sao Paolo, en Brasil, y Sidney, en Australia.
No es extraño entonces que el Papa Francisco haya seguido esta tradición, relativamente reciente, de cercanía con el pueblo de Dios. Lo que sí merece ser subrayado es su predilección por aquellos lugares donde la presencia católica es minoritaria. Recordemos solo algunos lugares y fechas menos conocidos y menos mencionados: Jordania, Corea del Sur, Albania y Turquía, en 2004; Sri Lanka, Bosnia y Herzegovina, Kenia, República Centroafricana, Uganda, en 2015; Georgia, Armenia, Azerbaiyán, Suecia, en 2016; Egipto, Bangladesh, Myanmar, Estonia, Letonia, Lituania, en 2018; planeados para el 2019: Panamá, Emiratos Árabes Unidos, Rumania, República de Macedonia y Bulgaria.
Uno se da cuenta del esfuerzo del Papa por poner en práctica lo que predica: ir a las periferias, ser Iglesia en salida. Y pienso que hay lecciones en ese modo de obrar para todos nosotros.