Un matrimonio, se encontraba en medio de la tormenta en el mar:
– Lidubina, ¿dime mi amor?
– Nada, dice Lidubino.
– No seas tímido no me dejes con la duda ¿dime que cosa?
– ¡ Nada! vuelve a decir el esposo
– Anda no seas así dime
– ¡NADA! Era la única palabra de Lidubino,
– Ella molesta dice: “Si no me dices me enojare contigo”.
– Lidubino entonces grita !NADAAA!, NADA, Libudina nada, que nades de una vez, que el barco se está hundiendo…
Cuantos matrimonios hoy se están hundiendo. Cuantos necesitan nadar rumbo a tierra firme para que el barco llamado matrimonio no se hunda y desaparezca
Hoy es necesario NADAR, es decir hay que ponerse en movimiento. Si tu matrimonio atraviesa por dificultades. Si piensas que tu matrimonio va rumbo al divorcio. Si ya no encuentras solución, pues es tiempo de la ACCION. Ante las olas que amenazan destruir tu matrimonio, es tiempo de hacer lo que hizo pedro cuando se estaba hundiendo en el mar: “Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo! Señor, sálvame!”(Mateo 14,30)
Oración: Señor mi matrimonio está en peligro, mi matrimonio se está hundiendo, por ello hoy te imploro y suplico diciendo: SEÑOR SALVA MI MATRIMONIO, SEÑOR TEN MISERICORDIA POR TODOS LOS MATRIMONIOS. Amen
#AdhemarCuellar