Fray Nelson Medina: ¿cómo mantener la esperanza? Todos los días hay noticias decepcionantes sobre pugnas de poder, encubrimientos, violaciones, corrupción dentro de la misma Iglesia. ¿De dónde surge así la esperanza? –E.B.
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Tu pregunta está muy bien enunciada porque hablas de la virtud de la ESPERANZA que solo brilla cuando hay penumbras y tinieblas. El día soleado y bello no requiere de grandes esperanzas; el día nublado y de tormenta, sí que lo reclama. De modo que estos tiempos difíciles son precisamente los tiempos en que la verdadera virtud teologal de la esperanza puede y debe brillar.
1. Empecemos aclarando que los medios de comunicación destacarán siempre lo más escandaloso y callarán la dedicación, muchas veces heroica, de millones de cristianos y de miles de sacerdotes. Por eso aquel refrán: “los sacerdotes son como los aviones: sólo son noticia cuando caen.”
2. Cada uno debe mirar su propia responsabilidad en la santidad de la Iglesia. En el Credo afirmamos nuestra fe en la comunión de los santos. Ello implica muchísima más oración, testimonio, evangelización, penitencia y fraternidad que lo que vivimos hoy los católicos. Debemos ver estos tiempos como llamado a la conversión y a la santidad.
3. Una mirada a la Historia de la Iglesia nos muestra dos cosas: que las crisis han sido más la norma que la excepción, y que de las crisis sólo se sale siguiendo el ejemplo de los santos. Y el empeño por la santidad es lo más bello en lo que se puede empeñarse el corazón humano.
4. Hay muchas cosas buenas que están sucediendo. Movimientos eclesiales, parroquias renovadas, vocaciones generosas. Apoyar con nuestro cariño y alegría esos brotes de vida nueva trae esperanza al corazón.
5. “Dios está a cargo”: este pensamiento no pierde actualidad. Él es Señor, de este tiempo y de todos los tiempos. no solamente debemos estar ya esperanzados sino gozosos desde la certeza de que algo muy bueno está preparando Dios cuando así quiere purificar a su Iglesia.